Estos son los consejos que debes seguir para practicar senderismo con tu perro

Un perro juega con una pelota.

Compartir experiencias con nuestro perro es algo muy especial, pues disfrutaremos de su compañía y reforzaremos ese vínculo que nos une. Ahora, en verano, momento del año en el que tenemos más tiempo libre, puede ser la época perfecta para realizar planes con nuestro compañero de cuatro patas, más allá de jugar en casa y sacarlo a pasear varias veces al día.

Uno de los planes que podemos llevar a cabo con él es realizar una ruta de senderismo, con la que nuestro compañero respirará aire puro, correrá en libertad y se divertirá con nuestra compañía, además de. Aunque antes de salir de casa debemos seguir una serie de recomendaciones. Gracias a ellas, la experiencia será muy positiva.

Los consejos que debes seguir para practicar senderismo con tu perro

Lo primero que debemos hacer es elegir un día en el que las condiciones climáticas nos vayan a permitir realizar la ruta. Debemos descartar salir a hacer senderismo si la previsión indica que lloverá o si la temperatura va a ser demasiada alta. Lo ideal es que haga entre 15 y 19 grados, aunque también podríamos llevar a cabo la sesión si el mercurio marca algo más de 20.

También es importante elegir una ruta cuya dificultad se adapte a nuestras necesidades y a las de nuestro querido compañero. La distancia que recorramos, el desnivel o la pendiente son algunos aspectos a los que deberemos prestarle atención antes de seleccionar el itinerario. En este no debe haber zonas que puedan ser peligrosas para la mascota, como acantilados. Por el contrario, sería interesante que contara con algún río, para que pueda refrescarse.

El tipo de suelo que vayamos a encontrarnos también es importante. En verano convendría evitar el asfalto, pues debido al calor propio de la época podría dañar las almohadillas de nuestro compañero, que antes de salir deberíamos protegerlas con una crema. Lo ideal es que vayamos por hierba.

Sería recomendable que, si nunca hemos llevado a cabo una ruta de senderismo con nuestro perro, empecemos con una sencilla, que apenas tenga desniveles y en la que haya que recorrer pocos kilómetros. Poco a poco se irá acostumbrando y podremos ir realizando senderos más exigentes.

Durante la ruta debemos, cada poco tiempo, comprobar las patas de nuestro perro, para asegurarnos de que no se ha clavado nada y de que sus almohadillas no están sufriendo. Además, también tendremos que descansar varias veces mientras llevamos a cabo la sesión de senderismo. Podemos aprovechar esos momentos para beber algo de agua. Sería interesante, entonces, que llevemos con nosotros un bebedero portátil, para que nuestro compañero pueda hidratarse con facilidad.

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