Voldemort: el perro que nadie quiere adoptar por no tener hocico

Seguramente al leer el nombre de "Voldermort" se te haya venido a la cabeza la imagen del mayor enemigo de Harry Potter. Físicamente, este mago se caracterizaba (entre otras) por no tener nariz. Quizás por ese motivo llamaron así al protagonista de nuestra historia de hoy en Mascotíssimas.

Voldemort es un perro de cuatro años de edad que lleva más de un año en un refugio para animales llamado Patitas Glew, situado en Argentina. Él fue rescatado por un grupo de personas en La Plata y desde el primer momento que lo vieron sabían que sería un perro muy especial.

A este galgo lo encontraron con su hocico cortado e infectado de lo que sería posiblemente un hachazo y aunque su herida ya está curada, lo cierto es que estéticamente le ha dejado un aspecto extraño. Tal y como informa el medio de comunicación Clarín Voldemort lleva más de siete meses en la lista de adoptantes pero a día de hoy nadie se ha interesado por él: "Los galgos son de esos perros increíbles, que derrochan dulzura y tienen una personalidad única. Sin embargo, en nuestro país muchos de ellos nacieron para sufrir. Los maltratan y explotan hasta que sus cuerpos no dan más y cuando esto sucede los abandonan o sacrifican de la peor forma”, dicen en Patitas Glew.

“Voldemort (cuentan) sufrió un hachazo en su cara y le deformaron por completo la misma, mientras los gusanos se alimentaban de el”. Decidieron llevarlo urgentemente al veterinario, donde recibió primeros auxilios y continuó durante unos días recuperándose hasta que llegó al refugio de Glew.

Una búsqueda frustrante

Cuando Voldemort se recuperó completamente, iniciaron un proceso de búsqueda para que una buena familia lo adoptara, pero nadie se interesa. El refugio ha asegurado que muchos perros sufren discriminación por tener problemas físicos o bien por su edad: “Notamos gran diferencia entre los perros adultos y cachorros, ya que siempre hacen hincapié en que sean cachorros. Son los que más eligen mientras que muchos perros adultos mueren tal vez, en refugios, esperando una oportunidad que nunca llega", sostienen.

Además, también aseguran que el color también es un condicionante a la hora de adoptar puesto que los perros negros tienen menos posibilidades de ser adoptados y tardan más tiempo en encontrar familia ya sea cachorro o adulto: "No nos entra en la cabeza cómo pueden existir este tipo de pensamientos, con perros que solo buscan una oportunidad", se lamentan.