Secuestran a su perra y la encuentran ahorcada en una finca
Sucesos
La galga tenía un GPS incorporado y sabían en todo momento donde estaba, hasta que la ubicación los llevó a una finca donde encontraron su cuerpo.
La pareja pide máxima difusión a su caso
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El estremecedor caso de una perrita de la raza galgo llamada Duna ha revolucionado las redes sociales debido a la gran dureza de su historia.
Su dueña, Laura Blázquez Macías, ha denunciado a través de Instagram el suceso: "el pasado viernes cuando paseábamos por la Sierra de Tajonar, un individuo (por llamarlo de alguna manera) la metió en su furgoneta y se la llevó... Desgraciadamente la encontramos AHORCADA en su finca particular de Tajonar, presuntamente se trata de un vecino de la localidad de Noáin que regenta un negocio muy conocido".
Laura, junto a su pareja, ya han denunciado los hechos ante el seprona de la Guardia Civil.
Según cuenta Diario de Navarra, la galga tenía cuatro años y fue adoptada hace casi dos por la pareja. Iban a la sierra para realizar cursillos de adiestramiento y justo el viernes pasado día 26 de noviembre ejercieron la última práctica. Esta consistía en dejar al perro suelto para trabajar la llamada y que obedecieran al grito de su nombre.
La pareja y la cuidadora se desplazaron a la sierra de Tajonar (Navarra), en un lugar donde hay un cartel que autoriza a que los perros vayan sueltos. Y empezaron la sesión.
Vieron cómo una furgoneta pasó delante de ellos
Todo iba bien, la galga respondía, hasta que a una de las llamadas no regresó. “Como hacía frío le habíamos puesto un abrigo y debajo llevaba el GPS. Sabíamos en todo momento dónde estaba y no se había alejado. Miramos el GPS para ver cómo se comportaba y vimos algo raro en el aparato, la señal se debilitaba, se aceleraba...”, cuenta la pareja. De frente, apareció una furgoneta. “El conductor nos miró raro y no paró”. La señal del GPS llevaba la misma dirección que el vehículo y pensaron que la galga estaría detrás, o que iba a cruzarse. Pero no. Ni rastro del animal. Posteriormente, el gestor del geolocalizador les explicó que la debilidad de la señal podría deberse a que el animal iba dentro de un vehículo.
La furgoneta “pasó de largo” y el GPS “se volvió loco”: ganó velocidad y al poco situó a la perra a un kilómetro de distancia, en una finca. Ahí se detenía la señal. “No entendíamos nada, nos extrañó mucho, porque no era normal que se hubiera movido tan rápido y sin verla. Saltaron las alarmas, pero pensamos que igual había olido algo en la finca”. Fueron hacia allí y preguntaron a unas personas en las inmediaciones. “Nos dijeron que era imposible que la perra hubiera podido entrar sola”. La pareja y la adiestradora se separaron y empezaron a buscar. El geolocalizador insistía en marcar ese punto, la señal estaba quieta, pero Duna no aparecía. Llamaron a unos amigos de la zona que podían tener llaves de la finca. Al final, cuando ya estaban “desesperados” porque el GPS se quedaba sin batería, accedieron al interior. “Allí estaba, en un cobertizo, este hij... nos la había ahorcado y se había pirado”. Descolgaron al animal, pero ya había fallecido. Tras el aviso a la Guardia Civil, los agentes les recomendaron calmarse y denunciar con tranquilidad.
Justicia para Duna
La pareja está muy afectada: "No podemos explicar el dolor que sentimos, no entendemos como se puede tener la sangre fría de hacer eso a un ser vivo. Nos sentimos desolados, rotos, impotentes... Pero ahora nos toca pelear, y sacar fuerzas de donde sea para que esto no le vuelva a pasar a nadie. Gracias a tod@s los que nos están apoyando. Queremos hacer llamamiento para que esto se sepa. Por favor, os pedimos que difundáis esta triste noticia. Crucemos dedos para que la justicia nos escuche, para que estos asesinatos no queden impunes.
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