Razas de perro ideales para cuidar de las personas mayores

Diversos estudios y expertos señalan los beneficios físicos, emocionales y para la seguridad de los mayores de convivir con un perro

Cómo elegir al paseador de perros más indicado para tu mascota.

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Razas de perro ideales para cuidar de las personas mayores
Razas de perro ideales para cuidar de las personas mayores / M. G.
Redacción

23 de enero 2024 - 07:00

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las personas con 65 o más años constituirán pronto el 25% de la población en España, camino de los 10 millones de españoles. Una situación para la que diversos estudios y expertos ven altamente recomendable convivir con un perro que les haga compañía.

De las aproximadamente 400 razas reconocidas por la Federación Cinológica Internacional, muchas son idóneas para compartir vivencias con la gente en edad avanzada, entre otras el Teckel, el Shetland, el Cocker inglés, el Caniche, el Whippet, Labrador o el Golden Retriever.

No son las únicas: hay otras muy adecuadas para este fin, como el Chihuahua, el Shih Tzu, el Bulldog Francés, el Cavalier King Charles Spaniel, el Coton de Tulear, el Grifón de Bruselas o el Lhasa Apso.

Múltiples beneficios para los mayores

La mayoría de estos ejemplares tiene un nivel de actividad moderado y pocas necesidades extra. Además, cuentan con un tamaño que va de mediano a pequeño, el ideal para la convivencia con mayores. Y normalmente gozan de buena salud.

Pueden ser múltiples los beneficios para los mayores de tener un perro de compañía en casa; no en vano, un tercio de este segmento de la población en España convive con un animal en casa, principalmente perros.

La Real Sociedad Canina de España destaca los réditos para la salud y el bienestar en las personas con edad provecta: el mero hecho de acariciar a una mascota aporta tranquilidad y reduce el estrés cardiaco, además de otros efectos positivos de la convivencia sobre la ansiedad, la tensión arterial, la depresión, el estado nervioso o, muy importante, la sensación de soledad.

Para los expertos destacan cuatro tipos de beneficios derivados de la convivencia con el mejor amigo del hombre en esta etapa de la vida:

Beneficios físicos

Los perros requieren unos cuidados mínimos y necesitan jugar o pasear tres veces al día. Lejos de ser esto un incordio, se trata de una práctica que potencia el envejecimiento activo y contribuye a impulsar un ejercicio acorde con la edad. Y a huir del sedentarismo y sus consecuencias negativas.

Beneficios emocionales

Los mayores, en mayor o menor medida, se enfrentan a amenazas reales como la soledad, la angustia o la depresión. Por eso, la convivencia con un animal de compañía puede mitigar parcial o totalmente las sensaciones anteriores y transmitir a nuestros mayores la convicción de ser útiles al cuidado de un perro, además de contagiar ternura.

Beneficios cognitivos

'¿Tengo que llevar a mi animal al veterinario?, ¿Has terminado la comida?, Te has quedado sin agua o Salgamos a la calle por tercera vez’ son comentarios o rutinas muy comunes entre los tutores de perros. En el caso de tutores mayores, se trata además de ejercicios para activar la memoria, cuyo refuerzo puede ser cada vez más necesario con el paso de los años.

Beneficios para la seguridad

Los perros pueden ser muy útiles cuando, por ejemplo, suena el teléfono y el mayor no lo oye; o si hay una fuga de gas o algo se prende fuego. Incluso hay razas especializadas en detectar enfermedades, como el cáncer, la diabetes o la epilepsia.

Cobran especial relevancia los perros entrenados para cuidar o los perros de terapia en las residencias de ancianos, cuya eficacia se ha comprobado con notable éxito. Se trata de perros muy afectivos, con gran capacidad de aprendizaje, escasa agresividad y buena reacción ante sonidos y señales.

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