¿Puedo denunciar a mi vecino por los ladridos de su perro?
Sanciones
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Uno de los mayores inconvenientes de vivir en una comunidad es tener que compartir espacio con tus vecinos, e incluso cuando estás en tu propia casa es probable que escuches gritos, muebles que se mueven e incluso el ladrido de su mascota.
De hecho, una de las disputas más comunes entre vecinos son las molestias que puede causar el ruido, especialmente el de los perros. Es posible que en alguna ocasión te hayas llegado a preguntar si sería posible denunciar a tu vecino por los ladridos ocasionados por su mascota.
Lo cierto es que en España existen las sanciones por contaminación acústica regidas por la Ley del Ruido, que establece los límites de emisión de ruido permitidos en diferentes situaciones y momentos del día. Las multas por contaminación acústica pueden ser impuestas por la policía local, las autoridades municipales o la administración regional, dependiendo de la naturaleza y gravedad del incumplimiento.
Sin ir más lejos, hace tan solo un mes publicamos en Mascotíssimas un artículo sobre un vecino de Valencia que aseguraba que no podía "ni dormir, ni trabajar ni hacer vida con normalidad" debido a los fuertes y continuos ladridos del perro de sus vecinos que llevaba soportando desde el año 2010.
Por ese motivo, el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) decidió que se indemnizara al vecino con 3.000 euros. Pero no fueron los dueños quienes tuvieron que pagar la multa si no el ayuntamiento de Antella por no haber intervenido durante esos años en el conflicto.
A todos puede resultarnos molesto algún ruido de forma puntual, pero si este pasa a ser constante y repetitivo, puede generar algunos problemas, incluso de salud.
Esta demanda dejó claro que se puede denunciar a un vecino por ruido excesivo de su mascota, cuyas multas osclinan entre los pocos cientos de euros y varios miles. Dichas quejas se deben presentar a la Policía local o bien acudir al ayuntamiento de tu localidad, quienes tienen la obligación de mediar en estas situaciones y garantizar así la calidad de los ambientes sonoros en sus localidades. Si el consistorio no da respuesta alguna, hecho que puede llevarle a una multa, es el momento de pasar a la vía judicial.
Pero lo ideal anes de llegar a estos extremos es dialogar con tu vecino e intentar llegar a un acuerdo. Tal y como informa la web Idealista: "si bien por falta de entendimiento, por fracaso del diálogo o por cualquier otro motivo no se llegara a un principio de acuerdo, los expertos recomiendan remitir un burofax certificando el contenido y con acuse de recibo instando al vecino en cuestión a cesar la situación".
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