Mueren millones de abejas de cansancio por la producción de leche de almendras
Investigación
Aunque sea un producto sostenible, su producción está poniendo en peligro a la especie
La graciosa sesión de fotos de unos perros intentando coger unas chuches
Un famoso youtuber graba el momento en que un tiburón muerde su tabla mientras cazaba una tortuga
Un youtuber sale a pasear con sus peces gracias a una pecera creada por él
La leche de almendras es un producto sostenible que ofrece numerosos beneficios para nuestra salud: es nutritiva, baja en calorías, fortalece los huesos, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, no eleva el azúcar en la sangre y es libre de lácteos.
Pero debido a esta alternativa de lácteos el consumo de almendras ha aumentado en un gran porcentaje en numerosos países. Tal y como informa National Geographic, en Estados Unidos, el consumo de leche de almendras ha aumentado en un 250 % y en ese tiempo ha traído una derrama económica de 1,200 millones de dólares al año.
Pero detrás de este consumo se esconde una cadena de explotación animal en la que las más afectadas son las propias abejas, ya que miles de millones están muriendo por cansancio extremo.
¿Cómo elaboran la leche de almendras?
Antes de nada debemos saber que la leche de almendras no es "leche" y proviene del árbol Prunus dulcis, que se cultiva en distintas regiones del mundo; sin embargo, en el Valle de California se encuentran los centros de producción más poderosos del globo.
Tal y como informa The Guardian, se estima que el 80 % de la producción de todo el mundo proviene de este lugar. Es ahí donde las abejas literalmente mueren de cansancio, al formar una parte fundamental de la cadena de producción: encargadas de polinizar a los almendros, hasta un tercio de las poblaciones de abejas en Estados Unidos son criadas para uso comercial.
Por este motivo 50.000.000.000 de abejas perdieron la vida en el año 2020 debido al uso irresponsable de pesticidas para la agricultura que provocaron intoxicaciones y un agotamiento extremo al no poder descansar en invierno.
"Los campos de producción donde polinizan a los almendros no consideran este espacio en la agenda anual. De esta manera, su biorritmo se interrumpe y altera, afectando su salud y bienestar general. A pesar de que el sector agroalimentario global depende en gran medida de las abejas, estas prácticas irresponsables y poco éticas en Estados Unidos está cobrando miles de millones de ejemplares al año. recorrer" dice National Geographic.
También te puede interesar