Matan a una joven voluntaria que iba a un refugio de animales a llevar comida en Ucrania
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En el momento que Rusia, bajo el mando de Vladímir Putin, decidió invadir Ucrania, cientos de miles de personas abandonaban el país para poner su vida a salvo, pero aun así, son otras miles de personas la que decidieron quedarse.
Ya os hablamos de Andrea Cisternino, un ex fotógrafo italiano que decidió quedarse cerca de Kiev antes que abandonar a sus más de 400 animales. Él se ha convertido en todo un héroe y ahora es Anastasia Yalanskaya quien se ha convertido en una heroína que ha caído ante las tropas rusas.
Ella insistió en que no abandonaría Ucrania aunque sus familiares y amigos huyeran del país. Esta joven ucraniana tenía 26 años en el momento que fue asesinada a tiros por las tropas rusas junto a otros dos voluntarios. Ella estaba yendo a Bucha (a 30 kilómetros al noroeste de Kiev) para entregar comida a un refugio para perros.
Asesinada a tiros en su coche
Los amigos y familiares de Yalanskaya dicen que su coche fue disparado deliberadamente a corta distancia por las tropas rusas. El motivo por el cuál fue atacada se desconoce aún pero piensan que fueron los militares rusos los que decidieron disparar a civiles al azar para asustar a la población ucraniana.
"Le pedí que tuviera cuidado. Que hoy en día, un error cuesta muchísimo", cuenta el marido de Anastasia, Yevhen Yalanskyi. "Pero quería ayudar. Le pedí que pensara en la evacuación, pero no escuchó".
Tal y como han mencionado en algunos tweets, ella fue refugio a entregar comida ya que llevaban tres días sin alimentos para los animales.
Su coche fue encontrado, acribillado a balazos, no lejos de la casa de uno de los otros voluntarios que también fueron asesinados. Habían entregado la comida y casi habían llegado a casa cuando les mataron. El cuerpo de Yalanskaya aún sigue en Bucha, porque la lucha es tan intensa que nadie puede ir a por él, dijo un amigo a Global News.
"Era uno los mejores seres humanos que conocí. Ella se comprometió a ayudar, a ayudar a sus amigos y familiares y a quien lo necesitara", recuerda su marido. "Amaba a los animales. Teníamos un perro y un gato. Era la mejor compañera".
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