Luno, el perro retenido durante 9 meses en España por no tener microchip, es deportado a Ecuador

Luno es un perro que desde hace 9 meses ha estado en boca de muchos animalistas por la terrible situación que estaba viviendo junto a su familia. Todo empezó el pasado 13 de marzo cuando el animal fue retenido en el Aeropuerto de Adolfo Suárez en Madrid por no tener microchip.

El Reglamento Europeo de transporte de animales obliga que los perros que vayan a entrar en España estén identificados con un microchip o tatuaje legible, estar vacunado de la rabia y disponer del pasaporte europeo, pero no constaba que Luno tuviera ningún microchip.

El animal estuvo encerrado en una jaula durante 19 días y solo podía recibir una visita al día de su dueña, Andrea Torres, de unos 10 minutos. La mujer contó al medio costarricense La Teja, que al preguntar sobre los requisitos que debía cumplir Luno para llegar a España, le aseguraron que "solo se pedía que estuviera sano y con las vacunas al día, salí de Costar Rica sin problemas".

Más tarde,el partido animalista PACMA se unió al equipo legal de AGEERA (Asociación para la Gestión Ética y Responsable de Animales Abandonados) y consiguieron que Luno saliera del aeropuerto para ser trasladado al Centro Integral de Acogida de Animales de Madrid (CIAAM) y así cumplir con una cuarentena inicial evitando que lo pudieran sacrificar.

Pero, ¿qué pasó con él después?

Una larga batalla legal

Las abogadas iniciaron una larga batalla legal en la que, tal y como informa Publico.es, "se entendería una aplicación errónea de la normativa europea en los Puestos de Inspección Fronterizos, exigiendo rendir cuentas al Gobierno".

Y aunque las abogadas hayan intentado durante muchos meses regular la estancia del perro en España, finalmente el animal ha sido deportado a Ecuadortras retirar su dueña las denuncias con el fin de agilizar el caso, tal y como recomendó públicamente en redes el director de la Dirección General de Derechos de los Animales, Sergio García Torres.

Las abogadas de Ageraa y Pacma han calificado de “injusticia” la decisión adoptada por la responsable del animal, la cual, según ellos, "ya había recibido la misma oferta de deportación por parte del Ministerio de Agricultura en el mes de abril, pero no la había aceptado en su lucha por lograr la legalización de la estancia del animal en territorio español".

Según Mónica Olivares y Jacqueline García, abogadas que fueron responsables del caso Luno inicialmente, los nueve meses que el animal ha pasado en una cuarentena que interpretan como “un pulso judicial” del ministerio, se habrán “ido a la basura” cediendo ante una medida “desmesurada, injustificable y evitable”.

“Con Luno se logró descubrir el enorme agujero negro que son los aeropuertos españoles para los animales, donde se les sacrifica y se les deporta por una supuesta interpretación errónea de la normativa europea y, además, por carecer de protocolos para la atención y mantenimiento de animales en situación como la de este perro”, explica Olivares. “La denuncia y todas las medidas cautelares presentadas no solo estaban orientadas a ayudar a Luno y a su propietaria: la intención era evitar que esto le volviese a pasar a nadie”.

Ahora afirman que aunque el procedimiento judicial continúa podría ser sobreseído puesto que el perro está fuera de España y ya no habría objeto judicial como para continuar la investigación.