Desmontando falsos mitos sobre los gatos más allá de sus siete vidas

Ni tienen siete vidas ni odian el agua, los gatos viven rodeados de falsas creencias que aquí desmontamos

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Desmontando falsos mitos sobre los gatos
Desmontando falsos mitos sobre los gatos / M. G.
Redacción

23 de enero 2024 - 07:00

Algunos mitos sobre los gatos pueden llevar a terribles malentendidos que pueden lastrar a las personas que se plantean adoptar un gato, lo cual es una de las experiencias más gratificantes para los amantes de los animales.

Los gatos tienen siete vidas

Ni siete ni nueve como dicen en la cultura anglosajona. El mito probablemente se originó en los dioses y religiones egipcios, donde el dios del sol asumía la forma del gato cuando visitaba el inframundo.

A lo largo de los siglos, los gatos continuaron siendo considerados mágicos y de otro mundo, y su capacidad de recuperación para sobrevivir a caídas desde lugares altos y largos confinamientos sin sustento continúa sorprendiéndonos. Aún así, no confíes la seguridad de tu gato a esas míticas siete vidas.

Las embarazadas no pueden convivir con gatos

Si bien la toxoplasmosis es un riesgo para los fetos, es más probable que una mujer la contraiga al manipular carne cruda o cavar en el jardín que a través de sus gatos.

Las embarazadas con gatos pueden protegerse de la exposición relacionada con los gatos vaciando la caja de arena diariamente, haciendo que otra persona la limpie o usando guantes de goma y una máscara si la tarea de la caja de arena no se puede encomendar a nadie más.

Los gatos pueden asfixiar a los bebés

Este no es tanto un mito como una situación peligrosa. Los gatos buscan calor y comodidad. Acurrucarse junto a un recién nacido en una cuna satisface ambas necesidades. Sin embargo, si el gato decide presionar la cara de un bebé abrigado que es demasiado pequeño para darse la vuelta por sí solo, su respiración puede verse dificultada. Mantener a los gatos lejos a la hora de dormir o la siesta puede ahorrar algún susto.

Los gatos sólo ronronean si están contentos

El ronroneo es uno de los primeros sonidos que pueden hacer los gatitos. Pueden ronronear desde las 48 horas desde su nacimiento. Mientras amamantan, se puede escuchar ronronear tanto a la mamá como a los gatitos. Pero si bien el ronroneo se escucha a menudo en momentos de alegría, los gatos también ronronean cuando sienten dolor y agonizan.

Odian el agua

Si bien la mayoría de los gatos odian los baños, muchos encuentran fascinante el agua corriente y pasan tiempo tocando los grifos que gotean o exigiendo que les abran el agua para tomar una bebida fresca y fresca.

Los gatitos, en particular, encuentran los lavabos y las duchas como una fuente de diversión, aunque para la mayoría la emoción disminuye con la edad. Una raza, el Van turco, recibe el sobrenombre de 'el gato nadador' por su destreza para nadar y su amor por todo lo húmedo.

Los gatos son animales nocturnos

Si hay que ser exactos, los gatos son crepusculares. Son más activos al anochecer y al amanecer, cuando abundan las presas y la caza es mejor. La construcción de sus ojos les permite ver bien con poca luz. Los gatos seis veces menos luz que los humanos para descifrar formas. Sin embargo, no pueden ver en la oscuridad absoluta.

Gato negro es mala suerte

Hay casi tantas supersticiones acerca de que los gatos negros traen suerte como acerca de que son presagios de mala suerte.

En diferentes culturas del mundo, otros colores y patrones de pelaje se consideran afortunados o viceversa. Sin embargo, algunos estudios concluyen que los pacientes con gatos de color oscuro tenían hasta cuatro veces más probabilidades de sufrir un ataque de alergia de moderado a grave que aquellos con gatos de color claro.

Los investigadores añaden que los gatos más oscuros producen más alérgenos en la piel y la saliva. Entonces, si los adoptantes son alérgicos a los gatos, lo mejor será dejar de lado los gatos negros.

Los gatos siempre caen de pie

Como especie trepadora de árboles, la supervivencia del gato depende de su capacidad para sobrevivir a las caídas cuando sea posible. El sistema vestibular y la visión felino trabajan junto con la columna flexible del gato para permitirle enderezarse y, cuando hay tiempo suficiente, lanzarse en paracaídas de una manera similar a la ardilla voladora.

Aunque normalmente pueden recuperarse por sí solos, pueden sufrir lesiones graves en las extremidades, la mandíbula y la región torácica que pueden provocar la muerte.

Los gatos son animales solitarios

Los gatos que viven al aire libre son cazadores solitarios, pero la mayoría optará por vivir en una colonia cerca de una fuente de alimento.

Las crías de gatos domésticos domesticados están mejor preparados para encajar en un hogar con varios gatos cuando se los mantiene con sus compañeros de camada hasta que tengan al menos ocho o diez semanas de edad.

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