Cazadores furtivos matan a la última jirafa blanca del mundo
Sucesos
El ejemplar llevaba consigo un GPS después de que su madre y su hermana fueran asesinadas por cazadores
El suceso ha tenido lugar en el condado de Garissa, al sureste de Kenia
El mundo animal se ha despertado con una triste noticia. La única jirafa hembra blanca ha sido asesinada por cazadores furtivos, según han anunciado conservacionistas de Kenia. Tras la muerte de su madre y hermana a manos de cazadores, este ejemplar llevaba consigo un GPS para cuidar cada uno de sus pasos.
Habitaba en la reserva Ishaqbini Hirola, un área de conservación silvestre en el sureste de Kenia al borde del Río Tana, hogar de cientos de aves, mamíferos y el famoso hirola o antílope de Hunter, una especie en peligro crítico, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En el año 2016, Ishaqbini Hirola se convirtió en un destino turístico popular según cuenta el National Geographic debido al hallazgo de tres ejemplares de jirafas blancas (una hembra y sus dos crías) en la reserva, que captaron la atención de la prensa y los visitantes. En marzo de 2020, se cree que asesinaron a la madre y una de las crías ya que residentes locales hallaron sus esqueletos meses después en la reserva.
Su llamativo color se debe alleucismo, una condición genética poco común que altera parcialmente la producción de melanina y por lo tanto, provoca que la pigmentación de la piel adquiera un tono blanco. A diferencia del albinismo, el leucismo no provoca sensibilidad a la luz solar, ni un cambio en el color de los ojos.
Esta familia de jirafas fue vista por primera vez en mayo de 20217 en el condado de Garissa y tuvo una gran repercusión mundial por su belleza y singularidad. Precisamente por eso el Servicio de Fauna de Kenia empezó a investigar la desaparición después de que los animales no fueran vistos durante varias semanas. "Este es un día muy triste para la comunidad Ijara (zona de la reserva) y para toda Kenia", dijo Mohammed Ahmednoor, gerente de esta reserva. "Somos la única comunidad en el mundo que custodiaba las jirafas blancas", dijo el gerente que recordó el atractivo turístico que tenían para la zona.
Ahmednoor describió la matanza de las jirafas como "un golpe a las importantes medidas adoptadas por la comunidad para conservar especies raras y únicas y una llamada de atención para seguir apoyando los esfuerzos de conservación", informa The Independent.
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