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Al conceder a Bob Dylan el Premio Nobel de Literatura 2016, la Academia Sueca distinguió ayer por primera vez a un cantautor, una elección inesperada y que reconoce de paso a las letras estadounidenses dos décadas después del triunfo de la novelista Toni Morrison en 1993.
Dylan ha creado "nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense", destacó la Academia Sueca en el fallo de un premio para el que sonaban en las quinielas previas el sirio Adonis, el japonés Haruki Murakami, el keniano Ngugi wa Thiongo y el estadounidense Philip Roth, entre otros.
La secretaria permanente de la Academia, Sara Danius, defendió en declaraciones posteriores a medios suecos la condición de poeta de Dylan y recurrió al ejemplo de los antiguos vates griegos como Homero, que escribían poesía para ser escuchada e interpretada. "Puede y debe ser leído", manifestó. "Bob Dylan es un gran poeta en la gran tradición de la lengua inglesa desde William Blake en adelante", afirmó Danius, resaltando que ha mezclado la música popular del blues del Delta y el folclore de los Apalaches con el simbolismo de Rimbaud, además de reinventarse de forma continua y construir una nueva identidad.
Aunque la Academia siempre insiste en que no premia ni corrientes ni países, sino sólo a autores individuales, su elección continúa la tendencia iniciada el año pasado -el primero de Danius como secretaria- con el premio a la bielorrusa Svetlana Alexiévich y un género no reconocido antes: el reportaje periodístico.
Premiar a Dylan supone en cierto modo cerrar la polémica abierta hace ocho años, cuando el entonces secretario de la Academia, Horace Engdhal, criticó la "insularidad" y el papel marginal de las letras estadounidenses en la literatura mundial para justificar la ausencia de ganadores de ese país en los últimos tiempos.
La elección del cantautor sorprendió en Estocolmo, pese a que hacía años que se le nombraba como un serio candidato, y aumentó las especulaciones acerca de que el inusual retraso de una semana en el anuncio del premio, justificado por razones de calendario, obedeció en realidad a un falta de consenso en el seno de la Academia. Danius desmintió los rumores y destacó en cambio el "gran consenso" en torno a Dylan, que con algunas excepciones se puede aplicar también a los principales medios suecos, que calificaron la designación con adjetivos como "arriesgada" y "sorprendente".
Nacido en 1941 en Duluth (Minnesota) como Robert Allen Zimmerman, el interés de Bob Dylan por la música popular estadounidense -en especial por Woody Guthrie- se despertó en su adolescencia, así como por la generación beat y los poetas modernistas.
Dos décadas después, cuando ya se había trasladado a Nueva York, comenzó a grabar discos de impacto decisivo en la música popular como Bringing It All Back Home, Highway 61 Revisited o Blonde on Blonde, que tuvieron continuidad en años posteriores con obras como Oh Mercy, Time Out Of Mind o Modern Times.
La Academia Sueca señaló también que Dylan ha tocado en sus letras temas como las condiciones sociales, la religión, la política y el amor, y que éstas han sido editadas de forma regular en libros; y destacó además su versatilidad, que incluye la pintura y el cine. Autor de un libro experimental, Tarántula (1971), y de una recopilación de escritos y dibujos dos años más tarde, también publicó una autobiografía en 2004, bautizada Crónicas. "Dylan tiene el estatus de un icono. Su influencia en la música contemporánea es profunda y es objeto de una corriente constante de literatura secundaria", sostiene la Academia.
El compositor recibirá los 8 millones de coronas suecas (823.440 euros) con que están dotado este y el resto de los Nobel en la ceremonia que se celebra el 10 de diciembre en Estocolmo, precedida horas antes por otra en Oslo sólo para el premio de la Paz. Con el galardón de Literatura se cerró la ronda de ganadores de los Nobel, que ha distinguido a once personas en seis categorías este año.
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