'Los Millones': Un siglo de suerte en Sagasta

La administración cumple 100 años

En su historia ha repartido muchos premios, entre ellos, dos Gordos de Navidad

Ricardo Ruiz, delante de la administración de Lotería de la calle Sagasta, de la que es dueño.
Ricardo Ruiz, delante de la administración de Lotería de la calle Sagasta, de la que es dueño. / Belén Vargas.

Ricardo Ruiz pasa las vísperas de Navidad metido en la segunda planta del número 13 de la calle Sagasta, donde se encuentra la administración de Lotería Los Millones. Este madrileño es el dueño de dicho negocio, que cumple un siglo. Se hizo con él en 2017 tras comprárselo a sus antiguos propietarios, la familia Porto. En los días previos al sorteo las colas que se forman delante de la ventanilla constituyen una imagen propia de estas fechas. Ni la lluvia ni el viento que ha azotado a la ciudad esta semana alejan a quienes buscan la suerte en los números que venden en Sagasta.

Esta calle es una de las más conocidas y transitadas del centro de Sevilla. Conecta Sierpes con la Plaza del Salvador. Dos pulmones de vida y ocio en la antigua Híspalis. Esta vía cuenta con negocios tradicionales que forman parte de la historia del comercio de la ciudad:Camisería Galán, Foronda, la Floristería de Pepe Montero y, por supuesto, la administración de Lotería, llamada Los Millones, aunque todo el mundo la conoce por el nombre de la calle, Sagasta.

“Se le puso ‘Los Millones’ por la cantidad de premios que reparte”, refiere Ricardo Ruiz, actual propietario, quien estos días vive prácticamente las 24 horas en dicho local, que se abrió en 1919, aunque se desconoce el día exacto de su apertura.

Es la número 16 de la capital andaluza. Cuenta con clientela fija, formada por generaciones que siempre han probado suerte aquí. También compran en ella muchos turistas, ya que este tipo de sorteo supone otro atractivo para los visitantes. Mari Carmen Paz es una vecina de Bollullos de la Mitación que cada año adquiere un décimo en este establecimiento. Lo comparte con su hermana. Una tradición familiar que heredó de su madre, que una vez consiguió un premio. Desde entonces no han faltado a este rito de diciembre en la calle Sagasta.

Ventanilla donde se adquieren los décimos de 'Los Millones'.
Ventanilla donde se adquieren los décimos de 'Los Millones'. / Belén Vargas

Las riendas de la administración las tomó la familia Porto en 1954, en concreto, Isabel Cifrián Casado, viuda del patriarca de esta saga que estuvo al frente del negocio hasta 2017, cuando se hizo con él Ricardo Ruiz. “Lo dirigieron la abuela, la hija y el nieto. Hasta que me lo vendieron a mí”, refiere Ruiz.

Este madrileño vivió durante 17 años en Perú. Volvió a España en 2011, en plena crisis y cuando la gente más se encomendaba a la fortuna para salir del bache financiero. “Comprobé que la Lotería es un negocio bastante interesante. Está muy arraigada en este país y reparte suerte, crea ilusión”, explica Ruiz.

“La Lotería, y especialmente la de Navidad, es algo transversal, la juega todo el mundo, con todo tipo de posición económica, credo religioso o ideología política”, detalla el propietario de la administración de Sagasta, quien piensa que dicho “privilegio” se explica por un sencillo razonamiento:“Muchos jugamos porque tememos que le toque a nuestro vecino y a nosotros no”.

En el tiempo que lleva al frente de Los Millones, Ruiz ha comprobado el gran “fetichismo” que existe con los números. Hay quienes buscan cifras “bonitas”, otros que sean “extrañas o feas” y no faltan los que piden que reproduzcan fechas concretas, bien relacionadas con un hecho relacionado este año o con un momento especial de sus vidas.

Una trabajadora de la administración de Sagasta con los décimos en las manos.
Una trabajadora de la administración de Sagasta con los décimos en las manos. / Belén Vargas

En esta administración se venden más de 1.000 números. “Tenemos series que son todas nuestras”, destaca Ruiz, quien añade que hay números que se heredan dentro de las familias. “El último premio importante que dimos fue en septiembre y le tocó a quienes habían comprado el 34148. Algunos agraciados se habían hecho con este número porque era el que jugaban sus abuelos cuando adquirían un décimo en esta administración”, recuerda Ruiz.

La historia de Loterías Sagasta está marcada por tres números. El primero es el 24964, que fue con el se dio el Gordo en la Navidad de 1961. Un lustro después volvió a repartir la suerte con el 32975, el primer premio del Sorteo del Niño. Hace 21 años, en 1998, el Gordo volvió a salir aquí con el 21856.

Clientes comprando en 'Los Millones' estos días.
Clientes comprando en 'Los Millones' estos días. / Belén Vargas

“Cuando decidí comprar esta administración, lo hice tras darme cuenta de que era una de las más famosas de Andalucía. Es la número uno en ventas”, asegura este empresario, quien califica de “locura” los días que lleva viviendo desde el 20 de noviembre, cuando más han aumentado las ventas. “Es muy habitual las colas para comprar lotería estas fechas. Los españoles somos de dejarlo todo para los últimos días”, añade.

En la calle continúa la hilera de clientes. El último en incorporarse es un sevillano que vive en la barriada de los Príncipes. Se tiene que colocar en Sierpes, junto al escaparate donde se exhiben los artículos de Foronda. Vienen buscando la suerte en este establecimiento que ha conocido muchas –y distintas– Navidades desde que se abrió en 1919. Cambian los tiempos, los clientes y los dueños, pero en Sagasta la ilusión se mantiene intacta. Y las colas.

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