Alhambra Monkey Week
Un festival como los de antes
Maleso | Músico
Como tantos otros músicos merecedores de mejor suerte, Martín León Soto, Maleso, resulta inasequible, qué digo, impermeable al desaliento. En activo desde los 80 con grupos como Tiernos Mancebos y Las Balas, este jerezano afincado en Sevilla desde tiempos inmemoriales siguió después dando salida a su siempre humorada inspiración, ahora más cantautoril, ahora más pop, a través de una decena de discos autoeditados -algunos tan perfectamente deliciosos como Bendita miopía (2018)-. De todo ello da cuenta el recopilatorio Fracasos que no me explico, publicado por Felices Años 20, el nuevo sello de otro veterano local, Paco Cruces, antaño artífice de Discos Trilita. Se trata de un doble álbum publicado en principio sólo en vinilo, con deslumbrante(s) portada(s) del dibujante y también músico sevillano Miguel Brieva que, tras aplazamientos a causa de la pandemia, presenta finalmente en directo este jueves a las 19:30 en la Fundación Tres Culturas (entradas agotadas).
-¿Y a quién se le ocurrió todo esto?
-Bueno, llevaba diez discos en diez años, más o menos, y ya iba tocando. En realidad la idea no fue mía, sino de Paco Cruces, que fue quien me llamó y me pregunto "Oye, ¿tú harías un recopilatorio?". Paco tenía planeado crear un nuevo sello discográfico, volver a empezar en el negocio... Bueno... Negocio... El caso es que me propuso hacerlo. Además quería sacarlo en vinilo, que es lo que ha hecho. En principio iba a ser un solo disco, pero cuando nos pusimos a elegir las canciones nos salían un montón. Tantas que hasta llegamos a plantearnos hacer un disco triple. Aunque ya para eso podríamos haber ido directamente a por la caja con toda la discografía. Al final nos quedamos con un disco doble en el que, después de muchos dolorosos descartes, hemos metido 34 canciones. Incluso hemos utilizado un método especial de masterización que permite meter más minutos por cara en cada LP. Y los CD también van a tope.
-34 canciones de entre más de un centenar... ¿Cómo fue la selección?
-Complicada, ya te digo. No teníamos criterios relevantes sobre la popularidad de las canciones, porque por desgracia no son muy conocidas, de ahí el título del recopilatorio. Así que al final nos fiamos de nuestros gustos personales. Me sorprendieron algunas de las que eligió Paco y a él le sorprendieron algunas de las que elegí yo. Pero llegamos a un acuerdo. Por suerte creo que había calidad suficiente para escoger y nos ha quedado una selección muy redondita. La hemos organizado estilísticamente en cuatro caras dentro de los límites que nos permitían las cuestiones de minutaje. Pero, por ejemplo, la cuarta es la más claramente rockera de todas. Otra es más acústica, otra más humorística...
-Bueno... Y después de diez discos y tantos años, ¿se explica ya sus fracasos o no?
-Jejeje... Hombre, el título evidentemente es una coña, una broma interna. Lo de Grandes éxitos no había por dónde cogerlo y Grandes fracasos no daba una perspectiva muy halagüeña, así que salió Fracasos que no me explico. Aunque sí que me lo explico, porque yo vendo muy mal. Me esfuerzo por componer, grabar, tocar y hasta promocionar... Pero cuando llega el momento de vender las cosas, ya no llego. Para eso se necesita una fuerza que espero que sea la que ahora aporte Felices Años 20. A ver si dentro de diez años ya puedo sacar un Grandes éxitos o, aunque sea, un Éxitos medianos.
-Y de los 34 fracasos, ¿cuál es el que menos se explica?
-Ufff... Yo qué sé, son un montón de canciones... ¿Cuál sería mi canción favorita? Le tengo mucho cariño a Dadaísmo puro, que la canto con Priscila Gago, de Naked Nada. Me gusta mucho y me parece muy original, ahí a medio camino entre el folk y no se sabe qué, con una letra muy absurda que va encadenando el final de cada verso con el comienzo del siguiente haciéndolos coincidir.
-También hay una canción inédita...
-Sí, Una guillotina en la Plaza Nueva. Y luego está también Keith Richards es guay, que no es inédita, pero que hemos vuelto a grabar a dúo con Chencho Fernández, así que es una versión nueva que ha quedado estupenda.
-Chencho Fernández citaba a Tiernos Mancebos en Dadá estuvo aquí, la canción que dio título a su primer disco en solitario. ¿Lo conocía o fue a raíz de aquello?
-Efectivamente, fue con la mención a Tiernos Mancebos en Dadá estuvo aquí. Contactamos, charlamos un poco y luego hemos coincidido varias veces, además de haber ido a verlo en directo, claro. También coincidimos una vez en una fiesta y cantamos un par de canciones juntos: yo con él Muchacha rural y él conmigo Keith Richards es guay. Por eso me acordé de él, es una canción que le pega y ha quedado muy bien.
-Y aunque sea un recopilatorio, hay otras colaboraciones...
-La intención no era hacer un disco de colaboraciones, de duetos ni nada de eso, sino darle visibilidad a un producto que ya tiene mucha calidad, pero que nunca tuvo suficiente difusión y que para mucha gente va a ser prácticamente nuevo, quizás lo primero que conozcan de Maleso. Pero sí que hay alguna colaboración más... En Una guillotina en la Plaza Nueva, la canción nueva, hay un coro final espectacular de Benito Peinado, de Dulce Venganza, y Pedro Cruz, de Los Picapiedras. Pedro sigue viviendo en Alemania y grabó su parte allí. Sigo lo que hace, que me parece muy interesante, y le pregunté si quería participar. Como hoy en día puedes grabar y mandar las pistas por correo o de cualquier otra forma, se apuntó rápidamente.
-Pero la colaboración más llamativa quizás no está en las canciones, sino en la presentación gráfica del disco, obra de Miguel Brieva, un lujo, que ha hecho un trabajo fantástico...
-Efectivamente, es un lujo que yo no me habría podido permitir. Pero Paco se empeñó desde el principio en que la portada la hiciera Brieva. La misma portada también fue evolucionando, desde la primera, sencilla, hasta la actual, triple. No se ven muchos discos en este formato. Ha hecho un trabajo impresionante. Yo conocía ya su obra, desde luego, y pensaba que le pegaba mucho a mis canciones, a ese lado a la vez humorístico y amargo, cosas que sin ser extravagantes se salen de lo normal, pero que vistas en el contexto de la portada del disco o de mis canciones resultan hermosas.
-Le pidió previamente escuchar las canciones, supongo...
-Sí, desde luego. Le pasamos las 34, las escuchó e hizo este estupendo trabajo. De hecho, una de las discusiones que tuvimos luego fue cuál de las tres ilustraciones íbamos a usar como portada principal, porque las tres merecían estar en primer plano.
-¿Por qué salió originalmente sólo en vinilo?
-La primera edición fue sólo en vinilo, sí. Pero en la segunda puedes elegir entre vinilo, vinilo más CD o sólo CD. Aunque la carpeta de la edición en CD es la misma que la del vinilo, con el mismo tamaño de un LP. Al principio, la verdad, pensamos en hacerlo sólo en vinilo. Paco quería hacer un objeto valioso, y parece que hoy en día los CD no tienen valor alguno, ni sentimental ni de ningún tipo. En cambio, ves un LP y dices qué bien hecho está, qué grande, qué de colores y qué pesa, porque son de 180 gramos, y todo eso otorga valor. En cambio, un CD es una cosa que hoy casi se regala... Lo que ocurrió fue que cuando salió la primera edición todo fue muy bien, pero había gente que nos lo pedía en CD, así que dijimos, pues bueno, venga, también en CD.
-Lo curioso es que cuando se opta por editar sólo en vinilo se suele contar también con que el disco va a estar en plataformas de streaming. Pero Fracasos que no me explico no está en Spotify. Ni siquiera en Bandcamp, que fue clave en la difusión de sus anteriores trabajos. Sólo se puede escuchar en la web del sello...
-Estamos en una fase todavía muy inicial y la idea de Paco era resguardar el disco: quien lo quiera, que se lo compre. Es un poco buscar el camino, porque ahora mismo nadie sabe muy bien cómo va esto. Parece que a lo que se pone gratis, al alcance de todos, no se le de valor... Pero bueno, igual acaba también en Spotify. Por suerte ya tengo discográfica y no tengo que estar pensando en estas cosas.
-Fracasos que no me explico se ha gestado y editado durante este año de coronavirus. ¿Cómo lo ha llevado?
-Bueno, como yo ya era más bien tirando a ermitaño en el plano musical no he notado mucha diferencia. Pero anímicamente esta situación te afecta, claro. La incertidumbre, el cansancio... Y más viendo a tanta gente que se dedica en exclusiva a esto, que vive de la música y que necesita los directos, las actuaciones, para poder subsistir. Lo están pasando mal.
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