Se busca caballo
Modesto Cabezas
Este militar de Caballería es la sombra del presidente de la Junta de Andalucía. Sufrió como nadie sabe la muerte de ‘Emporio’, ama el Ejército y se ganó la confianza del primer presidente andaluz de centro-derecha
El gigante del comercio electrónico no deja de fichar militares, sobre todo oficiales de la Armada. Amazon quiere profesionales del Ejército con experiencia en logística. Ofrece sueldos desde 50.000 hasta 200.000 euros, muy superiores a los que paga el Ministerio de Defensa. ¿Por qué la multinacional se fija en nuestros soldados de alto rango y con una formación muy específica? Los militares atesoran de suyo valores como la capacidad de organización y de trabajo en equipo, el sentido de la disciplina y del compañerismo, el sacrificio, el riesgo, la reacción ante la adversidad. Una serie de virtudes y cualidades que todo empresario desea en sus trabajadores. Cualquier empresa aspira al mejor resultado en la elección del personal. Amazon comenzó a fichar oficiales de la Armada, pero no fue la única compañía en hacerlo. El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, también se ha fijado en el Ejército para elegir a uno de sus colaboradores más próximos. Es el caso de Modesto Cabezas López (Écija, 1962), teniente coronel del Arma de Caballería, que dejó su plaza en el Cuartel General de la Fuerza Terrestre para ejercer de coordinador de las tareas de protocolo de la Presidencia.
Modesto en Andalucía tiene tres significados. Modesto, empresa de hostelería con negocios de prestigio en la Puerta de la Carne. Modesto, periodista de Canal Sur Televisión en Cádiz, de apellido Barragán, uno de los informadores que seguimos los catetos miarmas para entender el carnaval. Y Modesto, experto en protocolo, el ojo que todo lo ve en el palacio de los Montpensier y que no tuvo culpa (conste en acta) de aquella toma de posesión pretenciosa que ha quedado, por fortuna, en el olvido.
Cabezas es el segundo de tres hermanos. El primer militar de su familia. Forma parte de la promoción número 42 de la Academia Militar de Zaragoza. Su primer destino fue el Regimiento Sagunto de Caballería, curiosamente el mismo en que su padre hizo el servicio militar. Después fue enviado a la antigua Capitanía General de Sevilla, la Agrupación Logística 21 con sede en Torreblanca y posteriormente al Cuartel General de la Región Militar Pirenaica, donde el comandante Cabezas conoció a un militar clave en su carrera: el general Valenzuela, con quien coincidiría con el paso de los años en Sevilla.
Valenzuela tiró de Modesto cuando obtuvo la plaza en la capital de Andalucía a finales de los años 90. La labor de Cabezas fue importante a la hora de organizar los actos con motivo de la supresión del servicio militar obligatorio, decidida por Aznar para contentar a Pujol. También se implicó mucho en promover las primeras juras de bandera para civiles, unas ceremonias que hoy son habituales, pero hasta entonces eran inexistentes o irrelevantes, y las izadas de bandera organizadas para los escolares. Rota la conexión de los jóvenes con los valores castrenses al desaparecer la mili, llegó la hora de abrir el Ejército a la sociedad.
Con Modesto se estrenaron en los salones de la Plaza de España con motivo de los grandes actos las discretas pegatinas de protocolo que se colocan sobre las alfombras o directamente en el suelo para indicar el lugar preciso que debe ocupar cada invitado en un acto. Meticulosidad se llama.
En Sevilla ha conocido a varios capitanes generales: Rafael de Valenzuela, Manuel Borra González de Tovar, José Mena, Pedro Pitarch, Virgilio Sañudo, José Ignacio Medina Cebrián, Francisco Javier Varela, Juan Gómez de Salazar y el actual, José Rodríguez.
Padre de dos hijos. Tremendamente bético. Cultiva la amistad con gente muy diferente, con personas radicalmente opuestas en planteamientos sustanciales, pero a él le gustan esos contrastes y presume de ellos. Su pasión no es precisamente el protocolo, pero sí su trabajo. Cualquiera que trate con frecuencia a este orgulloso vecino de Écija sabe que sus verdaderas pasiones son la familia y el caballo. Hace poco murió Emporio, con el que pasaba horas de felicidad. Una enfermedad acabó con la vida del animal. Desde entonces hay quien afirma que Modesto busca caballo. Y llenar el vacío de Emporio no es nada fácil.
Cabezas ha organizado muchos tipos de actos. Todavía recordamos la visita de los reyes a Sevilla con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. Modesto lo preparó todo, hasta los detalles más imperceptibles. Cuando los reyes llegaron a la copa que se sirvió tras el desfile en el Lope de Vega, alguien preguntó: “¿Dónde está Modesto?”. No acudió al acto, se quitó de las fotos tras haber asumido gran parte del trabajo de trastienda. Cuando podía haber estado junto a los reyes en todo momento, hacerse notar incluso de manera justificada, este astigitano desapareció como fue su costumbre en el largo período en Capitanía. Es de los que se dice a sí mismo eso tan andaluz: “Ya estoy yo en mi casa con mi mujer y mi hija”. Y la gente dándose codazos por una foto con don Felipe.
¿Pudo haber ascendido todavía más en su carrera militar? Es muy probable, pero siempre prefirió la logística al Estado Mayor. Vivió en directo el polémico discurso del general Mena, quien no dijo nada del otro mundo en la festividad de la Pascual Militar del 5 de enero de 2006, un acto que no suele pasar de una fotografía en la prensa, pero en aquella ocasión se convirtió en un asunto de interés nacional. Mena planteó que si el Estatuto de Cataluña sobrepasaba ciertos límites –“lo cual en estos momentos afortunadamente parece impensable”– el Ejército estaba preparado para hacer cumplir la Constitución. En la Plaza de España todos conocen quién fue el chivato que avisó a Madrid aquella tarde… Lo saben hasta los leones de bronce de la entrada.
Al teniente general Mena le costó aquella frase ocho días de arresto domiciliario y una jubilación exprés. Llegó el teniente general Pitarch, entonces fiel lector de El País. Modesto se llevó muy bien con Pitarch, quien lo entendió y le dejó hacer y deshacer.
Cabezas tiene un discreto don de gentes sin ser un relaciones públicas, que apuntada está su aversión a los focos. En su paso del Ejército de Tierra a la Junta de Andalucía contó con la ayuda directa del actual jefe de la Futer, teniente general Rodríguez, que sabe del papeleo de recursos humanos porque fue alto cargo del ramo en Madrid. Un amigo es el que te ayuda en una mudanza... o te lleva los papeles.
Es curioso. Modesto ahora se deja ver más. Pareciera que está más feliz y más suelto como responsable del protocolo del presidente Moreno que en el Ejército. Si antes no lo veíamos, ahora contemplamos sus fotos con Ayuso en Madrid o con el mismo Juanma a bordo del Juan Sebastián Elcano. Tal vez la disciplina de San Telmo sea menos férrea, aunque Modesto no pierda su sentido de la disciplina. Se pudiera distinguir entre un Modesto militar y otro civil. Hoy es hasta socio del Aero, el selecto club antes con sede en la Avenida de la Constitución y ahora en la calle Francos.
Hay quienes envidian su proximidad con el presidente, por el que apostó cuando el gobierno de coalición en minoría, y con el que continúa, ahora en una posición personal reforzada, en este período de mayoría absoluta. Es de los pocos que continúa en la curia del Palacio de San Telmo... Pues Moreno ha sido listo y ha movido a muchos de la zona de confort.
Es hermano de Jesús Nazareno de Écija, donde ha sido hasta oficial de la junta de gobierno. La hermandad sí que ha sido un foro donde resolver conflictos y no el protocolo de la Presidencia de la Junta… En su casa del pueblo ha recibido a don Juan José Asenjo, arzobispo emérito de Sevilla, con el que tiene muy buena relación.
La vida...
La vida son recuerdos del colegio de la Sagrada Familia del pueblo, los estudios de Farmacia en la Universidad de Granada mientras se resolvía el acceso a la Academia Militar. La vida es un hermoso acceso directo al altar del Nazareno cuando era teniente de hermano mayor. La vida son días de verano exprimidos en familia en Chiclana, los desayunos durante el año en Casa Moreno y la alegría serena en el rostro de quien escruta todo con la mirada, te pregunta cuándo vas a visitar su pueblo y rechaza muchísimas invitaciones porque su prioridad es clarísima: la familia. La vida es un almuerzo de despedida de su etapa militar celebrado en la intimidad del despacho profesional de su amigo Joaquín Moeckel. A la cita, celebrada en una España triste por la pandemia, acudieron el coronel López Pozas, de tan grato recuerdo en Sevilla, el cabo primero Marcos Salvatierra y, entre otros, sus amigos Luis Miguel Martín Rubio y Ricardo Laguillo. Un hombre metódico, moderado y que puede mostrar cierto ímpetu en ocasiones. Pero su sello siempre es la serenidad, clave cuando el protocolo se tensiona y se producen exigencias de última hora justo antes de comenzar un acto. Tranquilo, siempre tranquilo. Nada es tan importante como la familia. Se busca caballo para montar en Écija. Razón en Modesto, jefe del cuarto militar del presidente de los 58 diputados. Adelante la caballería.
También te puede interesar
Lo último