Sobre la tala de árboles en San Lorenzo: ¿arboricidio o una medida justificada?
Expertos en parques y jardines rechazan la actuación municipal con los 12 plátanos de sombra y opinan que debió hacerse de forma progresiva para evitar que la plaza sea un desierto
La reciente tala de árboles ha dejado la Plaza de San Lorenzo sin sus plátanos de sombra centenarios, que daban cobijo a cientos de pájaros (mirlos, cernícalos, gorriones, estorninos, cotorras y palomas...), una avifauna que formaba cada tarde un espectáculo para los oídos. Para algunos vecinos este coro de pájaros no era tan idílico por los excrementos que caían de los árboles y deterioraban el pavimento.
Lo más grave de estas talas es que el crítico estado de los plátanos (sucede en todo el centro de Sevilla) desaparecidos se debe a malas podas y al corte de sus raíces por diversas obras que ha efectuado el Ayuntamiento a lo largo de décadas.
Este episodio quedará para la historia más triste de la ciudad, como las talas de Espadas en 2018; las que se hicieron en la Plaza Nueva y las avenidas de la Constitución y San Fernando previas al tranvía de Monteseirín (2006) y, años después, en Almirante Lobo con Zoido (2014) para que se viera mejor la Torre del Oro.
Varios años antes (2001), una plataforma de jóvenes se encaramó a los árboles de la Alameda para evitar un arboricidio cuando el PA, socio de Monteserín, quería construir un aparcamiento bajo el bulevar con el apoyo, nada menos, que de 14 asociaciones vecinales del centro histórico, entre ellas la de San Lorenzo.
El Ayuntamiento de Sevilla justifica la tala de los 12 plátanos de sombra con un informe de los técnicos de Parques y Jardines que afirma que seis de ellos estaban en riesgo extremo de caída y su tala estaba justificada, cinco en riesgo grave y uno en riesgo medio; que 11 de ellos se balanceaban por la falta de agarre de las raíces y que se recomienda la tala de todos por la desadaptación que sufrirían al desaparecer los seis en peor estado. El balanceo de los que estaban en riesgo extremo era alto y el movimiento de los cinco graves estaba por debajo de los 10 grados, pero se aconsejaba la renovación integral de toda la arboleda de la plaza por motivos de gestión.
Según las fichas sobre estos árboles colgadas en la web de Parques y Jardines, estos plátanos sufrían “cortes antiguos de raíces”, “desmoches continuados en copa, con antiguos cortes de calibre excesivo y falta de vitalidad del árbol para reponer” las raíces de forma eficiente, además del mal que afecta a los plátanos en el centro de la ciudad: la termita de la madera seca y un lepidóptero cuya larva les afecta.
En el lugar de los 12 plátanos y 5 firmianas se han plantado 12 almeces y 6 grevilleas. La operación se ha consumado con el consentimiento de los dirigentes de la asociación de vecinos de San Lorenzo y de las hermandades del Dulce Nombre, el Gran Poder y la Soledad, a las que el gobierno local reunió previamente para neutralizar las críticas. La asociación de San Lorenzo se queja desde hace años del efecto devastador de los excrementos de los pájaros en las losetas de ladrillo de la plaza y en el mobiliario.
De nada han servido las protestas de decenas de vecinos de esta y otras zonas en las redes sociales y en la propia plaza. La asociación Amigos de los Jardines de la Oliva ha recibido el lamento de 70 personas que querían saber por qué se acaba de golpe con 12 árboles de gran porte. Los ejemplares de otras especies que había junto a los plátanos, cinco firmianas de plantación más reciente, han sido trasplantados a Sevilla Este, a la Avenida del Deporte a la altura de la calle Flor de Gitanilla.
La opinión de los expertos consultados
Sin embargo, dos de los tres expertos en parques y jardines consultados por este periódico ajenos al Ayuntamiento consideran que no se debían haber talado todos los árboles a la vez, sino los que estuvieran en peor situación. Opinan que la tala, tal como se ha hecho, es injustificada y debió hacerse de forma progresiva para evitar el desierto en que se convertirá esta plaza en verano y respetar lo que ha sido la estampa histórica de este lugar. Un tercer experto sí justifica la tala y afirma que esta vez sí se ha demostrado bien con informes el peligro de los árboles.
José Elías, ex adjunto a la Jefatura de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, declara que la situación de estos plátanos es la misma que sufre el 80% de los plátanos más antiguos de Sevilla en el centro, y que no hay razón poderosa para talarlos porque no se van a caer.
“Hay que renovarlos poco a poco para no crear una isla de calor en el centro. No se puede improvisar. Debe estar programado”, afirma Elías, partidario de una sustitución programada, sin arramplar con todos a la vez. Lamenta la desaparición de la sombra que daban éstos porque obliga a esperar más de 15 años para recuperar el frescor en la plaza.
Jacinto Martínez, presidente de la asociación Amigos de los Jardines de la Oliva, defiende que había otras alternativas antes que talarlos y cree que el Ayuntamiento ha dado “las excusas de siempre”. “Hay cirugía arbórea para repararlos y no matarlos. Si había plátanos malos, se podían ir sustituyendo poco a poco sin perder de golpe la sombra ni la estampa histórica de San Lorenzo”, señala desolado por el espectáculo dantesco de la tala.
Ricardo Librero, experto y miembro de la asociación Salva tus árboles Sevilla, sí le da credibilidad al informe de Parques y Jardines sobre el mal estado de los 12 plátanos por considerar que se ha elaborado con tiempo y en profundidad. Apoya la tala de todos los ejemplares y rechaza dejar algunos porque la sombra de los más viejos restaría luz al crecimiento de los nuevos.
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