Sevilla debe pagar 20 millones en 2025 por la nueva tasa de gestión de basura

La mitad de la cuantía de la nueva tasa que el Ayuntamiento tiene que implantar antes del 10 de abril corresponde al nuevo impuesto que penaliza la basura no reciclada que va al vertedero 

El coste de tratar la basura se duplica en Sevilla por el impuesto que penaliza el vertedero

Residuos en la planta de Cónica-Montemarta que da servicio a Sevilla capital y los grandes municipios de la provincia
Residuos en la planta de Cónica-Montemarta que da servicio a Sevilla capital y los grandes municipios de la provincia / C.M.

La gran cantidad de residuos que seguimos llevando al vertedero, en lugar de separar la basura y reciclar en origen, nos va a costar caro a los sevillanos a partir del mes de abril del año que viene. Exactamente el Ayuntamiento de Sevilla ha cifrado en cerca de 20 millones de euros (19,64 millones) la cantidad que tenemos que pagar los vecinos de la capital andaluza desde abril a diciembre de 2025 por la nueva tasa de gestión de residuos que están obligados a implantar todos los municipios españoles antes del 10 de abril del año que viene. 

La mitad de esos casi 20 millones, concretamente 9,88 millones, corresponden al nuevo impuesto que penaliza toda la basura que no se recicla ni separa con el pago de 30 euros por cada tonelada métrica arrojada al vertedero, según el cálculo de los técnicos municipales.

El objetivo de esta nueva tasa es cubrir todos los costes de la basura relativos a la recogida, transporte, tratamiento, campañas de concienciación y vigilancia del proceso de gestión de los residuos.

Desde 2023 el Ayuntamiento de José Luis Sanz estaba pagando esa tasa de gestión de residuos con el presupuesto municipal, sin repercutirla a los ciudadanos, a diferencia de los ayuntamientos de la Vega. Pero Sanz ya no puede seguir como hasta ahora, ya que la ley estatal obliga a que las entidades locales apliquen una tasa específica de residuos antes del 10 de abril de 2025, o de lo contrario se estaría en situación de incumplimiento legal.  

Esta nueva tasa ha sido aprobada por el Gobierno central (regulada por la ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular) para cumplir con el objetivo marcado por la normativa de la Unión Europea para mejorar drásticamente la recogida y reciclaje de los residuos urbanos con vistas a cumplir en 2035 que solo un 10% de la basura de las ciudades vaya al vertedero.  

El gobierno de José Luis Sanz se opone a que se obligue a los ciudadanos a crear esta tasa municipal para alcanzar los ambiciosos objetivos europeos de recogida y tratamiento de residuos. “No estamos en contra del objetivo que marca la UE de mejorar la recogida y tratamiento de residuos y los nuevos servicios que se recogen en la ley 7/2022, pero sí de que se obligue a los ayuntamientos a crear una tasa municipal para alcanzar estos objetivos. La Unión Europea ofrece a los estados miembro diferentes alternativas para ejecutar la directiva europea, pero el Gobierno español ha optado por gravar directamente su coste a los ciudadanos a través de los ayuntamientos”, ha protestado el delegado de Hacienda Juan Bueno. El gobierno de Sanz se propone aprobar en el Pleno de este mes una moción para que el Gobierno de Pedro Sánchez retire la tasa, en sintonía con la postura de la Federación de Municipios y Provincias de España (FEMP).  

Sanz culpa de esta tasa al Gobierno de Pedro Sánchez y promete buscar la forma legal para que esta tasa “tenga el menor impacto posible en el bolsillo de los ciudadanos. Actualmente se están buscando fórmulas para que la estructura del tributo sea equitativa y cumpla con la normativa. También se estudian las posibles bonificaciones”.

La posición de la Federación Andaluza de municipios (FAMP) es que la recaudación de la tasa se quede en las entidades locales, en lugar de recaudarla la comunidad autónoma. “Que el impuesto al vertedero ierta en su totalidad y directamente en las corporaciones locales” para que puedan afrontar de forma solvente la adaptación de infraestructuras y medios de gestión que exige una economía circular y el cumplimiento de objetivos marcados por las normativas, defiende el presidente de FAMP y alcalde de Córdoba, José María Bellido.

Solución: menos basura y separar residuos

En Sevilla y Andalucía estamos lejos del objetivo de Europa de lograr un reciclaje de residuos urbanos del 55% en 2025, del 60% en 2030 y del 65% en 2035 gracias a la producción de menos basura y de separar los residuos en origen.

Siguiendo el principio de “quien contamina paga”, la nueva tasa que penaliza desde 2023 los residuos que van al vertedero y no se reciclan ni separan ha provocado que se duplique el coste de tratamiento de las basuras en Sevilla (y en todo el territorio nacional) y que haya que aplicar una tasa específica de gestión de residuos para afrontar esos mayores costes. 

En Sevilla y los municipios más poblados el 85% de residuos urbanos va al vertedero

En Sevilla capital y los municipios más poblados de la provincia (Dos Hermanas, Alcalá, el Viso, Mairena del Alcor y Carmona) el reciclaje de residuos sólidos urbanos ronda el 15%, y se trabaja para llegar a un 30%. Por eso los costes derivados del nuevo impuesto al vertedero son altos.

El centro de tratamiento de residuos Cónica-Montemarta gestiona los residuos de Sevilla capital y los municipios más poblados citados: nada menos que 650.000 toneladas de basura al año, cinco veces más basura que La Vega. El peso de los residuos sólidos urbanos de Cónica-Montemarta que van a vertedero alcanza el 85%, aunque se trabaja para que esta cifra baje a un 70%, según datos de 2024 de Aborgase, la empresa que gestiona la planta. Esta mejora se espera por la aplicación de las últimas tecnologías de separación y a que en el Centro Integral de Tratamiento de Montemarta-Cónica acaban de construir una instalación de tratamiento de residuos, recientemente puesta en marcha y financiada íntegramente por Aborgase.

Aborgase explica este bajo nivel de reciclaje y recuperación de los residuos en la antigüedad de la planta, con casi tres décadas. “La planta en la que operamos, propiedad de la Mancomunidad de los Alcores, es muy antigua (de 1996) y el rendimiento, por lo tanto, es bajo”, explica. El reciclaje de envases en Cönica-Montemarta es superior: se recupera “hasta el 70% (el 30% va a vertedero)”.

Más información en esta entrada de la newsletter semanal La Catenaria: ¿Lograremos que solo el 10% de residuos vaya al vertedero en una década?

 

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