Carta blanca a los patinetes en el transporte público de las grandes capitales

Barcelona es la única gran ciudad de España que prohíbe durante seis meses la entrada de patinetes en sus transportes públicos por los incendios registrados. El auge de los patinetes eléctricos en las grandes ciudades, sobre todo combinados con otros transportes públicos, explica el éxito de estos vehículos de movilidad personal para moverse de forma más ágil. En Sevilla cuatro de cada diez viajeros de las estaciones más céntricas combinan el patinete con el Metro.

Sevilla figura entre las grandes capitales españolas que permiten la entrada de patinetes en los transportes públicos siempre que vayan plegados. En España, otras ciudades como Madrid, Valencia y Bilbao permiten igualmente estos vehículos de movilidad personal en sus transportes públicos.

En Sevilla se admiten plegados en el Metro, en los trenes de Renfe y en los autobuses urbanos. Finalmente no se han vetado en las horas punta en el Metro, pese a que este fue el anuncio inicial de la consejería de Fomento de la Junta. Desde el 1 de febrero se obliga a entrar con los patinetes plegados (se aconseja que se metan en una bolsa) a los andenes y a los vagones de la primera línea en servicio del Metro.

Por ahora, Barcelona es la única ciudad española que ha prohibido temporalmente (seis meses) la entrada de patinetes a todos los transportes públicos debido a los incendios que han provocado. La idea de la Autoridad del Transporte Metropolitano de Barcelona es elaborar una normativa nueva que no suponga un veto a los patinetes.

En Cataluña, el incendio más grave tuvo lugar en noviembre de 2022: ardió un patinete en el interior de un vagón de tren. En enero de este año se repitieron otros fuegos causados por patinetes: el 12 de enero en una vivienda de Hospitalet y el 24 de enero en una tienda de patinetes de Cornellá.

En el resto de Europa, en Londres también se han dado incendios provocados por patinetes en los transportes públicos que han llevado a la autoridad de transporte a prohibirlos.

En París, sin embargo, se permiten los patinetes sin restricción alguna en el transporte público.

Consejo para evitar incendios

Los expertos aseguran que la causa más frecuente de que los patinetes salgan ardiendo se debe a baterías defectuosas o manipuladas, que suelen coincidir con patinetes de segunda mano. O bien carecen de placa que avise de que pueden sufrir una sobrecarga eléctrica o bien su batería de litio acumula un óxido cuando el vehículo circula bajo la lluvia que días después puede generar un cortocircuito.

Desde la asociación de usuarios de patinetes de Sevilla (Ampes) su portavoz Eduardo García explica que "un cargador en mal estado, puenteado, modificado o que no haya pasado los controles de calidad y seguridad necesarios puede fallar igualmente y ser el iniciador del incendio. Una batería en mal estado, que haya sufrido golpes, esté húmeda o mojada, que haya sido manipulada o simplemente que no haya pasado por los controles de seguridad y calidad necesarios puede explotar si es sobrecargada o si se la expone a temperaturas altas".

Ampes recalca que la mejor garantía de los patinetes es que lleven el marcado CE que demuestra que el fabricante ha evaluado el producto y se considera que cumple los requisitos de seguridad, sanidad y protección del medio ambiente exigidos por la UE.

Se desaconseja dejar cargando el vehículo toda la noche por los riesgos que puede suponer.