El aire de Sevilla se hace más limpio
Contaminación | El efecto del confinamiento por el coronavirus
Desde el viernes 13, cuando la Junta activó la emergencia por el coronavirus, se han reducido a más de la mitad las emisiones de NO2, el gas tóxico que genera el tráfico
El confinamiento obligado a cuenta de la crisis del coronavirus está reduciendo de una forma muy significativa la contaminación que genera la circulación el tráfico de vehículos alimentados por gasolina o gasoil (combustibles fósiles) en las ciudades afectadas. Y Sevilla no es una excepción.
Según el Movimiento de Entidades por el Clima de Sevilla, que agrupa a 40 organizaciones y coordinan Eduardo Gutiérrez y Reyes Tirado, la emisión de dióxido de nitrógeno (NO2) y de partículas en suspensión, que son los contaminantes más relacionados con el tráfico, ha bajado de forma exponencial, a juzgar por los datos recogidos desde el viernes 13 de marzo al 20 de marzo en las estaciones de control de la calidad del aire que gestiona la consejería de Medio Ambiente, en relación a los datos de ese mismo mes de 2015 a 2019.
Desde la Red Sevilla por el Clima, su presidenta María Perianes corrobora la disminución de dióxido de nitrógeno (NO2) y de partículas en suspensión en Sevilla en esta semana, y ha comprobado que los niveles de estas emisiones han descendido en las estaciones de Sevilla de Bermejales, Torneo, Parque de los Príncipes, Ranilla y Santa Clara de 6:00 a 11:00 y de 17.30 a 21:00 entre el lunes 16 y el miércoles 18 en comparación con los registrados del 17 al 19 de febrero pasado en esas mismas zonas.
En la estación de la avenida de Torneo, por ejemplo,la mayor bajada del dióxido de nitrógeno (NO2) ha sido superior a la mitad, concretamente de un 62%, justo en esta semana del lunes 16 de marzo al 20 de marzo, con el país inmerso en el estado de alarma decretado por el Gobierno central. Las emisiones de este gas registraron el lunes 16 una media de 13,7 microgramos por metro cúbico, muy lejos de los 35,6 en la estación de Torneo de Sevilla ese día de marzo en los años 2015 a 2019.
El límite máximo recomendado está en 40 microgramos por metro cúbico. Aún más amplia fue la reducción el martes 17, con niveles medios de NO2 de 12,1 frente a los 38,9 registrados entre 2015 y 2019. Los datos de la evolución del NO2 pueden consultarse en la infografía adjunta.
El comportamiento del dióxido de nitrógeno (NO2), el gas más relacionado con lo que sale del tubo de escape de los vehículos, empezó a variar drásticamente el viernes 13 de marzo, justo al día siguiente de que la Junta de Andalucía endureciera las medidas de prevención en la comunidad. Decretó el fin de las clases en colegios, institutos e universidades, y el presidente Juanma Moreno recomendó a los ciudadanos nos quedáramos en casa en la medida de lo posible. Ese viernes las emisiones de NO2 bajaron a la mitad (50%), en relación a los datos de marzo de 2015 a 2019.
El movimiento de entidades por el clima prefiere dar datos sobre las emisiones de partículas (en Sevilla sólo se miden las PM10, de tamaño más grande: 10 micras ) y del ozono (O3) cuando haya cifras de cuatro semanas al menos para que los valores reales no se vean interferidos con las intrusiones saharianas.
Tirado y Perianes señalan que el coronavirus y el confinamiento han traído un drama social y económico, pero señalan que los datos sirven para reflexionar sobre la importancia de reducir el tráfico de vehículos para mejorar la calidad del aire y de aprovechar los incentivos para aplicar medidas que mejoren la salud de los habitantes de las ciudades. Tirado pide al Ayuntamiento que repiense sus políticas de movilidad y de turismo.
Deficiencias en la red de vigilancia ambiental de Sevilla
Las entidades ecologistas y del clima reclaman que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta (hoy llamada de Desarrollo Sostenible) invierta para acabar con las “deficiencias” que tiene en la actualidad la red de vigilancia y control de la calidad del aire de la capital de Sevilla por el escaso número de estaciones de la ciudad que recogen datos y porque no miden todos los parámetros, expone María Perianes, presidenta de la Red Sevilla por el Clima.
La primera carencia, la más grave, es que ninguna de las estaciones de Sevilla mide las partículas en suspensión más pequeñas, de menos de 2,5 micras (las PM2,5), pese a que son las que más afectan a la salud. Sólo se miden las partículas mayores, de 10 micras (PM10) y estas no se miden en todas las estaciones (ni en Bermejales, ni en Ranilla).
La segunda deficiencia es que la estación de los Bermejales desde 2017 ha dejado de medir siquiera las partículas en suspensión PM10, pese a ser la zona con más contaminación, que ha aumentado por el centro comercial Lagoh.
Con fecha 24 de marzo, la dirección del Centro Comercial Lagoh ha enviado un escrito a este periódico solicitando que se rectifique lo afirmado en este artículo respecto a que en Bermejales ha aumentado la contaminación por el centro comercial Lagoh, "ya que no existen datos que confirmen dicho aumento, aún más cuando se confirma en dicha información que la estación de Los Bermejales que mide las partículas en suspensión no funciona desde 2017. El Centro Comercial Lagoh inició su actividad en septiembre de 2019", señala.
La tercera carencia es que los datos diarios que da la Junta en la web no se pueden exportar en bruto, sino que el usuario debe copiarlos uno por uno para manejarlos y compararlos por periodos.
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