Otto Engelhardt, el ingeniero alemán que electrificó el tranvía
Historia del antiguo tranvía de Sevilla
La familia del primer director del tranvía de Sevilla lamenta que se omita su nombre y su aportación a la ciudad en la historia sobre este transporte
La llegada de la electricidad en 1899 al tranvía de mulas que tenía Sevilla fue posible gracias al ingeniero alemán Otto Engelhardt (Braunchweig o Brunswick, Baja Sajonia, 1866), que tiene una calle en la ciudad junto a la estación de autobuses del Prado desde 2018 gracias a la lucha de su familia por rehabilitar su figura.
Nos lo recuerda su bisnieta Ruth Engelhardt (Sevilla 1969), documentalista de profesión, que relata con profundo orgullo los avances que su bisabuelo trajo a la ciudad como director de la Compañía Sevillana de Electricidad, que se hizo con la primera sociedad del tranvía (The Seville Tramways Company Limited) y sustituyó las mulas por energía.
“Mi bisabuelo vino de Alemania a Sevilla en 1894 a dirigir la Compañía Sevillana de Electricidad. Fue una persona muy conocida en su época porque ayudó a modernizar la ciudad e hizo muchas cosas por Sevilla. Lo llamaban “Otto el de los tranvías” por su contribución a la electrificación de este transporte, del que fue el primer director. Después la historia le ha echado esa losa del olvido que continúa y continúa”, se lamenta su bisnieta con tristeza.
El ingeniero alemán quedó retratado para la posteridad el día del estreno del tranvía eléctrico en una foto junto a la Catedral, donde aparece con traje y sombrero de blanco relucientes, con un pie encima del escalón de acceso. La imagen ilustra este artículo. Era el 11 de septiembre de 1899, el último año del siglo XIX, y se estrenaba la electricidad en la línea de la Puerta Osario.
En relación a este olvido de la figura de Otto Engelhardt, la familia se queja de que la obra editada en 2012 sobre la historia del tranvía que divulgó Tussam (125 años de transporte púbico en Sevilla. Del tranvía al metro, de Manuel Galán Eruste y Miguel Cano López Luzzatti) omite el nombre de su bisabuelo y sus esfuerzos para que Sevilla tuviera un tranvía eléctrico, y añade que esa publicación “tiene incorrecciones” y “omisiones” que deben corregirse.
La bisnieta recalca que esos detalles sí están reseñados en los libros anteriores a 2012 sobre el tranvía de Sevilla que escribió Francisco Marín Pereira, que se titulan Aquellos tranvías de Sevilla, editados por este autor en 2006 y 2007. Esta obra da cuenta de “la titánica” contribución de su bisabuelo ingeniero para electrificar toda la red del tranvía y hacerlo pasar por calles muy estrechas.
Ruth destaca asimismo “el buen clima laboral” que había en este transporte antes de los años 30. De hecho, la familia guarda una placa de reconocimiento que los empleados del tranvía le regalaron a Otto porque redujo las horas de trabajo en invierno y también lo homenajearon en 1910. “Esto demuestra que hasta 1916, cuando mi bisabuelo deja la compañía, sí había una buena relación entre los trabajadores y su director”, expone la bisnieta.
Hay otros detalles que no figuran en la obra de 2012, y sí en la de 2006 y 2007. Por ejemplo, que su bisabuelo diseñó el itinerario fundamental de las calles por las que debía pasar el tranvía electrificado y que en su etapa se inaugura la línea del cementerio en 1903. Años después, en 1940, con el ingeniero alemán ya fuera de la compañía, la línea del cementerio se reforma y se numera como línea 13 con una tablilla color gris ceniza con no poca sorna.
Marín Pereira ratifica que es posterior a la etapa de Otto poner un color diferente a las tablillas de cada línea era para facilitar su localización al usuario en una época con gran analfabetismo.
La familia no entiende por qué se relega a su bisabuelo al olvido. “Es incomprensible que no se hable de él. En las publicaciones sobre el tranvía es donde más se le ha silenciado”, señala con desolación.
El alumbrado de la Feria de Sevilla con electricidad fue otra contribución. “Es que hasta el alumbrado de la Feria lo tuvimos en Sevilla por primera vez gracias a mi bisabuelo. Las calles se alumbraban con gas pero en el ámbito familiar se permitía usar la electricidad. Mi bisabuelo propuso que la Feria se entendiera como ámbito particular, no público, y eso permitió que se alumbrara”, explica Ruth, que conoció esta aportación de su bisabuelo por el relato de una persona dedicada a los archivos históricos.
Respecto a la amnesia constante de la ciudad de Sevilla con Otto Engelhardt, la bisnieta cita como detalle de la poca atención municipal que se le ha dado a su bisabuelo lo que sucedió el día de la inauguración de la calle que lleva su nombre, en julio de 2018: no acudió ningún representante del Ayuntamiento de Sevilla. Algunos vecinos se quejaron del cambio de nombre de la calle, un hecho que la familia explica en que no conocen bien quién era Otto Engelhardt. Ruth reclama que se restituya el lugar que debiera tener como “uno de los personajes ilustres de la ciudad”. San Juan, en cambio, sí le ha dado el lugar merecido.
1916, dimisión forzada
Otto Engelhardt era también cónsul honorario de Alemania en Sevilla, por las relaciones comerciales y personales que tenía con la comunidad alemana. Las condecoraciones de esta etapa al servicio de su país, las devolció cuando el nazismo ascendió al poder. La etapa del ingeniero alemán al frente de la Compañía Sevillana de Electricidad y al frente del tranvía acaba abruptamente en 1916, con Europa inmersa en la Primera Guerra Mundial.
Según la familia, tuvo que dimitir de los cargos que ocupaba “por las presiones de los países aliados” aun cuando “era una persona apolítica, pacifista y contraria a la guerra”. Años después fue muy crítico con el fascismo y se manifestó en contra de Hitler, lo que le costó la vida. La familia dice que fue fusilado por las tropas de Queipo de Llano el 14 de septiembre de 1936, a comienzos de la Guerra Civil en España.
Otto vivió con su mujer y dos hijos en la calle San Pablo del centro de Sevilla, en una vivienda de la empresa. Cuando se ve forzado a dimitir se traslada a San Juan de Aznalfarache y se centra en la salud creando un imperio farmacéutico, los laboratorios Sanavida. Sus descendientes siguen morando en Sevilla sin perder la vinculación con San Juan. Su historia se cuenta en el documental Descubriendo a Otto. El cónsul que desafió a Hitler, dirigido por Ricardo Barby y producido por Canal Sur.
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