El tranvía evitará en Nervión 1,3 millones de desplazamientos en coche
Ampliación del metrocentro a Nervión
Desaparecen los aparcamientos en superficie en las avenidas San Francisco Javier y Luis de Morales
Las vías de servicio se convierten en espacios peatonales de hasta 5 metros con zonas verdes y arbolado
El experto Ricardo Librero advierte de tres fallos en el plan para trasplantar el centenar de árboles de la mediana
La obra de ampliación del tranvía a Nervión, hasta la confluencia con Luis Montoto, tiene dos efectos en el barrio: pacificar el tráfico dando más protagonismo a peatones, transporte público y carril bici, y ampliar los espacios verdes, aunque eliminando los árboles y arbustos que hay en la mediana. La previsión municipal es hacer de Nervión un enclave sostenible con una reducción anual de 1,3 millones de desplazamientos en coches privados y 3.025 toneladas menos de emisiones de CO2.
Las calzadas de las avenidas San Francisco Javier y Luis de Morales acogerán el tranvía por el centro, quedando tres carriles en cada sentido para el resto del tráfico (dos para los coches y uno para el bus), más un carril bici (2,7 metros por la calzada). Puede ver en la infografía adjunta cómo es la distribución.
El Ayuntamiento ha confirmado que desaparecen los aparcamientos en superficie que se distribuyen en la actualidad por las vías de servicio. Las aceras y vías de servicio se convierten en espacios peatonales de estancia con una anchura de hasta 5 metros, vegetación y mobiliario.
Desde el gobierno local se argumenta que los que aparcan hoy en esas plazas no son vecinos, sino personas ajenas al barrio que vienen a hacer gestiones, a trabajar o de compras, por lo que con el tranvía ya no tendrán necesidad de traer el coche ni aparcar.
Al igual que se hizo en la Avenida del Greco, esta reordenación de la movilidad busca “ir desviando los flujos de tráfico a vías principales y a algunas secundarias y reconfigurar grandes avenidas en las que el coche tenía un protagonismo excesivo como es el caso de San Francisco Javier”.
El autobús circulará en plataformas reservadas y separadas en los laterales de la calzada.
Los coches cuentan con dos carriles por sentido aunque más estrechos para favorecer “el calmado del tráfico”.
Las intesercciones con Eduardo Dato y Luis de Morales se resuelven con glorietas por cuyo centro discurre el tranvía.
El trazado del tranvía por la mediana conlleva, según el Ayuntamiento, la ventaja de no afectar a los movimientos de entrada y salida de las calles laterales, no perjudicar la circulación de vehículos (el argumento más criticado por expertos en sostenibilidad) y mayor reducción de posibles afecciones por ruidos o vibraciones a las viviendas del entorno.
Corredor verde
Emasesa completará la obra del tranvía con el llamado “corredor verde” que llama #RespiraNervión. Promete dotar al barrio con 396 árboles (86 de nueva plantación) para dar sombra (15.000 m2) en paseos peatonales y 33.240 arbustos y herbáceas que ayude a reducir la temperatura y las radiaciones solares e incrementar la humedad y la avifauna.
Se construirán sistemas eficientes de protección frente a inundaciones y sequía y de adaptación al cambio climático: un Sistema de Drenaje Urbano Sostenible (SUDS) con parterres con zonas de biorretención, alcorques corridos y pavimentos permeables.
Fallos en el trasplante de árboles previsto por el Ayuntamiento
El experto paisajista sevillano Ricardo Librero advirtió ayer de tres fallos en el supuesto plan de trasplante que prevé el Ayuntamiento de Sevilla para los más de 100 árboles afectados por el trazado de esta primera fase del tranvía. Los árboles afectados en total si sumamos la segunda fase hasta Santa Justa son 230.
El primer fallo es la fecha de trasplante. “La clave para el trasplante con éxito está en la fecha de su realización, pero nada se ha dicho sobre el tema. Por la actividad biológica de la especie principal, las Melias de la mediana, ese trasplante solo se podía haber producido este invierno o esperar al invierno próximo, lo que no se va a producir. Si se trasplanta con el árbol en actividad biológica, el éxito de que sobrevivan es mínimo”. La primera actuación de jardinería está prevista a los 6 meses del inicio de las obras, la segunda a los 9 meses y la tercera a los 10 meses, explica.
El segundo fallo se debe al sistema elegido de trasplante. El experto advierte de que “el sistema tradicional de escayolar el cepellón” que el delegada Juan Carlos Cabrera explicó esta semana en el Pleno “se emplea en viveros y en el campo, para garantizar la supervivencia de árboles que no han sido repicados previamente”.
Así pues, avisa Librero, “en este método clásico de trasplante, el escayolado es un proceso en dos pasos que implica dos años para ejecutarlo. Esta planificación en 2 años no existe en el proyecto, por tanto lo que se haga será un paripé si este es el método”, lamenta el experto paisajista.
Este es el proceso que debería incluir el método clásico. “El primer año se excava alrededor del cepellón en invierno (con la especie melia) escayolándole las paredes laterales tras colocar malla de gallinero para sostener el cepellón y armar la escayola, tapando posteriormente la zanja perimetral y podando el árbol para propiciar el crecimiento de nuevas raíces. El árbol permanece con las raíces laterales podadas durante un año, permitiendo la formación de nuevas raíces, mientras sigue garantizándose su alimento con las raíces basales que están intactas”.
“El segundo invierno se completa la operación, abriendo de nuevo el hoyo y cortando, ahora sí, las raíces de la base del cepellón, cerrándolo con la malla y escayola para trasplantarlo. Se garantiza así, que el árbol que ha sobrevivido al primer corte sobrevivirá al trasplante”.
El tercer fallo es el rechazo municipal a usar trasplantadoras. “Las trasplantadoras rechazadas por el Ayuntamiento argumentando las infraestructuras existentes, lo son por la ausencia de interés o confianza en la supervivencia del trasplante y por su mayor coste, por el alquiler de las maquinas. Con trasplantadoras de 3 metros de diámetro se puede garantizar al menos un 90% de éxito, si se hace adecuadamente (preparación previa del arbolado: poda, tratamientos químicos y biológicos, preparación del área de influencia de raíces futuras en superficie, etc.). Debió diseñarse al menos una preparación del arbolado el pasado otoño, para estar trasplantándolo en estas fechas. Optan por un trasplante clásico a medias, llevando los árboles a un vivero para impedir que se haga un seguimiento del éxito del mismo”.
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