La Junta pedirá al Estado que aporte de 330 a 470 millones para el Metro

La consejería de Fomento de la Junta de Andalucía no ha definido aún con exactitud la financiación para el tramo Norte de la línea 3 del Metro que va a pedirle al Gobierno central, pero sí avanza los porcentajes máximos y mínimos que planteará.

Según la información trasladada a este periódico por parte de la citada consejería, estos porcentajes van de un 47% del coste total de la obra como máximo, que es lo que aportó el Estado a la línea 1 del Metro de Sevilla, a un 33% como mínimo, que es lo que el Gobierno central ha aportado en otros metros nacionales.

Así pues, si el tramo Norte (Pino Montano-Prado) de la línea 3 requiere una inversión de 1.000 millones de euros, descontando los 44 millones que valen los ocho trenes de la línea, eso supone que la consejera Marifrán Carazo (PP) va a reclamar al Estado un mínimo de 330 millones de euros y un máximo de 470 millones para comenzar cuanto antes la ampliación del Metro de Sevilla con una nueva línea.

Ahora que se vuelve a ratificar el compromiso estatal para esa financiación, la Junta podrá llevar a cabo su plan para el que ha reservado dos millones de euros en las cuentas de este año. El plan es sacar a licitación este mismo año 2022 la obra del ramal técnico del tramo Norte: los 650 metros de línea que conectan los talleres y cocheras con Pino Montano Norte, la primera estación. Este ramal técnico obliga a construir dos viaductos para salvar los cauces de los arroyos Tamarguillo y Ranilla. Este tramo técnico cuesta 7,5 millones.

La idea es licitar las primeras obras en 2022 con esos dos millones de euros y sacar los restantes 5,5 millones del presupuesto de 2023.

Sin nuevos presupuestos andaluces aprobados para 2022 por el bloqueo de Vox y sin fondos Next Generation para este proyecto, la Junta necesita contar con otras vías de financiación para afrontar los 1.045 millones que cuesta el tramo Norte.

Una de esas vías son los Fondos Feder. La consejería de Fomento ha enviado el proyecto del tramo Norte a Europa por entender que pueden recibir Fondos Feder. No plantea ninguna cantidad de dinero concreta, sino más bien destacar los aspectos sostenibles de este transporte que lo hacen merecedor de estos fondos.

Otra vía de financiación que se espera son los créditos del Banco Europeo de Inversiones, que ha ofrecido ya esta opción, al igual que lo hizo con la línea 1.

¿Vendrá la ministra el 26 de enero?

En teoría las tres administraciones se ven las caras el miércoles 26 de enero en una reunión a tres bandas entre la ministra de Transportes Raquel Sánchez (Estado), la consejera de Fomento Marifrán Carazo (Junta) y el alcalde Antonio Muñoz (Ayuntamiento de Sevilla) sobre el Metro y otras cuestiones pendientes en Sevilla. La cita fue anunciada por el alcalde el pasado día 12 en la presentación del proyecto constructivo definitivo del tramo Norte de la línea 3, pero hasta la fecha la consejera no ha recibido comunicación oficial alguna de esta reunión por parte del Ministerio.

Y habrá que ver si finalmente se cumple la fecha dada por el alcalde o hay cambios. De hecho, a preguntas de este periódico este mismo jueves, el Ministerio de Transportes ha respondido telefónicamente que “de momento no se puede confirmar” la visita de la ministra en esa fecha a Sevilla. Y Espadas ayer tampoco habló de fecha alguna.

50 millones al año

La administración andaluza soporta una elevada carga de gasto anual público por la explotación de la línea 1 del Metro, que gestiona en concesión una sociedad participada en su mayor parte por Globalvía. El gasto es nada menos que 50 millones de euros al año que se consignan en los presupuestos andaluces.

Es tan alto porque ninguno de los cuatro ayuntamientos a los que llega este transporte (Sevilla, Dos Hermanas, Mairena del Aljarafe y San Juan) han pagado un euro por el Metro pese al convenio que firmaron con la Junta en 2002. Las mayores cantidades de ese acuerdo iban a pagar parte de la subvención al billete, ya que el coste real de este transporte es inasumible para repercutirlo en su totalidad al viajero. También se puso sobre el papel que abonarían una parte del coste de la reposición de los servicios afectados por la obra.