“Sevilla debe ser referente en cambio climático para otros ayuntamientos”
María Perianes (Red Sevilla por el Clima) y Reyes Tirado (movimiento de entidades por el Clima de Sevilla)
Las dos mujeres al frente de las organizaciones más activas por una ciudad más verde y sostenible lamentan que Sevilla está haciendo poco, pese a declarar la emergencia climática
Las investigadoras María Perianes y Reyes Tirado, de la Red Sevilla por el Clima y del movimiento de entidades por el Clima de Sevilla (que agrupa a 40 asociaciones), valoran la situación de la ciudad y sus necesidades. Creen que el liderazgo del alcalde Juan Espadas en foros nacionales e internacionales de lucha contra el cambio climático se nota poco en la ciudad.
–¿Cómo está la ciudad y qué le falta?
–María Perianes. Sevilla tiene buenos referentes: en movilidad sostenible el carril bici, y en arbolado, la Expo 92 y su efecto sobre el clima, pero lleva mucho tiempo viviendo de los créditos y es momento de hacer una apuesta importante.
En arbolado venimos de una época oscura por las talas de los últimos años y por una mala gestión del arbolado municipal. Hay que asegurar la supervivencia de los árboles que tenemos, mejorar el mantenimiento de los que pueden estar en peligro por unas malas prácticas y aumentar la cobertura arbórea en las zonas que estarán más afectadas por el calor (Triana y Centro).
–Reyes Tirado. Me preocupa que Sevilla está en la zona cero del impacto del cambio climático, que se notará más en nuestro territorio en temperatura, precipitaciones y subida del nivel del mar de aquí a 30 o 40 años. Para eso nos tenemos que preparar ya y todo el diseño de la ciudad debería enfocarse en esa dirección tanto en mitigación (medidas en Sevilla para paliar esos efectos) como en adaptación. El Plan de Acción por Clima de Sevilla (PACES) aprobado puede servir como una hoja de ruta aunque tiene que mejorarse.
María Perianes: Una sevillana experta en ciencias ambientales
María Perianes (Sevilla, 1982) preside desde finales de 2019 la Red Sevilla por el Clima, integrada también en el Movimiento de Entidades por el Clima de Sevilla. Es licenciada en Ciencias Ambientales y vinculada profesionalmente al sector privado, está especializada en energías renovables, gestión ambiental en la industria, eficiencia energética y consultoría del medio natural. Forma parte además, del grupo de investigación Global Change Research Lab de la Universidad Pablo de Olavide, donde cursa estudios de doctorado sobre adaptación local al cambio climático. Forma parte como voluntaria desde el 2017 de la Comisión sobre gestión de ecosistemas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y ha trabajado como consultora ambiental en Centroamérica.
Reyes Tirado: Una especialista en cambio climático y de Greenpeace
Reyes Tirado (Ayamonte, Huelva 1974) vive en Sevilla y es coportavoz del movimiento de 40 entidades por el Clima de Sevilla junto con Eduardo Gutiérrez de Ecologistas en Acción. Científica del cambio climático y activista, es desde 2006 la titular del laboratorio de investigación de Greenpeace Internacional en la Universidad de Exeter (Reino Unido) y su equipo de trabajo está repartido por todo el mundo. Su trabajo también se centra en la biodiversidad, la ecología vegetal, agricultura y el sistema alimentario. Es doctora en Biología por la Universidad de Sevilla y la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC en Almería e investigadora con beca Fullbright en Standford y Berkeley. Fue la presidenta de la Red Sevilla por el Clima desde su creación en 2016 hasta finales de 2019.
Es verdad que en los últimos años se ha hecho poco en Sevilla, por eso tenemos problemas muy grandes de movilidad, que es la principal fuente de emisiones contaminantes que podríamos atajar para hacer la vida de las personas más saludable. Sevilla es la tercera ciudad de España más contaminada por partículas en suspensión. Se pierde mucho tiempo en atascos en el área metropolitana.
En arbolado, las grandes zonas naturalizables en el entorno pueden ser muy importantes para la adaptación al cambio climático (una gran masa arbórea que nos proteja) y la producción de alimentos ecológicos: Tablada, Parque del Guadaíra y la zona norte. El valle de Sevilla es principalmente agrícola, pero vivimos de espaldas a esa cultura que se podría recuperar.
–En movilidad ¿cuáles son vuestras prioridades?
–R.T. Hay opciones más efectivas para mejorar el tráfico y la contaminación que ampliar el Metro y el tranvía, pero requieren más valentía política: autobuses de tránsito rápido (BTR), que necesitan menos inversión y menos plazo.
Desde el movimiento de entidades por el clima reclamamos tres medidas aprobadas en el PACES: establecer zonas de bajas emisiones restringiendo el tráfico en el centro (Plan respira, antes Plan centro) aunque no se vislumbra cómo se hará y los plazos; carriles reservados para el transporte público en grandes avenidas, y ejecutar el plan andaluz de la bici en Sevilla y su área.
–M.P. La Red Sevilla por el clima apuesta por una solución de aquí a dos o tres años y económicamente viable: tranvibuses eléctricos en plataforma reservada que conecten con el área metropolitana, que genera el 46% de desplazamientos de la ciudad.
Sería bueno una autoridad supramunicipal que coordine las necesidades de movilidad para el área metropolitana, conexiones alternativas al vehículo privado.
El Metro es a largo plazo, mueve una gran cantidad de pasajeros pero depende económicamente de varias administraciones, son infraestructuras caras y no podemos estar esperando 15 años a que Sevilla tenga una opción de movilidad.
–La red ha rechazado el tranvía
–R. T. El tranvía parece la estrella de este mandato pero se ha sometido poco a participación, se lleva por delante 200 árboles de forma innecesaria, conlleva un gasto innecesario en un túnel que se podría evitar.
–M.P. Se plantea cuando estamos a la espera de tener el Plan de Movilidad Sostenible y va en detrimento de medidas menos costosas y más eficaces. Alcosa, Torreblanca y Sevilla Este tienen graves problemas de movilidad. La zona Este tiene una lanzadera pero no es el BTR que se prometió con plataforma única.
–¿Hay conciencia ciudadana de la necesidad de políticas para mitigar el cambio climático?
–M.P. La ciudadanía empieza a entender este problema complejo con incidencia en lo medioambiental y en todas las actividades económicas y sociales. Sin embargo, sobre las medidas de mitigación, la comunicación es clave y procurar que la gente entienda que es factible mejorar su calidad de vida, que hay que aprovechar esta crisis económica para cambiar un paradigma socioeconómico para poner a las personas en el centro.
Las administraciones públicas deberían ser más transparentes y facilitar la comunicación con los ciudadanos cuando hay medidas que pueden tener una contestación social.
–R.T. Llevo trabajando en esto 15 años y veo en la gente una preocupación que antes no existía sobre el cambio climático. En ocasiones hay pánico. Pero nuestros dirigentes no nos explican qué hay que hacer ni qué van a hacer, y confunden. Desde las administraciones se ha hecho poco esfuerzo en explicar el cambio climático.
–¿Qué podría hacer el Ayuntamiento y la Junta?
–R.T. El alcalde es el presidente de la Red de Ciudades por el Clima pero no ha explicado qué significa eso para Sevilla, las medidas que vamos a tomar y el beneficio y el sacrificio que implican. Sevilla podría convertirse en un faro de soluciones (de mitigación y adaptación) basadas en la naturaleza en el Sur del Mediterráneo, donde no hay ningún ejemplo aún, pero ¿qué hemos hecho? De momento poco.
La Junta de Andalucía dice que va a responder al cambio climático con una revolución verde: plantar un millón de árboles y arbustos algunos de ellos en las carreteras. Me pregunto si esto no es casi un engaño porque las emisiones vienen en su mayoría de la quema de combustibles fósiles y mientras no paremos esta quema en su mayor parte esto no se va a poder atajar por mucho que dejemos de usar bolsas de plástico o que plantemos muchos árboles.
–¿A Sevilla le sirve que el alcalde ocupe cargos destacados en la Red de Ciudades por el Clima y en el Parlamento de Ciudades?
–M.P. Es bueno si eso viniera acompañado de una acción coherente en esa línea. De nada sirve ser presidente de la Red de Ciudades por el Clima si Sevilla no es un referente para otros ayuntamientos, que aquí se apliquen experiencias piloto que se pudieran testar en la ciudad y luego ofrecer asesoramiento técnico a otros ayuntamientos más pequeños no tienen esas oportunidades. Toda esa presencia mediática e institucional de Espadas se tiene que aplicar en acciones concretas para la ciudad, si no no creo que tenga mucho sentido.
–R.T. Puede ser muy positivo para Sevilla, pero crea unas expectativas altas respecto a lo que va a hacer la ciudad frente al cambio climático. Y esa expectativa no se traduce en planes de ejecución claros, con presupuestos, con personal, con oficinas dentro del Ayuntamiento que lidien con estos temas complejos y requieren una comunicación y sensibilización y planes técnicos de bastante complejidad.Eso crea un descontento grande en la ciudadanía. Nos quedan tres años de mandato.
–¿Nos sirve tener un Plan de Acción por el Clima y la energía sostenible de Sevilla ?
–R.T. El PACES de Sevilla debería ser un modelo para el resto de ciudades y ahora mismo no lo es, le falta mucho trabajo. En la Agencia de la Energía hay una o dos personas trabajando mientras en la oficina de ecología urbana de Barcelona hay muchísimas.
El PACES prevé la plantación de 10.000 árboles en el viario de la ciudad entre 2018 y 2019, pero los 5.000 árboles y arbustos previstos en 2019 no se consiguieron y no se cuentan los que se talaron. En suma, lo que tenemos en el papel a la hora de la verdad no llega ni al 20 o 25% de lo que se va a hacer. Entonces estamos sobredimensionando lo planificado.
–M.P. El PACES de Sevilla tiene 54 medidas de mitigación, el de Barcelona 221. Estos documentos nos sirven como hoja de ruta pero me preocupan las partidas presupuestarias. El plan de arbolado no tiene presupuesto claro ni calendario de ejecución concreto. Tiene que haber un equilibrio entre la planificación y el cómo y cuándo se va a aplicar. Sevilla tiene suficientes estudios sobre la mesa para saber las medidas que hay que acometer a corto plazo.
–R.T. El plan de adaptación al cambio climático del PACES que hizo Emasesa está bastante bien por las estrategias que plantea. La cuestión es que no figuran presupuestos para aplicarlas, para ejecutarlo. Tampoco hay datos de plazos ni del personal que las va a llevar a cabo. El de mitigación tiene errores y el 90% de las medidas no se han aplicado aún pero se contabilizan como ahorro de emisiones desde 2016.
–Y la participación ciudadana, ¿funciona?
–R.T. En el nuevo mandato de Espadas se ha llevado de forma más abierta y dialogante. Pero queremos que llegue a tener vinculación con las decisiones que se toman y venga acompañada con medidas políticas claras presupuestadas y con planes de ejecución, si no es difícil que avancemos juntos. La ciudadanía en Sevilla está organizada y con muchas ganas de contribuir porque este tema preocupa.
–M.P. Creo que el Ayuntamiento ahora mismo no está preparado técnicamente para articular la participación que se está demandando desde la calle.
–R.T. El Ayuntamiento tiene una persona para lidiar con más de 40 entidades y está desbordada (César Gallardo) porque las propuestas que salen de las mesas de participación requieren un equipo técnico que las tramite, que se coordine con las áreas municipales que deben ejecutarlas, dotarlas de presupuesto...
El alcalde nos prometió que Sevilla iba a aspirar a ser Capital Verde Europea en 2023. La solicitud hay que enviarla en octubre y todavía no se sabe nada. Eso requeriría una oficina de capital verde que empiece a comunicar, a sensibilizar y a planificar con las empresas municipales y departamentos del Ayuntamiento. Eso aún no ha empezado. En el Ayuntamiento tenemos escasez de herramientas y recursos humanos para llevar eso a cabo.
–M.P. La coordinación entre las distintas empresas municipales dentro del Ayuntamiento no es buena. Si entre esas áreas no existe una coordinación adecuada y clara, obviamente la participación tiene un freno.
La participación no sólo es crear estructuras para que la gente dé su opinión y recoger estas opiniones, sino crear una estructura interna que permita canalizar las demandas ciudadanas y las propuestas y los acuerdos a las personas que tienen que ejecutarlas.
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