La cansina pelea electoral por el Metro de Sevilla

La que han liado el Ministerio de Transportes (PSOE) y la Junta de Andalucía (PP) para cerrar un acuerdo de financiación del tramo Norte de la línea 3 del Metro de Sevilla no tiene nombre. Agradecemos desde aquí el esfuerzo de ambas administraciones para cerrar una aportación final, al 50% cada uno, de la nada despreciable cantidad de 1.301 millones de euros al Metro. Pero en adelante les rogamos que eviten a los ciudadanos y a la prensa otra pelea electoral como la que han protagonizado en los largos meses transcurridos desde que se sentaron a hablar el pasado febrero.

¿De verdad era necesario gastar tantas energías en acusaciones políticas mutuas en ambas direcciones? No es casual que hayamos asistido a esta crispación con las elecciones municipales y generales a la vuelta de la esquina (2023). Eso es lo triste.

La denuncia permanente de que el contrario no iba a financiar la nueva línea del Metro ha sido constante desde el inicio de forma cansina. Luego fue la polémica por el uso de fondos europeos estructurales para esta obra, finalmente aceptados por el Ministerio. Más adelante el eterno intercambio de borradores de Madrid a Sevilla, y en cada envío una puya al supuesto adversario político. Y, finalmente, se han enfrascado en la guerra de si los trenes de la línea estaban o no incluidos en los 1.045 millones iniciales que se han elevado a 1.301 millones con la inflación.

Tras escuchar a ambas partes, la acusación a la Junta sobre los trenes no parece justificada. Desde enero de 2022 la Junta ha venido anunciando que el coste del tramo eran 1.045 millones incluidos los trenes. Así se anunció en rueda de prensa con el alcalde Antonio Muñoz y así se metió en los borradores del convenio, aunque sin especificar el desglose de los trenes. El Ministerio de Transportes se ha percatado tarde de esto y ha recordado que en ningún convenio del Metro ha financiado los trenes, sino solo las obras. Tiene razón, pero eso no justifica que se acuse a la Junta de mentir.