La polémica ampliación del tranvía: la afección a los árboles y el túnel marcan el debate
Análisis del proyecto que ha salido a información pública
El capítulo ambiental sobre el arbolado mejora con dos informes de 2018 y con la promesa de trasplantar los 126 afectados, pero Parques y Jardines es pesimista
El túnel de 96 metros de largo y 5 de profundidad por el que se hace pasar al tranvía no cambia
¿Te subes al futuro tranvía? Recorrido virtual de San Bernardo a Nervión
Tras un análisis pormenorizado del proyecto constructivo de la ampliación del tranvía desde San Bernardo a Nervión (1,4 kilómetros), que ha salido a información pública y puede consultarse en la web del Ayuntamiento de Sevilla, concluimos que se ha mejorado uno de los aspectos más polémicos del proyecto: la afección a los árboles, aunque también se dice que hay pocas esperanzas de que estos sobrevivan. Por contra, el proyecto mantiene el otro de los puntos más discutidos: el túnel por el que pasa el tranvía de Ramón y Cajal a San Francisco Javier.
En el capítulo ambiental, por primera vez hay una determinación de trasplantar “con el método más eficaz actualmente” los 126 árboles del trazado, lo cual es una mejora importante. Se va a intentar “en la medida de lo posible” el trasplante de los árboles existentes, reza el proyecto. Los árboles son jacarandas (27), plátanos (13), palmera datilera (6), melias (79) y ficus (1), más varias rosaledas de la variedad sevillana y 15 tuyas.
Sin embargo, hay pocas esperanzas de que estos árboles sobrevivan, sobre todo las 79 melias de la mediana de San Francisco Javier y Luis de Morales, a juzgar por el informe de Parques y Jardines incluido en el proyecto constructivo.
Un segundo cambio del proyecto es que se han reforzado los estudios y planes sobre la afección a los árboles con dos informes nuevos de 2018, el citado de Parques y Jardines y otro de la empresa Eulen que gestiona las zonas verdes municipales (este se cita pero no figura en el proyecto). Nada que ver con el informe ambiental anticuado de 2008 que tenía Espadas cuando se propuso iniciar las obras del tranvía en su primer mandato.
El informe que anticipa el negro futuro del más de un centenar de árboles viene firmado por el técnico de Parques y Jardines Pedro Torrent, con fecha 8 de septiembre de 2018.
El técnico de Parques y Jardines dice de los 79 árboles melias de la mediana, con un perímetro circular medio de un metro y que conforman una galería de sombra, “que si se trasplantaran estos ejemplares evolucionarían de forma muy deficiente, no solo en lo que al aspecto que puedan presentar se refiere, sino en su esperanza de vida y respuesta a futuros problemas estructurales tanto de anclaje como de vitalidad de copa”.
Torrent recalca que la recuperación de estos sería “poco esperanzadora” debido al mal estado que, a su juicio, presentan estas melias: en un “deficiente estado general” por copas pinzadas que favorecen roturas y desgajes de ramas; raíces radiales superficiales por la baja calidad del suelo en que están, y ramas superiores secas.
“El sistema de trasplante propuesto en el proyecto es uno de los más avanzados actualmente, pero cuando se trata de arbolado ubicado en suelos de características muy favorables y con raíces de cierta calidad. En el caso que nos ocupa las condiciones son muy adversas e impedirían la ejecución adecuada del trasplante con la maquinaria propuesta”, concluye el técnico.
Sobre el trasplante, los que están en mejor estado se quedan en la zona de influencia del proyecto. Es el caso de 4 jacarandas de Ramón y Cajal, 2 plátanos y 2 palmeras datileras del bulevar de San Francisco Javier, las rosaledas de esta avenida y de Luis de Morales, y un ficus de San Francisco Javier.
El resto de los árboles no se aconsejan para los laterales del tranvía, sino para llevarlos al vivero municipal o a zonas verdes, fuera del área de influencia del proyecto, donde la caída de ramas sea un riesgo menor.
Especies que absorban más CO2
Para compensar el centenar de árboles que desaparecen de la zona el proyecto prevé aumentar la superficie verde con más árboles que la cifra actual, en los laterales del tranvía; de especies que absorban más la contaminación, y con una plantación con todas las garantías y con alcorques de buena calidad. Un sistema de riego garantizará la aportación de agua en el mes de máxima demanda para regar de 00.30 a 6.00 horas por aspersores o difusión.
La tipuana, por ejemplo, capta más dióxido de carbono CO2 (63,20 kilos al año) que el naranjo (26,76 Kg/año) y que la jacaranda, melia y plátano (las tres captan 40 kilos al año), según los estudios de consultoría y asesoría ambiental incluidos en el proyecto y realizados, en diciembre de 2018, por el grupo de investigación Ecología de la Facultad de Biología de Sevilla liderado por Enrique Figueroa y Teresa Luque.
Otra conclusión de este informe es que los niveles de CO2 y dióxido de nitrógeno (NO2) de esta zona de Nervión son más elevados de lo recomendable puntualmente, por lo que el tranvía debe reducir esos niveles.
La promesa de aumentar la masa arbórea no contenta a las entidades que ejercen una fuerte oposición a este proyecto, desde la Red Sevilla por el Clima, Salva tus árboles Sevilla, Red Ciudadana de Sevilla, Tranvía Verde Sevilla, IU y Participa Sevilla (ambos en coalición Adelante Sevilla) y Equo, por citar las más destacadas.
El viernes 5 de junio se celebró una protesta organizada por varias entidades.
El túnel del tranvía
El túnel por el que pasará el tranvía de Ramón y Cajal a San Francisco Javier es el segundo aspecto más que más controversia causa. En el proyecto constructivo que se ha sometido a información pública el túnel se mantiene, pese a que supone dar prioridad al tráfico motorizado por encima del transporte público.
Si el tranvía viene a reducir la contaminación que causa el tráfico en Nervión y su puesta en marcha evitará que se viertan a la atmósfera 2.890 toneladas de CO2 al año, no parece lógico dejar a nivel de calle a los coches y llevar el tranvía a un subterráneo de dimensiones no menores.
El paso inferior cubierto tiene una profundidad de 5 metros, una longitud de 96 metros y una anchura de 7,8 metros. En profundidad es comparable al paso inferior de Bueno Monreal con la Palmera. La gigantesca estructura podría evitarse haciendo pasar el tranvía en superficie, como en la Glorieta del Prado, donde el tranvía funciona bien en superficie.
El túnel requiere una estación de bombeo de aguas pluviales, ya que no se pueden desaguar en la red de saneamiento debido a la cota en la que está, por lo que hay que llevarlas con una bomba a un pozo existente.
Aparcamientos y otros datos
Otros datos interesantes del proyecto tienen que ver con que el tranvía no va a provocar ruidos (genera 12 decibelios menos que el ruido del tráfico de la zona) pero obliga a medidas correctoras antivibraciones en la zona del edificio Sevilla I.
En aparcamientos hay cambios. Se eliminan los que están en batería de los laterales, que quedan en línea.
En la acera opuesta al centro comercial Nervión desaparecen los estacionamientos para dar continuidad al carril bus, y las zonas de carga y descarga van en las calles perpendiculares.
Se eliminan los giros a la izquierda de acceso a Luis Arenas Ladislao, Rico Cejudo y Luis Montoto.
Para más información sobre el proyecto constructivo de la ampliación del tranvía pinche aquí.
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