La gran cola para entrar en Casa Morales
La Caja Negra
El turismo no entiende de tiempo ordinario
La cola para entrar en un bar a las doce del mediodía
La hora feliz para los sevillanos en El Rinconcillo
Sevilla/Ocho de la tarde de un martes posterior a la Feria. Los viandantes de la calle García Vinuesa se asombran de la cola de espera de turistas que aguardan para entrar en Casa Morales. Es probable que jamás se hayan conocido tantos clientes expectantes desde la fundación del establecimiento en 1850. No solo ocurre en el histórico Rinconcillo, también en este negocio del entorno de la Catedral. Al menos los viajeros están bien orientados, porque Morales bien merece una visita. Otras veces los vemos salivar largo rato ante establecimientos donde otros comen cosas extrañas y que lo mismo podrían estar en Tarragona que Albacete. Estamos saturados cualquier día del año. No hay tiempo ordinario para el turismo. La imagen vale más que cualquier texto. En breve veremos la guía de las tabernas con cola de espera. ¿No había una guía de la Sevilla oculta? Esta es transparente. Y los sevillanos tienen las gran ventaja de que los extranjeros almuerzan y cenan mucho antes que nosotros, luego nos dejan la barra libre tempranito. Aquí cabemos todos, solo hay que organizarse. Y que nos dejen caminar por la acera, claro.
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