Un centro de noche para personas sin hogar a los pies de la Giralda

El Arzobispado y las cofradías impulsan en la sede de Cáritas de Don Remondo una valiente iniciativa como obra social del Congreso de Hermandades

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El Palacio Arzobispal con la esquina de Don Remondo, la calle en la que se instalará ese centro de noche.
El Palacio Arzobispal con la esquina de Don Remondo, la calle en la que se instalará ese centro de noche. / José Luis Montero

Una iniciativa valiente en pleno corazón histórico de la ciudad. La Iglesia de Sevilla abrirá un centro de atención a personas sin hogar a los pies de la Giralda, todo un testimonio en los tiempos que corren. La obra social promovida por el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular consistirá en un ambicioso proyecto de atención a personas sin un techo bajo el que pasar la noche. El centro se abrirá en la sede que la organización Cáritas tiene en la calle Don Remondo. El Ayuntamiento ha comunicado a los promotores de la iniciativa que en Sevila hay registradas casi 800 personas sin hogar. El edificio será adaptado para que las personas necesitadas puedan recibir las primeras atenciones. Se da por hecho que uno de los colectivos principales que será atendido en este centro será el de inmigrantes recién llegados a España con necesidades básicas que cubrir: higiene y un lugar donde pasar la noche. Incluso las primeras noches de estancia en el país. No se trata de un centro específico para inmigrantes, pues Cáritas tiene otros programas de atención para estas personas, pero sí se admite la posibilidad de que se puedan beneficiar de esta inicitiva.

El proyecto se sitúa en el contexto de la intervención del denominado Departamento de Atención a la Grave Exclusión de Cáritas Diocesana de Sevilla y como concreción de la obra social del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, bajo el auspicio del Arzobispado de Sevilla y del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Será un centro al que se deriven las personas que previamente Cáritas decida por medio de quienes actúan en la calle para ofrecer atenciones directas a los sin techo. No será un lugar al que se pueda acceder de forma directa.

Una vez estudiadas detenidamente las diversas opciones y posibilidades planteadas por la Comisión de Obra Social del Congreso, en coordinación con Cáritas Diocesana, la Comisión Ejecutiva del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, con el visto bueno el Consejo del Presbiterio de la Archidiócesis, dio luz verde a la rehabilitación y transformación del edificio propiedad de Cáritas Diocesana situado en la calle don Remondo 15, que reúne las condiciones necesarias para abordar el proyecto con garantías de servicio y voluntad de continuidad en el tiempo.

El arzobispo de Sevilla, durante su reciente visita al papa Francisco.
El arzobispo de Sevilla, durante su reciente visita al papa Francisco. / EFE

Un objetivo fundamental en el desarrollo a largo plazo del Centro será la implicación de las hermandades y cofradías de la Archidiócesis, tanto por lo que respecta al apoyo económico necesario como a la cobertura del voluntariado. Con tal fin, están previstas reuniones con los consejos locales de hermandades de la Archidiócesis, así como con los hermanos mayores y diputados de caridad para trasladarles la información referente al proyecto.

Se trata, por tanto, no de desarrollar una acción específica al hilo de la celebración del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, sino de establecer una línea de colaboración estable entre los consejos locales de hermandades y las cofradías con Cáritas Diocesana, que además cuente con el valor añadido de sensibilizar a los cofrades ante un problema grave y complejo que, especialmente en las grandes ciudades, está alcanzando niveles preocupantes, tanto por el número de personas afectadas (en Barcelona la población censada sin hogar es de 4.800) como por las circunstancias que rodean a este fenómeno que hacen que (salvo en momentos concretos de emergencias climáticas) pase desapercibido para una gran parte de la población. Los promotores de la iniciativa son conscientes de que estos programas de atención son poco agradecidos. Pero tienen claro que sacar a una persona de la calle equivale a una "resurrección".

El Papa Francisco ha dejado claro en sus años de pontificado que quiere cristianos que intervengan en las periferias, que se hagan presentes en zonas donde los cristianos son escasos o están perseguidos, y que actúen en la atención de los que buscan una oportunidad en el mundo o sencillamente se han quedado sin esperanza. El propio Francisco ha viajado a lugares donde la inmigración deja estampas descorazonadoras. “Esto es una vergüenza”, proclamó en la Isla de Lesbos. Sus mensajes son continuos sobre la necesidad de que los Gobiernos de países desarrollados sean conscientes del drama humano que sufren quienes se echan a la mar a la búsqueda de ese futuro mejor. Y por tanto las personas sin techo, que son las que se han quedado sin un futuro digno, son de la máxima prioridad.

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