Póngase a la cola
La Caja Negra
Sevilla/No ha acabado noviembre y ya hay colas para comprar décimos de la Lotería de Navidad. Colas considerables en los establecimientos donde el sevillano y el visitante (quizás habría que alterar el orden) esperan a la intemperie para comprar el décimo. Se busca la suerte aunque haya que esperar más de media hora en plena calle, entre tranvías, bicicletas, patinetes y peatones. Se aguarda la suerte aunque haga frio, aunque la cola se meta en una terraza de veladores y haya posibilidad de comprar el billete por la vía electrónica. ¡No, no, la suerte es un rito que exige sus liturgias! Cave canem. El décimo se debe comprar en la ventanilla, donde siempre, donde los compraron nuestros padres y abuelos. La lotería se cobra, no se regala, niño. Acaso se intercambia. Llévese su décimo de Navidad si viaja a otra ciudad. Más de medio minuto grabando un vídeo de la cola de espera. La suerte se busca. ¿Y si cae? Podemos aceptar la mala suerte o la falta de ella, pero no haberla tenido cerca y saber que la despreciamos. Por eso existe un lotería defensiva. Por si... acaso. Tiene más mérito hacer cola que comprar con un clic. El verdadero desafío de hoy es no jugar a la lotería. Renunciar a esa milésima probabilidad de suerte. Y esperar quizás en otras colas. Pero es un asunto de conciencia. Anda que no.
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