El Lobo sigue aullando en Ciudadanos

Los afines a Juan Marín son los menos votados en las elecciones internas para conformar el nuevo Consejo General, mientras que Fran Hervías, el que fue todopoderoso secretario de Organización de Albert Rivera, consigue colocar a sus allegados entre los más respaldados

Marín en un acto público con Fran Hervías justo detrás
Marín en un acto público con Fran Hervías justo detrás / M. G.

Sevilla/El vicepresidente de la Junta ha vuelto a sufrir otro correctivo en clave orgánica. Marín no termina de despegar dentro del partido, a pesar de que es aficionado a colocar en puestos de confianza a vecinos de su localidad natal de Sanlúcar de Barrameda, ciudad donde fue concejal de gobierno con un partido independiente en un pacto con el PSOE, un partido con el que sigue cultivando las relaciones por lo que pueda ocurrir en el futuro. Lo hace de forma muy sutil, pero lo hace. En política no hay ni amigos ni enemigos para siempre, sino alianzas temporales.

Este pasado domingo finalizaba la V Asamblea General de Ciudadanos con la votación del Consejo General, órgano de gobierno que, entre otras funciones, tiene la de supervisar y aprobar la actividad del Comité Ejecutivo de la que el propio Marín forma parte. En la votación no hubo sorpresas. Entraron los compromisarios de la candidatura oficial de Inés Arrimadas. Pero si se examinan los resultados se pueden extraer conclusiones de interés en clave andaluza. Los afines a Fran Hervías, el todopoderoso secretario de Organización en tiempos de Albert Rivera, acabaron siendo los más votados, mientras que los afines a Juan Marín ocuparon los últimos puestos de la tabla. Marín y Hervías no son precisamente compañeros de romería, ni aficionados a citarse para pasar un día de Feria.

El Lobo de Ciudadanos, como apodó en su día Girauta a Hervías, sigue exhibiendo músculo y mostrando fuerza entre su gente más cercana, a pesar de que se encuentra ya en un segundo plano y de que sufre la oposición que ejerce contra él el propio Marín y el valenciano Toni Cantó. Pero un partido joven como el de Ciudadanos no abundan quienes controlan toda la fontanería de una estructura que montó Hervías casi en solitario por toda España.

La relación de consejeros andaluces elegidos es reveladora. Pablo Cambronero, diputado por Sevilla y muy cercano a Hervías obtuvo 398 votos, por lo que fue el sexto más votado. Le siguen el resto de afines a Hervías, como el portavoz del Ayuntamiento de Sevilla, Álvaro Pimentel, con 397 votos; el concejal de turismo del Ayuntamiento de Granada, Manuel Olivares, con 395 votos; el portavoz del grupo parlamentario de Andalucía, Sergio Romero con 392 votos, al que Marín está deseando laminar del puesto, y el secretario de organización de Almería, Rafael Bretones, con 391 votos, entre otros.

En cambio, al final de la tabla y entre los últimos elegidos están los afines al vicepresidente andaluz, caso del secretario de la Mesa del Parlamento, Julio Díaz, con 347 votos; el alcalde de Porcuna (Jaén), Miguel Moreno, con 348 votos; el alcalde de Granada, Luis Salvador con solo 351 votos, que ha estado años enfrentado abiertamente a Marín, pero que ahora parece ser que ambos están aliados contra Hervías; o la ex dependienta de la joyería familiar de Juan Marín en Sanlúcar, Elena Sumariva, mano derecha del vicepresidente como secretaria de acción institucional de Andalucía, que obtuvo 360 votos.

El consejero más votado fue Manuel García Bofill con 408 votos, presidente de la Gestora de Ciudadanos que estuvo recorriéndose España junto al propio Hervías. Le siguió en apoyos el ex secretario general de los inicios de Ciudadanos, Matías Alonso, con 406. Y seguidamente personas muy cercanas a Hervías como la diputada por Alicante, Marta Martín, con 404 votos; Vicente Castillo con 402 votos y el senador Valenciano Emilio Argüeso. Marín, que estuvo exigiendo el derecho a cuota y a colocar a gente afín en el Consejo General, ha visto de nuevo cómo su gente sufre un correctivo en una votación interna de Cs, mientras la gente del Lobo vuelve a coger fuerza.

La fuerza interna del partido en Andalucía vuelve a quedar del lado de Hervías, aunque Marín siga creando cargos políticos para intentar crearse una red de afines a la que de momento no saca rédito en clave interna.

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