Juncia, romero y Manu Sánchez

La Caja Negra

El humorista conduce el acto de entrega de las Medallas, mata el tedio y se hace con la inmensidad de Fibes

Antonio Burgos, el creador de un modelo de Sevilla

El perfil de José Luis Sanz, alcalde de Sevilla

Las imágenes de la entrega de las Medallas de Sevilla
Manu Sánchez durante la entrega de las Medallas de Sevilla. / JCM

Mañana de juncia y romero. Tarde de buen humor, lubricante de la vida cotidiana, con Manu Sánchez de conductor del acto de entrega de las Medallas de Sevilla. El 30-M fue más que nunca el 30 de Manu. La gala fue un éxito pleno en todos los sentidos gracias al trabajo del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento que dirige el periodista Carlos Crivell Reyes. Más imaginación que recursos. Nunca antes habíamos disfrutado tanto de la celebración civil de esta fecha, dicho sea a pesar de las tres horas duración. ¡Tres!

El humorista de Dos Hermanas fue el alma. Una clave enorme, rotunda y contundente. Pocas cosas más importantes que el buen humor. El acto debió comenzar a las siete de la tarde. Pero se retrasó cerca de media hora. Rojas-Marcos acudió al auditorio de Fibes. Toda una novedad. Alejandro, como se le conoce sin más por los mayores de 45 años, nunca ha querido saber nada de la Medalla de Sevilla que se le ofreció en su día por reconocimiento institucional, ni ha querido ni oír hablar de entrar en el callejero de la ciudad. Pero ayer, como el ex alcalde Zoido, se desplazó hasta ese auditorio que genera una "vibrante atmósfera de plata", según la expresión del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, que cualquier día suena para pregonero a falta de la pregonera que busca el presidente Vélez y sus colaboradores. A lo mejor la respuesta esta en el viento que huele... a canela y clavo. Por cierto, que el pintor Ricardo Suárez estuvo rápido en las redes sociales al plantear que el auditorio sería idóneo para acoger el gran acto del Domingo de Pasión.

Dicen que la clave de la presencia de Rojas-Marcos es que se lleva muy bien con el alcalde Oseluí, quien ha logrado reincorporar a la vida municipal a un ex alcalde que se cotiza muy caro. Sanz suma apoyos por la vía del andalucismo, como hace Moreno, que celebra el Día de la Bandera en el balcón principal de San Telmo. El estilo de Juanma llevado a la Plaza Nueva: no se pacta con Vox y se alterna con Rojas-Marcos.

Un acierto del gobierno recuperar la denominación de Día de San Fernando y orillar la estupidez laicista del Día de la Ciudad. ¿Acaso el 30 de mayo no es la festividad del rey santo al que debemos todo? A las cosas por su nombre. Muy bien proyectar el célebre retrato del monarca al término de la interpretación de la Marcha Real. Qué justas las medallas a Suárez Palomares, el jurista que fue un tiempo concejal y que dimitió con toda elegancia y se fue por la puerta grande (y en un coche de alta gama) reclamando un PSOE español y para toda España. Visionario se llama. Al físico y meteorólogo Maldonado, el nazareno de la Soledad tantas veces sacrificado por su hermandad muchos inciertos Sábados Santos: "José Antonio, no te vistas de nazareno, te necesitamos operativo". Y este señor, que lo es, se quedaba de paisano en permanente consulta con el satélite. Por fin se hace justicia con Garrido Bustamante al premiar su dilatada trayectoria profesional y la autenticidad de su pregón de 1990. Y la medalla más útil es quizás las concedida al autor y productor musical José Abraham, un sevillano del 74. Útil para que se sepa que desde esta ciudad hay quienes escriben y mucho para los grandes artistas internacionales. Como la distinción a los colegios o, cómo no, a la Fundación de Psicopediatría, orgullo para la ciudad.

Protagonista absoluto

Manu Sánchez se hizo con el acto con poderío, creatividad, espontaneidad, una valentía que rima con osadía y que lleva la coletilla de prudente, y un carácter alegremente tronante. Con chispa, gracia, mucha humildad y el crédito que concede tener estilo propio y reírse de uno mismo. Y valiente al, por ejemplo, definir la dualidad de la ciudad como una falacia.

Llamó la atención que se anunciara de forma particular la salida al escenario del alcalde y del presidente del Pleno. Por separado. Con derecho a aplauso de cortesía para cada uno, que era de lo que se trataba, ¿o no?. Cuando apareció Álvaro Pimentel parecía un Clark Kent hispalense a la búsqueda de una cabina en la Plaza Nueva para vestirse de Supermán. Pero Manu lo inundó todo. Emocionó, se rió, hizo reír al alcalde y fue crítico como solo se puede hacer con aquello que se ama, que se quiere porque se conoce y que, por lo tanto, duele, caso nunca mejor dicho de la medalla a Joaquín Egea, que es la medalla al amor por la ciudad, el espíritu crítico y la libertad de denuncia.

El acto nos dejó hermosas intervenciones de Manu Sanchez y verdaderas perlas: "Si aquí tiene tanta gente pinta de tener cortijo, ¿para qué han construido tantos bloques de pisos?". "Sentir orgullo por ser de barrio es la forma que tiene el sevillano de ser un poquito de pueblo". Sublime. Hasta se refirió varias veces a su propia enfermedad, que combate con buenos médicos y sana alegría. El 30 de mayo repicaron las campanas de la Giralda por la mañana y por la tarde lo hizo la emocionante jovialidad de este artista, creativo, actor, presentador, showman... ¿Qué es Manu Sánchez? Un tipo, al fin, al que hay que tomarse muy en serio. Porque el buen humor es algo tremendamente serio .

Antonio Burgos

Primer 30 de mayo sin Antonio Burgos, que ayer hubiera cumplido 81 años. La ciudad llega tarde como tantas otras veces con la concesión del título de Hijo Predilecto al escritor, periodista y creador de un modelo de la ciudad. Bien es verdad que así la quiso y la amó don Antonio. Hemos echado de menos su mensaje al filo de las diez y media de la noche: "¿No le ha parecido usted demasiado largo el acto?". El buen humor todo lo puede, hace reír al alcalde y convierte en gozoso lo largo. Que sea Siempre Así. La Policía Nacional, deportistas, científicos, empresarios, bailaores, una provincia hermana como Jaén... Una bulla bien elegida, bien organizada y mejor conducida. Ya es difícil acabar tan satisfecho después de un acto de tres horas (Carrasco cantó por fin a las 22:20 horas y los himnos se interpretaron a las 22:30) que empezó con media de retraso. ¿Cuándo empezaría la cena encargada por la Hermandad de la Estrella para celebrar su medalla? Las cosas buenas acaban con la noche bien entrada como saben de sobra en la calle San Jacinto. Un alcalde de ruan para un acto de capa. Perdón por la dualidad, Manu.

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