Confirman la condena a la matriarca del “Clan de los Chorizos” por narcotráfico
Estepa
Uno de sus hijos es condenado y otro absuelto porque no vivía en la parcela
Ante la presencia policial disolvieron cocaína y heroína en un cubo de agua
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condenado de cuatro años y medio de cárcel a la matriarca del clan de Los Chorizos de Estepa y a uno de sus hijos por la venta al menudeo de drogas en una parcela donde, además, defraudaron 2.458 euros a Endesa mediante un enganche ilegal de luz.
La sentencia de la Sala de Apelación del TSJA, facilitada a este periódico por su gabinete de comunicación, condena a Consuelo J.R. y a su hijo Cristian N.J., que estaban siempre en el domicilio, y absuelve a otro hijo de la matriarca, José María, condenado inicialmente a la misma pena. Pero, según el TSJA, solo visitaba con frecuencia en inmueble, dato “claramente insuficiente para atribuir la participación en el delito" pues no basta que “pudiera tener constancia de la actividad desarrollada por su madre y hermano”.
Un cuarto acusado, Antonio Manuel P.F., condenado a tres años por hacer labores de vigilancia, es también absuelto por falta de pruebas y Cristian es condenado a una multa de 2.700 euros por el enganche ilegal de fluido eléctrico que había hecho.
El alto tribunal andaluz rechaza el argumento de los acusados de que no se demostró que vendieran drogas en el interior de la finca ya que los policías que llevaban a cabo la vigilancia -entre noviembre de 2019 y febrero de 2020- no podían ver el interior de la parcela.
Por contra, el TSJA dice que la actividad que se llevaba a cabo “era elocuente“ y no se puede extraer otra conclusión del hecho de que cuando llegó la Guardia Civil los acusados “habían tratado de evitar el hallazgo de la provisión mayor de estupefacientes que tenían dispuesta, consistente en 86 gramos de cocaína y 88 de heroína, diluyéndola en un cubo de agua que fue inmediatamente objeto de alerta por el perro detector de drogas que acompañaba a los agentes”.
La autoría de Consuelo y de su hijo Cristian está acreditada pues ambos residían de modo fijo en la vivienda que a la vez servía “de punto de venta estable y organizado”.
La Guardia Civil inició la investigación ante las numerosas quejas vecinales sobre las actividades ilegales que se desarrollaban en el domicilio de los acusados. La madre de la familia acumula dos sentencias recientes por tráfico de drogas: una de 2017 a un año y tres meses de prisión, y otra de 2019 a un año y seis meses de cárcel, por lo que la sentencia le aplicó la agravante de reincidencia.
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