Un testigo clave con una "obsesión enfermiza"
Macrocausa de Invercaria
La acusación particular que ejerce Invercaria carga contra el denunciante del caso, Cristóbal Cantos, al que tilda de “opinador” y advierte de su “concertación” con la acusación “política del PP”
Cristóbal Cantos fue el director de Promoción de Invercaria que destapó el supuesto escándalo, al más puro estilo de los whistleblowers –los alertadores de irregularidades–, y que acabó siendo investigado en varias de las piezas en las que se ha dividido la macrocausa. Cristóbal Cantos está citado a declarar precisamente este lunes como testigo en la Audiencia de Sevilla, donde se celebra el primer juicio de Invercaria por el préstamo de 100.00 euros concedido a aceitunas Tatis.
Su declaración se produce tan sólo unos días después de que la acusación particular que ejerce la entidad Inversión y Gestión de Capital Semilla de Andalucía (Inverseed), la heredera de la sociedad pública andaluza de capital riesgo Invercaria, haya presentado su escrito de conclusiones provisionales en el que reclama el archivo de otra de las piezas de Invercaria, en la que están procesados tres ex presidentes de esta sociedad por el préstamo a la productora granadina Kandor Graphics.
En el escrito de conclusiones, Inverseed (Invercaria) carga contra el denunciante, el ex director de Promoción Cristóbal Cantos, al que no duda en calificar como “opinador” más que como un testigo fiable y advierte de su “concertación” con la acusación “política del PP-A”.
Dice la letrada que Cristóbal Cantos, además de que no es un testigo sino “sólo un opinador”, carece de “cualquier credibilidad por adolecer de una obsesión enfermiza contra los investigados y contra la propia entidad Invercaria, que le ha movido desde siempre, en éste y en otros órganos jurisdiccionales a tergiversar los hechos y a fabular irregularidades que no existen”.
Señala asimismo que Cantos ha sido investigado y acusado en otras piezas de la macrocausa en relación con cuestiones e inversiones en las que intervino, como la denominada pieza de Personal y la de Juana Martín, “en las que su testimonio no fue considerado esclarecedor sino todo lo contrario”.
Un juzgado de lo Social desestimó la demanda de Cantos en la que solicitaba que se declarara nulo su despido por haber sido “coaccionado” para la elaboración de supuestos informes falsos por la dirección de Invercaria, y en este sentido, un juzgado de lo Penal absolvió a la ex presidenta de Invercaria Laura Gómiz de las coacciones graves que le atribuyó precisamente Cristóbal Cantos, de quien la sentencia llegó incluso a decir que preparó las grabaciones “para conseguir las respuestas que precisaba”.
Invercaria recuerda otra sentencia, esta vez del juzgado de Primera Instancia número 15 de Sevilla, en la que además de desestimarse las pretensiones de Cantos, esta vez frente a los que fueran sus abogados, “se pone de manifiesto por el juzgado la evidente existencia de una concertación entre el testigo y la acusación política del Partido Popular y que inicialmente contrató los servicios de tales letrados para intentar, afortunadamente sin éxito, ejercer la acusación particular en la presente causa”, añade el escrito de Inverseed.
"Interesada, segada y tendenciosa opinión"
En alusión al préstamo a la productora granadina Kandor Graphics, precisa que Cristóbal Cantos no participó en esta inversión y ni siquiera prestaba servicio ya en Invercaria cuando se otorgó el último préstamo ordinario, por lo que lo que declara “no es su vivencia o conocimiento de los hechos, sino su interesada, sesgada y tendenciosa opinión sobre los mismos” porque “por obvio que parezca, resulta necesario recordar que los testigos no opinan”.
Cristóbal Cantos acude este lunes a la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla para prestar declaración en la causa contra el ex presidente de Invercaria Tomás Pérez-Sauquillo por las ayudas concedidas a Aceitunas Tatis.
El escrito de Invercaria en Kandor Graphics se pronuncia asimismo sobre uno de los aspectos que se están debatiendo en este primer juicio respecto a si la empresa de capital riesgo contaba con un manual sobre cómo debían de realizarse las inversiones. En cuanto al plan director de Invercaria, que fue aprobado en la segunda reunión del Consejo de Administración de Invercaria, Pérez-Sauquillo insistió en que se trata de “una iniciativa” de Cristóbal Cantos, pero alegó que era un “documento interno”, un “plan estratégico”, un “borrador para su supervisión”.
En su escrito Invercaria avala estas afirmaciones, al afirmar que la empresa no está sujeta en el ejercicio de su actividad “a procedimiento administrativo alguno y el plan director 2005-2008 no es una norma de obligada observancia”, sino que se trata de una sociedad mercantil regulada por la ley de sociedades de capital y por sus estatutos sociales.
El plan director, añade, “no es más que un documento del plan estratégico de la sociedad cuya virtualidad jurídica se limita a una serie de contenidos de carácter interno, inserto en el ámbito de la autorregulación del consejo de administración de una sociedad mercantil”, pero “no puede afirmarse con un mínimo de rigor jurídico que el incumplimiento de un plan director constituye un indicio de la concurrencia” de delitos.
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