La estafa redonda
Compraventa de coches
Juicio contra un hombre que vendió un coche con vicios ocultos y usurpando la identidad del primer propietario
Una joven 19 años buscaba en internet un coche de segunda mano y buen precio con la ilusión de estrenar con él su carné de conducir. Lo que no sospechaba era que iba a toparse con Álvaro S.R., que le entregó el coche con el motor de arranque estropeado, más caro de lo que le había costado a él y haciéndose pasar por quien había sido el dueño original del coche durante nueve años.
La pesadilla tuvo un nuevo episodio este pasado viernes en el juzgado de guardia de Sevilla, donde el acusado, que inicialmente había accedido a someterse a un juicio rápido, declaró al juez que no reconocía los hechos.
Todo empezó en marzo de 2019, cuando la joven se compró un coche Ford Focus de segunda mano ante la perspectiva de aprobar pronto el carné de conducir (lo que ocurrió mayo de ese año). Su primer propietario lo había comprado en 2010 en un concesionario oficial y nueve años después, en enero de 2019, se lo vendió al ahora acusado por 2.000 euros.
Éste a su vez lo anunció en internet y en marzo de 2019 se lo vendió a la denunciante por 3.150 euros, aunque la joven no lo usó hasta que el 17 de mayo se sacó el carnet de conducir.
En el contrato de compraventa el acusado utilizó los datos del primer propietario e imitó su firma, por lo que el abogado Fran Peláez, del despacho PenalTech, lo denunció por presuntos delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de estado civil.
Según su denuncia, “desde el primer momento en que empezó a utilizarlo surgieron fallos mecánicos en el vehículo”, la dueña lo llevó a un taller y le diagnosticaron una avería del motor de arranque, siendo precisa su reparación y la corrección de la pérdida de agua por un montante de 1.288 euros.
Una primera demanda civil quedó en suspenso a la espera del juicio penal
El abogado se puso en contacto con el primer propietario del coche por burofax, a lo que éste contestó que si bien era cierto que en un primer momento había sido titular del citado vehículo, lo había vendido en unas condiciones “que nada tenían que ver ni respecto a la fecha, ni respecto al precio ni respecto al comprador”.
Pese a ello la joven llegó a poner una demanda de juicio verbal ante el juzgado de primera instancia número 19 de Sevilla que, a la vista del procedimiento penal abierto, las dos partes solicitaron dejar en suspenso a la espera de la resolución en la vía penal.
El atestado de la Policía confirmó la suplantación una vez comprobados el número de teléfono con el que se ponía en contacto a la compradora, la caligrafía de los dos contratos, la firma “mal ejecutada por el falsificador” y su identificación fotográfica.
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