Vídeo: Así robó Ángel Boza, miembro de la Manada, unas gafas de sol en unos grandes almacenes
Exclusiva | El delito que devolvió a Ángel Boza a prisión
En menos de cinco minutos, Ángel Boza entra en la óptica, se prueba un par de gafas y se marcha con una de ellas, tras quitarle el mecanismo de protección.
El vídeo dura exactamente cuatro minutos y 44 segundos. Ése es el tiempo que el miembro de la Manada Ángel Boza estuvo en la óptica de El Corte Inglés de la Plaza del Duque, donde se apoderó de unas gafas de sol valoradas en 148 euros, un robo por el que está en prisión provisional desde el pasado 2 de agosto, dado que en la huida fue perseguido por varios vigilantes de seguridad del establecimiento y algunos resultaron heridos al ser acometidos por el joven.
En el vídeo, al que ha tenido acceso en exclusiva este periódico, se observa cómo Ángel Boza entra con tranquilidad en la óptica -a las 19:26 horas del pasado 1 de agosto, según recoge el reloj de la grabación-, donde en ese momento hay dos dependientes, uno de ellos atendiendo a un cliente y otro haciendo una consulta en un ordenador. Boza, que viste pantalón corto y va en chanclas, se dirige a los expositores de las gafas y tras echar un vistazo, comienza a probarse algunos pares.
En algún momento aparece un tercer empleado del centro comercial. Boza no se dirige a ninguno de ellos en ningún instante para interesarse o preguntar por alguna de las gafas.
El joven fue observado por vigilantes de El Corte Inglés a través del sistema de videovigilancia cuando se apoderaba en el departamento de Óptica de unas gafas de sol de la marca Oakley. Les arrancó la alarma antihurto y las ocultó bajo un pantalón corto que vestía. Según el auto de prisión dictado por el juzgado de Instrucción número 16 de Sevilla, que investiga el caso, “al efecto de lograr su propósito intentó causar confusión dejando sus propias gafas de sol en un expositor”.
En el vídeo se ve cómo sale del establecimiento con la misma tranquilidad, en menos de cinco minutos, siendo entonces perseguido por los vigilantes de seguridad que habían detectado el robo. Al ser interceptado por dos vigilantes, Ángel Boza “aceleró violentamente, dio un volantazo, llegó a invadir el carril contrario del parking” e impactó en el costado del cuerpo del vigilante, ocasionándole lesiones. La forma en que ocurrieron los hechos permite calificarlos “indudablemente como un robo violento”, con una pena aparejada de entre dos y cinco años de cárcel, señala el juez en el auto de prisión.
Boza se hallaba en ese momento en libertad a la espera de que se resuelvan los recursos contra la condena de nueve años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento a una joven en los Sanfermines de 2016.
Su abogado defensor, Agustín Martínez,Martínez Becerra, considera que de las declaraciones ante el juez de los vigilantes se desprende que la sustracción de las gafas no fue un robo violento -con una condena aparejada de dos a cinco años de cárcel- sino un hurto de menos de 400 euros, por lo que la condena correspondiente sería una multa, por lo que va a solicitar a finales de agosto la puesta en libertad de Ángel Boza.
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