Magtel echa la culpa a la prensa y lamenta que la Junta la trata "con más exigencia que a empresas de fuera de Andalucía"
Juicio por la mina de Aznalcóllar
Los hermanos López Magdaleno niegan cualquier trato de favor de la Administración en el concurso de la mina de Aznalcóllar
"Estoy más interesado que nunca en el proyecto", asegura Mario López Magdaleno
Un alegato sobre la acusación de Emerita contra los funcionarios de la Junta de Andalucía: "Todo es una mentira tras otra”

Los propietarios de la empresa cordobesa Magtel, los hermanos Mario e Isidro López Magdaleno, han sido los grandes protagonistas de la sexta jornada del juicio por el concurso de la mina de Aznalcóllar, que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla. Fueron ellos, a través de Minorbis, los que lo ganaron en detrimento de Emerita, que ahora los acusa de pervertir aquel proceso, conseguir un trato de favor de la Administración y obtener una adjudicación que en realidad era para el Grupo México, que oficialmente apareció como su apoyo financiero. Los dos acusados han negado todos esos extremos, hasta el punto de afirmar que la Junta de Andalucía "siempre" los ha tratado "con más exigencia que a una empresa de fuera" de la comunidad. Y ya de paso han culpado a los medios de comunicación de que no hayan subido su aportación económica a la empresa que gestionará la mina, cifrada en un escuálido 2,69%. El argumento es que "los bancos paralizaron todo" cuando surgieron las noticias sobre la denuncia del concurso.
El grueso de la declaración ha corrido a cargo de Mario López Magdaleno. Durante cerca de una hora, este encausado ha desgranado el origen de su interés por la minería, distintos aspectos técnicos del anteproyecto y el proyecto de investigación que presentó Minorbis al concurso, su no relación con los funcionarios de la Junta que valoraron su oferta y otros detalles de su unión con el Grupo México. Isidro, en cambio, se ha limitado a ratificar todo lo que ha declarado su hermano, así que este segundo interrogatorio ha quedado ventilado en un par de minutos, tirando por lo alto.
Lo primero que ha hecho Mario López Magdaleno es explicar que Magtel nació en 1989 para dedicarse a la energía, las telecomunicaciones y el agua. Después entró en el mundo de las renovables y también creó un operador ferroviario al que la Unión Europea le ha adjudicado la construcción de un Corredor Atlántico desde Algeciras a Zaragoza que sacará unos 50.000 camiones diarios de las carreteras del país. El encausado ha completado este minicurrículum calculando en "700 u 800" los empleos directos que genera el grupo, en el que ambos hermanos son los únicos accionistas y "trabajadores desde el principio".
El interés de Magtel por la minería empezó "en 2011 o 2012". Por tanto, "bastante antes del concurso", que se convocó en 2014. "En Andalucía tenemos la suerte de que de toda la vida de Dios ha habido tradición minera", ha recordado López Magdaleno. Y ahí nació Minorbis. "Cada vez que entramos en un sector, montamos una empresa vehículo independiente que no perjudique al resto de sociedades del grupo", ha explicado. El objeto social de Minorbis fue "sólo minería" y dispuso de una plantilla propia. "Gran parte de las personas de Minorbis pasaron después a Minera Los Frailes", ha apostillado. Esta última empresa es la "sociedad de propósito específico" que Magtel y México constituyeron después del concurso para gestionar la mina.
El siguiente capítulo ha sido el porqué de la unión con el Grupo México. "Sabía que nosotros no teníamos capacidad, pero era una oportunidad única para entrar en el sector. No teníamos ni capacidad técnica ni financiera para abordar un concurso de esta dimensión", ha reconocido. Por eso, "al igual que se hace una UTE o una sociedad para hacer una carretera", buscaron un socio que los respaldase económicamente. De hecho, contactaron "con diez o doce empresas", pero "a ninguna le interesaba".
"No me vine abajo", ha contado el procesado. Y a través de Deloitte acabaron encontrando al Grupo México. "Los mexicanos valen 60.000 millones en la Bolsa. Telefónica vale 15.000", ha puesto de ejemplo para recalcar el tamaño de su "aliado". "Y encima hablan español", ha destacado.
Minorbis y México firmaron entonces el llamado "memorándum de entendimiento", en el que daban cuenta de su presentación al concurso, la primera como licitadora y la segunda como "aportadora de solvencia". "Ellos tenían mayoría y nosotros, minoría", ha admitido López Magdaleno. En porcentajes, Minorbis o Magtel tenía el 2,69%. Por eso, entre otros motivos, la acusación ejercida por Emerita considera que la auténtica licitadora era México.
"Es poco, por supuesto que teníamos capacidad para más", ha matizado el acusado, que además ha recordado que Minorbis se quedaba "el derecho de tanteo" para cualquier obra en la mina y que adquiría "el compromiso de llegar al 20%" de Minera Los Frailes. ¿Y entonces por qué no aumentó su participación ni entonces ni en los diez años que han transcurrido desde el concurso? Aquí es donde el copropietario de Magtel ha matado al mensajero: "El concurso se adjudica en febrero de 2015 y teníamos 90 días para asumir el proyecto. En esos 90 días, el tema saltó a los medios de comunicación y eso hizo mucho daño al Grupo Magtel. Los medios, movidos no sé por quién, incentivaban... Salía en los telediarios, en las portadas... Y de buenas a primeras los bancos paralizan todo hasta saber qué estaba pasando con la mina de Aznalcóllar", se ha explayado.
"A mí me daba igual el tema de la mina. Lo que quería es que no me echaran abajo todo lo que había montado durante 25 o 26 años", ha añadido, en alusión tanto a la reputación de Magtel como a "las familias" que vivían de su trabajo en las distintas empresas del grupo.
Diez años después, con la confianza de que el juicio "va a poner a cada uno en su sitio", López Magdaleno ha hecho un llamamiento al futuro de Minera Los Frailes. "Estoy más interesado que nunca en el proyecto", ha proclamado. Y ha agregado que aumentará el porcentaje de Magtel "cuando pase esto", no sin antes resaltar que han puesto "50 y tantos millones de euros, mínimo, en estos diez años de trabajos sin parar".
A continuación, su letrado le ha preguntado directamente si existió tráfico de influencias con el Gobierno autonómico o si Magtel recibió algún trato de favor. "Nunca lo he tenido en nada, al contrario. La Junta de Andalucía siempre nos ha mirado con más exigencia que a una empresa de fuera de Andalucía", ha respondido. Es más, ha calculado que su conglomerado factura "solamente uno o dos millones de euros al año" a la Administración. Eso supone "el 1%" de su total anual.
Por eso ha considerado López Magdaleno que la acusación de que quisieran dar un pelotazo con la connivencia de los políticos es "totalmente no verdad", expresión que se puso de moda en la víspera después de que Emerita pidiese a otro acusado que dejase de decir que su escrito de acusación era "todo mentira". El chascarrillo del empresario ha sido recogido con sonrisas cómplices por los funcionarios igualmente acusados.
En recuerdo de Francisco Baena Bocanegra
El abogado de los hermanos López Magdaleno, como detalle digno de mencionar, ha comenzado su alocución recordando la figura de Francisco Baena Bocanegra, un icono de la abogacía sevillana fallecido el pasado 2 de abril, aprovechando que se trataba de su primera intervención en el plenario desde la muerte de su insigne compañero y "maestro". "Seguro que desde el cielo nos seguirá guiando", ha expresado Juan Carlos Alférez.
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