El juzgado más lento está en Sevilla
El retraso en la Justicia
Los refuerzos que en los últimos años se han efectuado sobre la jurisdicción Social de Sevilla no han podido evitar que en la actualidad sigan fijándose vistas para dentro de tres años
Para cualquiera de nosotros nos resulta muy difícil planear el futuro no ya a medio o largo plazo, sino incluso para la próxima semana. ¿Se imaginan dónde estarán y qué harán el 20 de marzo de 2025 a las 10:45 horas? Seguro que no tienen ni la más remota idea. Nadie tiene una bola de cristal ni las supuestas capacidades del vidente Rappel. Pero aunque no se lo crean, sí que hay algunas personas en Sevilla que saben, en principio, dónde estarán ese concreto día y a esa concreta hora. Si Dios quiere. Ese día algunos estarán en un juzgado de lo Social de Sevilla, compareciendo en un juicio por una demanda laboral, en concreto, por una reclamación de cantidad que llegará a juicio tres años después de haberse iniciado el procedimiento. Un nuevo récord para una jurisdicción de lo Social de Sevilla que, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años, sigan fijándose juicios con una demora que sin duda saca los colores a propios y a extraños.
La citación ha llegado esta misma Semana Santa al despacho de Nertis ETL Global, cuyo departamento laboral dirigen Carlos Aretio y Borja Moreno. Ambos letrados están convencidos de que España podía tener “uno de los mejores sistemas judiciales de la Unión Europea, y por tanto del mundo; pero en todo caso está en muchos casos colapsado por la falta de medios dispuesta por otras administraciones que, incomprensiblemente, rigen sobre la Administración de justicia”.
Carlos Aretio y Borja Moreno recuerdan que la Constitución Española recoge como un derecho fundamental de los ciudadanos, en su artículo 24.1, el obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses. “Ello supone no un derecho a ver estimada sus pretensiones, evidentemente, pero sí a que se dé por el sistema judicial una respuesta fundamentada en tiempo y forma, a sus expectativas de derecho y a su legítimo interés, frente a los de terceros”.
La satisfacción de esas expectativas y el cumplimiento del derecho fundamental no se agota con la forma; esto es, con la respuesta judicial atendiendo a las normas y garantías que rigen para un procedimiento judicial. “Por ello, si la Justicia llega tarde, siempre será menos justicia”.
La situación, como bien señalan desde el despacho Nertis ETLGlobal, requiere dotar de medios técnicos y humanos a la administración de Justicia, “el hermano pequeño y marginado de los tres poderes del Estado, cuyo arrinconamiento deriva tristemente en la insatisfacción de los ciudadanos y contribuyentes”.
Carlos Aretio y Borja Moreno explican que para combatir estas situaciones intentan normalmente mantener una postura de “cercanía a los juzgados y tribunales, con el fin de comprender y buscar soluciones a este tipo de situaciones, tales como intensificar las vías de transacción o acuerdo cuando sea posible, así como la solicitud, prestando facilidades a los juzgados, para la gestión de su apretada agenda, estando pendientes de otras suspensiones, desistimientos y transacciones que generen la oportunidad de acelerar los plazos procesales”.
Por el momento, no se han notado como deberían ni los refuerzos que desde la Sala de Gobierno del TSJA han impulsado en los últimos años, ni la entrada en funcionamiento, en febrero pasado, del juzgado de lo Social número 13 de Sevilla, que se ha creado precisamente para tratar de aliviar la sobrecarga de trabajo que afecta a esta jurisdicción en Sevilla.
Pero la situación es de tal gravedad que incluso en la web del Consejo General de la Abogacía española se publicó un artículo en el que se calificó al juzgado de lo Social número 3 de Sevilla como “el juzgado tortuga”, en alusión a que se trata del órgano judicial más lento de España, dado que tarda en resolver 36 meses y 3 días, según la plataforma de análisis jurídico Jurimetría.
El artículo recogía una declaraciones del magistrado Francisco Hazas, quien hace unos meses se hizo cargo del juzgado y que aseguraba sobre el retraso que “además de suponer un ataque a la protección de los derechos de los justiciables, cuanto más tarde se señalan los juicios, más difícil es llegar a acuerdos en cuestiones laborales y más complejidad adquieren en asuntos sociales”.
El magistrado añadía que “el cuello de botella se encuentra en el dictado de sentencias” y consideraba que para mejorar la situación era crear nuevos juzgados o unidades judiciales. La creación del juzgado de lo Social número 13 de Sevilla no es suficiente, vista la situación.
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