Se jubila anticipadamente otro de los puntales de la Audiencia de Sevilla
Continúa la diáspora por el colapso de las macrocausas
El presidente de la Sección Cuarta, Carlos Lledó González, se marcha en julio tras cumplir 35 años de servicio en la carrera judicial.
Otros tres magistrados pidieron su traslado a destinos en juzgados unipersonales dentro de la particular diáspora que está sufriendo la Audiencia por el colapso que las macrocausas están generando en las Salas penales.
El cuarto magistrado que se jubila anticipadamente en la Audiencia de Sevilla en los últimos tiempos. El presidente de la Sección Cuarta de la Audiencia, Carlos Lledó González, uno de los puntales de las secciones penales, se marcha voluntariamente tras cumplir los 60 años y con un larga trayectoria de 35 años de servicio en la carrera judicial. Otros tres magistrados han pedido su traslado a destinos en juzgados unipersonales dentro de la particular diáspora que está sufriendo la Audiencia de Sevilla por el colapso que está generando la celebración de los juicios derivados de las macrocausas.
La Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el máximo órgano de gobierno de los jueces, ha avalado recientemente su jubilación voluntaria anticipada que, no obstante, se ha fijado para el próximo 30 de julio de este año.
Se trata del cuarto magistrado de la Audiencia que se jubila anticipadamente desde el año 2019, cuando se marchó la juez María Auxiliadora Echávarri, o los casos más recientes de Juan Romeo y Juan Antonio Calle Peña, quien redactó la sentencia del denominado "procedimiento específico" de los ERE en la que fueron condenados 19 ex altos cargos de la Junta por el pago de 680 millones de ayudas.
A estas bajas voluntarias, hay que sumar la salida hacia juzgados unipersonales de otros tres magistrados que estaban destinados en las secciones Penales: Francisco Gutiérrez, María Dolores Sánchez e Inmaculada Jurado, quienes han pasado a dirigir sendos juzgados de lo Contencioso-Administrativo, de Instrucción y de Menores en Sevilla.
De esta forma, la sobrecarga de trabajo que desde hace años soporta la Audiencia de Sevilla, donde está previsto que lleguen un total de 165 juicios derivados de las macrocausas.
Según fuentes del caso, la salida de Carlos Lledó y de los demás jueces no obedece exclusivamente al atasco y sobrecarga de la Audiencia, sino que está más bien relacionada con una "degradación generalizada del sistema judicial", que ha entrado en una deriva en la que conviene que sean magistrados jóvenes quienes asuman esta carga. "La Justicia se desangra y algunos les están dando anticoagulantes", comentan estas fuentes, que añaden que el sentimiento de "decepción y abandono" que perciben muchos jueces destinados en las Salas de lo Penal exige que se hubieran realizado desde hace años un "planteamiento global" de los problemas de la Justicia.
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, aseguró recientemente que la Audiencia de Sevilla se encontraba en la situación "menos mala" posible, una vez que se ha logrado duplicar el número de jueces de las cuatro secciones penales para que estas Salas puedan "desdoblarse" para la celebración de juicios y agilizar los procesos derivados de las macrocausas.
Carlos Lledó, el magistrado que se va a jubilar anticipadamente, está en la Audiencia de Sevilla desde el año 2008 y preside la Sección Cuarta desde 2020. Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla en 1985, ingresó en la Carrera Judicial por oposición libre en 1987 y obtuvo su primer destino en el Juzgado de Distrito de Osuna (Sevilla).
Ascendió a magistrado en 1989, con destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Fuengirola (Málaga), en 1991 pasó al Juzgado de Primera Instancia 2 de Sevilla y entre 1994 y 2008 fue titular del Juzgado de Instrucción 3 de Sevilla.
Como juez de primera instancia planteó, junto con los titulares de otros órganos judiciales, cuestión de inconstitucionalidad de los artículos 33 a 36 de la Ley de 2 diciembre de 1872, de creación del Banco Hipotecario de España, en cuanto regulaba un procedimiento de ejecución hipotecaria singular y privilegiado para dicha entidad.
La cuestión de inconstitucionalidad fue acogida por sentencia de la Sala Primera del Tribunal Constitucional de mayo de 1994 que decretó la nulidad de tales preceptos.
El tercer juicio de los ERE
En la actualidad, Carlos Lledó está presidiendo el tercer juicio de la macrocausa de los ERE, que será posiblemente la última macrocausa en la que intervenga este veterano juez y en la que se enjuician las ayudas de más de 8 millones concedidas a las empresas del corcho de la Sierra Norte de Sevilla.
El magistrado, al resolver las cuestiones previas de este juicio reconoció el galimatías jurídico producido por el enjuiciamiento de los beneficiarios de las ayudas sin que en este proceso se juzgue a los presuntos autores de los delitos de prevaricación y malversación de caudales públicos, tras la exclusión de los ex altos cargos decidida por otro tribunal de la misma Audiencia una vez que fueron enjuiciados en el denominado procedimiento específico.
Carlos Lledó avisó durante la resolución de las cuestiones previas de la "situación sugerente y complicada" que se ha generado por la exclusión de los ex altos cargos, una cuestión que tildó de "gran calado y enjundia jurídica", que puede considerarse, subrayó, como otro de los "posibles efectos perniciosos" de las macrocausas", y advirtió asimismo que "nuestra vetusta ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882 no está absolutamente preparada" para estos macroprocesos.
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