Miguel Carcaño: Del golpe con el cenicero a culpar a su hermano
Diez años del juicio por el crimen de Marta del Castillo
La web de Diario de Sevilla muestra los vídeos con la declaración de Miguel Carcaño en el juicio de 2011, donde confesó que mató a Marta con un cenicero, en una declaración de la que se retractó sólo dos años después
Diez años han pasado desde que Miguel Carcaño prestó declaración en el juicio por el asesinato de Marta del Castillo, que acabó con su condena. En aquella comparecencia, que tuvo lugar el 18 de octubre de 2011 en la Audiencia de Sevilla, Carcaño volvió a confesar que fue él quien mató a Marta de un fuerte golpe con un cenicero en el transcurso de una “acalorada” discusión entre ambos.
El joven volvió a reconocer la autoría del crimen tras haber ofrecido varias versiones anteriores, en las que no dudó en atribuir la muerte e incluso una supuesta violación al por entonces menor Francisco Javier García Marín, el Cuco.
Aunque formalmente Miguel mantuvo esa versión en el juicio, que fue la que finalmente avaló la sentencia de la Audiencia de Sevilla y el Tribunal Supremo por la que cumple una condena de 21 años y tres meses de prisión, el joven volvería a retractarse de esta versión tan sólo dos años después, en el año 2013, cuando realizó un nuevo giro para incriminar a su hermano.
Miguel pasó de admitir la autoría de la muerte de Marta, según dijo, con el golpe del cenicero, a afirmar que fue su hermano Javier Delgado quien acabó con la vida de la joven de varios golpes con la culata de una pistola, versión que es la que ha mantenido intacta desde entonces y es la que la acusación particular que ejerce la familia de Marta está precisamente intentando que la Audiencia de Sevilla permita que se continúe investigando.
La versión que sostuvo en el juicio
En esa declaración ante los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, Miguel Carcaño insistió en que no sabe dónde está cuerpo de Marta del Castillo, algo que negó en las cuatro ocasiones en las que se lo preguntó el fiscal del caso, Luis Martín.
¿Y cómo intenta salvar en esa versión Miguel su desconocimiento del paradero del cuerpo? Pues lo hizo descargando toda la responsabilidad en el que fuera su amigo íntimo Samuel Benítez, quien fue finalmente absuelto junto a los otros dos adultos que fueron enjuiciados en esta vista oral: su hermano, Javier Delgado, y la novia de éste, María García Mendaro.
Así, Carcaño implicó como encubridores a Samuel Benítez y al Cuco, a quien en todo momento se dirigió como “el menor” cada vez que hacía una referencia a él. Carcaño llegó a reconocer que acusó al Cuco de la muerte y de violar a Marta por “venganza”, después de que el menor hubiese implicado a su hermano en los hechos que tuvieron lugar en el piso de León XIII. Carcaño dijo que fue a “echarle más delitos” al Cuco por haber inculpado a su hermano.
Una de las constantes de aquella declaración de Carcaño, como muestran los vídeos del juicio, es la evidente intención de exculpar a su hermano Javier. Todo lo contrario a lo que sucede ahora y desde que ofreció su séptima versión, donde incluso ha manifestado en una carta enviada a la abogada de la familia de Marta que “ya terminó hace muchos años el tiempo de mentir para encubrirlo”.
Ante el tribunal, Miguel afirmó que su hermano se hallaba en el piso de León XIII cuando Marta y él llegaron al mismo, sobre las 20:25 horas del 24 de enero de 2009, pero los tres sólo coincidieron durante unos cinco minutos, puesto que su hermano se marchó del piso de inmediato, según declaró entonces.
Es más, Miguel declaró entonces que “nunca” le contó a su hermano lo que había ocurrido con Marta. “Le mentí en todo momento para no implicarlo, porque me habría intentado ayudar pero también habría llamado a la Policía”, precisó ante el tribunal.
En cuanto a cómo se produjo el crimen, Miguel relató que cuando su hermano se marchó del domicilio, Marta y él comenzaron una fuerte discusión. “Nos acaloramos, me enfadé más de lo normal, cogí el cenicero y le di un golpe”. Miguel dijo que no tuvo intención de matar a Marta, realizando una declaración que trataba de demostrar que había sido un homicidio imprudente y no un asesinato, y negando igualmente la agresión sexual que en declaraciones anteriores había confesado.
El tensiómetro y la silla de ruedas
Tras el golpe con el cenicero, continuó Carcaño en el juicio, “se asustó”, comprobó con el tensiómetro que Marta había fallecido y en ese momento se presentó el Cuco en el piso, con el que habían quedado para ir más tarde de botellona. Miguel le pidió al Cuco que avisara a Samuel, al que llamó desde una cabina telefónica y tan sólo un cuarto de hora después se presentó Samuel con un vehículo –un Opel Astra de color granate–. Trasladaron a Marta en la silla de ruedas hasta el coche, sin envolver el cuerpo en una manta ni en bolsas de plástico. Miguel regresó a la vivienda para limpiar con “amoniacal” su habitación, mientras que acusó a Samuel y al Cuco de llevarse el cuerpo y de su desaparición, lo que justificaría según este relato que él ignorara el paradero del cuerpo.
Según Carcaño, desde la noche del crimen hasta que fue detenido, en la mañana del 13 de febrero de 2009, sólo habló en una ocasión con Samuel, el 26 de enero, cuando ambos estaban prestando declaración como testigos ante la Policía, cuyos funcionarios los dejaron un momento a ambos a solas. “Samuel me dijo que no dijera nada y que no tuviéramos contacto”, subrayó en esa declaración, en la que también dijo que quería que sus dos amigos admitieran su participación en los hechos, al igual que él había asumido su responsabilidad en cuanto a la autoría de la muerte. “Samuel me ayudó. Igual que yo asumo mi responsabilidad, quiero que los demás asuman la suya, lo que hicieron”, afirmó en respuesta a la pregunta que le hizo el letrado de Samuel sobre por qué lo implicó en los hechos enjuiciados.
La reconstrucción de la versión del cenicero
En la declaración ante el tribunal, Miguel Carcaño afirmó entonces que la primera reconstrucción judicial de los hechos realizada en su domicilio, en la que confesó haber dado muerte a Marta de un fuerte golpe con el cenicero fue “la verdad de lo que sucedió” en el piso de León XIII aquella tarde del 24 de enero de 2009. El acusado, que cumple actualmente la condena en la cárcel de Herrera de la Mancha, insistió en que él no se llevó el cuerpo de su casa y aseguraba que, por ese motivo, no podía decir dónde estaba el cuerpo de Marta, porque él no lo sabía.
En el vídeo grabado con esa reconstrucción impresiona ver cómo Carcaño, de forma pausada y tranquila, va relatando al juez cómo cogió el cenicero que estaba sobre la mesa del ordenador y le asestó el golpe a Marta en la sien. En el vídeo, que dura poco más de seis minutos, la que fuera inspectora del Grupo de Menores (Grume) se sitúa en la posición en la que supuestamente se hallaba la joven, cara a cara, frente a Miguel, que va describiendo cómo se produjo la agresión. Carcaño continúa explicando cómo quedó Marta tendida en el suelo, y los movimientos que a partir de ese momento realizó, y la supuesta ayuda que le dieron sus amigos para ocultar el cuerpo.
La sentencia de la Audiencia declaró probado que Miguel Carcaño, el Cuco y “al menos un tercero desconocido” sacaron el cuerpo de Marta en la silla de ruedas y se deshicieron del mismo en un lugar desconocido.
Sin embargo, esta “verdad jurídica” que los tribunales establecieron se contradice radicalmente con la séptima y última versión que Carcaño defiende desde el año 2013 y que es la que la familia quiere que se esclarezca con la finalidad de lograr nuevas pistas que conduzcan al hallazgo del cuerpo, para que la familia pueda cerrar esta pesadilla de la que pronto se cumplirán trece años.
La llamada de Javier Delgado que dejó en evidencia a Miguel en el juicio
Durante la declaración de Miguel Carcaño, la Fiscalía solicitó que se procediera a la audición de una conversación grabada con su hermano Javier después del crimen, en la que éste le informa de que un vecino le había visto de madrugada manipulando la silla de ruedas.
Miguel había negado en su declaración que su hermano le diera esa información, pero la audición reveló que había mentido. En la conversación, sobre las 21:39 del 30 de enero de 2009 –tan sólo seis días después del crimen– el hermano, tras indicarle lo del vecino, le comenta en un tono más indicativo que interrogativo los siguiente: “Tú a la una de la noche estaba en Camas...”, a lo que Miguel responde: “Claro”.
Esta llamada no fue la única en la que el fiscal cogió una mentira de Carcaño en el juicio. En la vista oral se procedió al visionado del vídeo con la segunda reconstrucción judicial de los hechos que Miguel realizó en la tarde del 16 de marzo de 2009, tras haber acusado al Cuco de matar y violar a la joven mientras él presenciaba la escena desde la puerta de su dormitorio sin hacer nada.
Esta versión incluía algunos aspectos tan inverosímiles que el propio juez instructor le indicó a Miguel las contradicciones en las que había incurrido. Carcaño recordó que el juez le había dicho que su versión “tenía muchos fallos”, por lo que decidió cambiar su testimonio y pasó a inculparse de la violación. Pero finalmente la Audiencia de Sevilla descartó en la sentencia la violación porque no había restos biológicos del Cuco en la cama ni en la colcha del dormitorio de Carcaño.
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