Atacar a un policía con la técnica del mataleón es intento de homicidio

Atacar a un policía nacional con la técnica del mataleón puede salirle bastante caro a un individuo que será juzgado en los próximos meses en la Audiencia de Sevilla. Una juez ha procesado por varios delitos, entre ellos el de homicidio en grado de tentativa, a un hombre que, durante la inspección policial de su vehículo, intentó matar a una mujer policía empleando este mecanismo de asfixia que se ha puesto de moda sobre todo en la comisión de robos a personas en plena calle.

En este caso, los hechos se remontan a primera hora de la mañana del 28 de enero de 2023 cuando el investigado, J. M. N. C., se encontraba en un vehículo estacionado en la avenida de Kansas City de Sevilla. El coche estaba parado ocupando los carriles de circulación, lo que llamó la atención de una patrulla de la Policía Nacional. Dice la juez que, en un momento dado y cuando el individuo se había apeado del vehículo, los agentes le requirieron para que abriese el maletero, según relata la instructora en el auto en el que ha acordado su procesamiento por tres delitos: homicidio en grado de tentativa, atentado a la autoridad y lesiones.

El sospechoso reaccionó "con aspavientos" y acto seguido empujó a uno de los agentes, con el que comenzó un forcejo. En ese momento, prosigue el auto, acudió en auxilio de este primer agente su compañera, a la que el acusado, "con ánimo de atentar contra su vida", la agarró por detrás y le realizó la técnica del mataleón, que provoca la asfixia por hipoxia y dificulta la circulación sanguínea hacia el cerebro.

El individuo no paró en la maniobra del mataleón hasta que intervinieron dos personas, un legionario y un vigilante, quienes ayudaron al otro policía a liberar a la agente, pero en cualquier caso la instructora concluye que se puso "en claro peligro" la vida de esta funcionaria policial.

La "duración e intensidad" de la maniobra de asfixia

Tras analizar los hechos, la magistrada considera que hay "indicios racionales de criminalidad" para procesar a J. M. N. C. por los tres delitos mencionados y para ello valora tanto las declaraciones de los testigos que auxiliaron a los agentes, el militar y el vigilante, como los informes forenses que constatan el peligro de muerte de la agente. En este sentido, la juez considera que es "especialmente relevante" la documental médica aportada a la causa, sobre todo el dictamen de los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla, quienes aseguran que "la maniobra ejecutada por el investigado supuso un riesgo vital para la agente en cuestión", y que el pronóstico de la hipoxia, "que es el resultado de la maniobra ejecutada, depende de su duración e intensidad".

Así, añade la juez, la duración de la maniobra fue "toda la que pudo darle el investigado, ya que si soltó a la agente fue por intervención de terceras personas, en plural, puesto que la agente que la acompañaba no se bastó para ello, lo que supuso un riesgo vital" para la funcionaria, insiste.

En cuanto a la intensidad, la conclusión "parece ser la misma, ya que fue precisa la intervención" del otro policía y de los dos testigos, quienes en sus declaraciones coinciden en señalar "la fuerza" que estaba empleado el investigado. De hecho, el sargento primero de la Legión Juan Manuel Serrano Crespo, que fue uno de los testigos que ayudó que contribuyó a salvar la vida a la policía nacional, corroboró en una entrevista con este periódico la gravedad de la situación cuando socorrió a la funcionaria: "Yo noté que la policía tenía la cara prácticamente amoratada, como si le hubieran cortado la circulación. Estaba ya inconsciente, claramente le estaba faltando oxígeno. Le dije a la persona que la tenía cogida que depusiera su actitud, pero no lo hizo. Ya procedí a deshacer ese triángulo de fuerza, ese bloqueo, que tenía sobre ella".

Por todo ello, la juez insiste en que, al existir indicios de la posible comisión de los delitos mencionados, procede decretar el procesamiento del investigado, a quien también ha impuesto una fianza de 5.000 euros para hacer frente a las posibles responsabilidades civiles derivadas de los hechos que se produjeron el día de autos. La cuantía se ha fijado teniendo en cuenta las circunstancias del hecho y las "lesiones y secuelas padecidas por la víctima".

Había consumido alcohol y drogas de diseño

En el momento en que ocurrieron los hechos, el procesado presentaba un cuadro de consumo de alcohol y drogas de diseño que "no provoca alteración cognitiva pero sí afecta a sus facultades volitivas de una manera moderada, con una mayor inquietud, impulsividad, irritabilidad y agresividad", señala el auto de procesamiento.

Como consecuencia de la agresión, la agente a la que le hizo el mataleón sufrió lesiones consistentes en policontusiones, erosiones múltiples y una contractura de las que tardó en curar 60 días, mientras que su compañeró resultó con otras lesiones de las que se recuperó en 15 días.

Con este auto de procesamiento y los delitos que le atribuye la juez, el acusado puede enfrentarse a una importante pena de prisión una vez que los hechos se han considerado como un delito de homicidio –que se castiga con una pena de entre diez y 15 años de prisión–, si bien al tratarse de una tentativa la pena sería inferior, además de las peticiones de condena que podrían sumarse por los otros dos delitos.