Va a renovarse el carné con su hijo y acaba detenido por incumplir una orden de alejamiento

El padre se llevó a su hijo a la Comisaría para completar el trámite administrativo y allí descubrieron que tenía una orden de alejamiento

Un patrullero de la Policía Nacional, en  la Pañoleta.
Un patrullero de la Policía Nacional, en la Pañoleta. / DGP

Hay veces en las que uno piensa que es mejor no haberse levantado ese día. Esto es lo que a buen seguro pensaría un vecino de un pueblo de la provincia de Sevilla que la semana pasada fue a renovarse el carné de identidad a una comisaría de Policía, acompañado de su hijo menor de edad, y acabó siendo detenido por incumplir una orden de alejamiento que tenía contra el chico.

El caso ocurrió cuando el hombre se presentó en la comisaría de la Policía Nacional de Camas para renovarse su carné de identidad. Iba acompañado de un hijo, de unos 15 años. Al parecer, su madre se había marchado de la casa hacía varios meses y los hijos del matrimonio, entre ellos este joven, estaban viviendo con el padre, que además tenía una orden de alejamiento de la familia y que no había puesto en conocimiento del juzgado la nueva situación familiar, según han explicado a este periódico fuentes del caso.E l niño se había marchado ese día con el padre porque quería ir con él a comerse una hamburguesa.

Lo cierto es que, cuando acudió a la Comisaría y dio los datos para la renovación, los agentes comprobaron cómo el sujeto tenía una orden de alejamiento que afectaba a la familia, entre ellos a este hijo. Así que le preguntaron al menor la relación que tenía con la persona que iba renovarse el carné. Y al confirmar el menor que era su padre, los agentes procedieron a su detención, por haber quebrantado supuestamente la orden de alejamiento.

Puesto en libertad

El padre, que había actuado de buena fe al llevarse al menor para que se comiera la hamburguesa, fue puesto a continuación a disposición del juzgado de guardia, donde el detenido expuso los hechos que habían sucedido con la marcha de su mujer del domicilio. La juez de guardia le recordó que tenía vigente dicha orden de alejamiento pero, finalmente, decidió dejarlo en libertad.

El detenido comprobó ese día que, en casos como el suyo, es mejor informar al juzgado de cualquier cambio que se produzca en la situación familiar, sobre todo si, como le ocurría a él, pesaba una orden de alejamiento de por medio. Por lo menos y aunque ese día acabó detenido y ante la juez, el hombre sí que pudo renovar el carné de identidad. Algo es algo.

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