Por un puñado de votos
El fin del Gallardismo
El Colegio de Abogados de Sevilla celebra el próximo jueves las elecciones más reñidas de los últimos 24 años, en las que están llamados a las urnas un total de 7.890 letrados de Sevilla
EL colegio de Abogados de Sevilla vivirá el próximo jueves las elecciones al decanato más reñidas de los últimos 24 años y que pondrán fin a la etapa de José Joaquín Gallardo al frente de la Institución de la calle Chapineros, que ha gobernado durante cinco mandatos consecutivos. Un total de 7.890 letrados –6.322 ejercientes y 1.568 no ejercientes– están llamados ese día a elegir a su nuevo decano entre los tres veteranos candidatos: Óscar Cisneros Marco, Francisco Baena Bocanegra y Silvia Muñoz Valera, quienes plantean opciones diferentes y muy diversas.
Serán a priori unas elecciones muy disputadas en las que no se espera que se produzca lo que ocurrió en las elecciones celebradas hace cuatro años, cuando el entonces candidato José Joaquín Gallardo volvió a arrasar al obtener 2.213 votos, más del doble del segundo aspirante en unos comicios donde sorprendemente hubo hasta cinco candidaturas.
En esta ocasión se estima, porque aquí no hay encuestas de intención de voto, que el candidato que se alce finalmente lo hará por un margen escaso. Por un puñado de votos.
En los mentideros jurídicos se apunta claramente que las elecciones son cosas de dos, Cisneros o Baena Bocanegra, relegando a un tercer puesto a la candidatura compuesta exclusivamente por 18 mujeres que lidera Silvia Muñoz, aunque esta candidatura considera que no se les puede subestimar y recuerdan que aproximadamente el 46% de los colegiados son mujeres.
Y entre Cisneros o Bocanegra, hay quien da ya por vencedor al primero, por ese escaso margen, aunque Baena está apurando al límite la campaña para hacer llegar al máximo número de letrado su propuesta de renovación de la institución colegial.
El voto que puede desequilibrar estas elecciones podría estar en los que algunos ya denominan los antisistema, el sector de letrados que están muy descontentos con la gestión del Colegio, críticos con el Gallardismo, y que consideran que la institución está anclada en el siglo XIX, alejada de los problema de sus colegiados, con una gestión económica antitransparente, un turno de oficio olvidado y en el que, en definitiva, no se defienden los problemas diarios a los que se enfrentan los abogados sevillanos.
Este grupo de letrados, si acuden en masa a las urnas, es el que podría desbancar a la candidatura de Cisneros, que es considerado como continuista con la etapa de José Joaquín Gallardo, dado que este candidato ha formado parte de la junta de gobierno del decano saliente durante dos décadas. Si este sector se moviliza, Baena podría alzarse con el triunfo.
Baena Bocanegra cuenta, en principio, con un hándicap importante derivado de ser un penalista que a lo largo de sus 50 años de ejercicio profesional ha tenido un gran éxito en los tribunales, que ha logrado siempre generar una expectación mediática por los acusados y casos que ha defendido, y eso, en un colectivo en el que el éxito genera muchos celos y envidias, puede hacer que el voto de muchos letrados se decante hacia el perfil más neutro y continuista de Cisneros, que representa al aparato del colegio y al que ven como el sucesor natural del Gallardismo.
Pero la herencia de Gallardo, reflejada en la candidatura de Cisneros, también puede volverse contra éste si se moviliza ese sector de los antisistema, que generalmente no acude a votar.
Tampoco puede obviarse, ni descartase de antemano, el tirón que tiene Francisco Baena Bocanegra entre una buena parte del colectivo de abogados sevillanos.
Desde la candidatura de Óscar Cisneros también se ven como vencedores. Consideran que su grupo está más preparado que los otros dos para dirigir la institución, y cuentan a su favor con las especialidades características de un colectivo que ve con recelos los cambios y que es además el más fiel a la hora de acudir a votar en una céntrica sede a la que resulta difícil acceder con los vehículos particulares.
La tercera vía, que nadie sitúa en las quinielas para alzarse con el triunfo, es la que representa Silvia Muñoz Varela. El hecho de que sea una candidatura formada exclusivamente por mujeres, sin la presencia de hombres, aboca inicialmente a esta candidatura a la tercera posición, aunque desde esta candidatura creen que todavía pueden dar la campanada porque pueden despertar las simpatías del colectivo y si se da la circunstancia además de que se produzca una alta participación, algo que tampoco es probable. Las elecciones de 2014 fueron las más concurridas que se recordaban en años y la participación sólo superó el 30%, aunque casi duplicaba el porcentaje de las anteriores.
Desde la candidatura de Muñoz son conscientes de que el colectivo de abogados es muy conservador, pero pretenden “cambiar de verdad” el colegio. La candidatura se gestó durante una guardia, en la que Silvia Muñoz y María Luisa Rodríguez –que aspira a ser vicedecana– se plantearon montar una candidatura con abogados jóvenes. Así, surgieron los primeros cinco o seis nombres de la candidatura, todos ellos mujeres, y a partir de ahí, no quisieron apuntarse a la misma hombres, bien porque ya se habían comprometido con Cisneros o Baena Bocanegra, o bien porque algunos preferían que figuraran en la candidatura mejor sus mujeres, también letradas en ejercicio. Sea como fuere, al final Muñoz se vio con una candidatura compuesta íntegramente por mujeres y con la que espera dar el sorpasso contra todos los pronósticos o expectativas de sus rivales.
Aunque Gallardo ya no se presenta, tras casi un cuarto de siglo en el decanato, los casi ocho mil letrados sevillanos tendrán que decidir el próximo jueves entre la continuidad o la renovación de la institución. Ese es el reto al que se enfrentan más allá de los personalismos de los candidatos.
Candidaturas con listas abiertas
Las elecciones al Colegio de Abogados se realizan por un sistema de listas abiertas, lo que permite que no tenga que votarse a una lista completa, sino que se puede votar a un candidato a decano de una candidatura y elegir al vicedecano de otra, y lo mismo ocurre con cada uno de los distintos miembros que conforman la junta de gobierno.
Además hay otra particularidad y es que, según el artículo 38 de los estatutos colegiales, el voto de los abogados ejercientes “tendrá doble valor que el voto de los demás colegiados”. Así, el voto de los 6.322 abogados ejercientes se contará doble en el recuento, frente al voto de los 1.568 letrados no ejercientes. Juntos integran ese censo electoral de 7.890 letrados.
Ese mismo artículo establece que serán “nulos totalmente” aquellos votos que contengan expresiones ajenas al estricto contenido de la votación, o que contengan tachaduras o raspaduras, y parcialmente, “en cuanto al cargo a que afectare, los que indiquen más de un candidato para un mismo cargo, o nombres de personas que no concurran a la elección”. Aquellas papeletas que se hallen sólo parcialmente rellenas en cuanto al número de candidatos, dejando nombres en blanco o tachando algunos nombres impresos, pero que reúnan los restantes requisitos exigidos para su validez, “la tendrán sólo para los cargos y personas correctamente expresados”.
Finalizado el escrutinio que tendrá lugar en la tarde-noche del próximo jueves, se anunciará el resultado, y se proclamarán electos los candidatos a la junta de gobierno que hubieren obtenido para cada cargo el número mayor de votos. En caso de empate, “se entenderá elegido el de mayor tiempo de ejercicio en el colegio”, precisan los estatutos.
Del resultado de las elecciones, se dará traslado al Consejo Andaluz de Colegios de Abogados y al Consejo General de la Abogacía Española, así como a la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, al Ministerio de Justicia y demás organismos públicos que proceda.
Más de 300 solicitudes de voto por correo
De los casi 8.000 letrados que tienen derecho a voto en las elecciones al decanato del colegio de abogados del próximo 22 de noviembre sólo se han presentado 309 solicitudes de voto por correo, de las que a la hora de elaborar esta información se habían recibido ya las papeletas de 70 colegiados, según la información facilitada por la institución ubicada en la calle Chapineros.
En principio, los estatutos del Colegio establecen que la elección tendrá para su desarrollo un tiempo mínimo de cuatro horas y un máximo de diez, sin perjuicio de que la junta de gobierno establezca una duración superior si las circunstancias así lo aconsejaren, de acuerdo con el artículo 35 de dichos estatutos.
La mesa electoral estará integrada por el decano, el Secretario y un miembro de la junta de gobierno designado por ésta, que nombrará a los respectivos sustitutos.
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