El sacrificio por el rito religioso debe seguir las normas UE de bienestar animal
Fiesta del cordero
Hasta el 25 de agosto se celebra la fiesta del cordero entre los musulmanes
Hasta el próximo sábado, los musulmanes celebran la Eid al Adha, también conocida como Eid Al Kabir o fiesta grande o la Fiesta del Sacrificio. Una celebración que coincide con los últimos ritos de la peregrinación anual a La Meca y que reúne a familias y amigos en torno al sacrificio de un cordero que recuerda la obediencia obligada a Dios.
El animal debe tener más de dos años de edad, en el caso de los bovinos y, al menos 6 meses en los ovinos, deben ser saludables y no tener ningún defecto físico. La tradición indica que el cabeza de familia es el encargado de sacrificar el animal, siempre que la ley del país lo permita.
En este sentido, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) determinó el pasado 28 de mayo que este sacrificio, dentro del territorio comunitario, sólo se practicará en mataderos que cumplan la normativa europea de bienestar animal, sin que ello contravenga la libertad religiosa.
Según esta regulación, los sacrificios de animales sin aturdimiento, incluidos los practicados durante esta importante celebración islámica, deben llevarse a cabo únicamente en los mataderos autorizados y no en los temporales, como se hizo entre 1998 y 2014, un hecho que varias asociaciones musulmanas y coordinadoras de mezquitas impugnaron ante la corte europea.
El TJUE señala que este tipo de sacrificio ritual queda protegido por la libertad religiosa de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, puesto que sea derivado a un matadero autorizado, "no establece ninguna prohibición de la práctica" y sólo hace que este rito quede sujeto a "los mismos requisitos técnicos aplicables, en principio, a todo sacrificio de animales de la Unión".
Esta sentencia no resuelve el conflicto presentado por las entidades musulmanas ante el tribunal de primera instancia de Bruselas para que éste lo resuelva de conformidad con la decisión de la justicia europea.
La celebración recuerda el momento en el que Dios pide a Abraham el sacrificio de su primogénito, que en la tradición musulmana es Ismael (hijo del patriarca y la esclava Agar), y en la judía Isaac (el fruto del matrimonio con Sara). El hecho, es que se cree que Mahoma reprodujo el sacrificio del cordero durante su estancia en la Meca.
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