La violencia machista "silenciada" por la pandemia
25-N
La disminución del número de denuncias presentadas durante el periodo de confinamiento contrasta por el aumento de las consultas durante este tiempo a los servicios de atención a mujeres maltratadas
La pandemia también ha cambiado los datos sobre violencia machista. Si bien durante el confinamiento las peticiones de asistencia a víctimas de violencia de género recibidas tanto por el O16 como por otros servicios fueron 18.700, un 61,56% más que el año anterior año, las denuncias ante los juzgados disminuyeron.
Es cierto que los juzgados de violencia de género no cesaron su actividad durante el confinamiento, pero "no estaban al cien por cien y por las lógicas medidas de seguridad las mujeres podían acceder de una en una, lo que hacía que los trámites duraran más en el tiempo, provocando que muchas desistieran, callaran y pospusieran la denuncia".
Según explica la abogada Ana Rosa del Casar, del foro de abogadas Clara Campoamor, las mujeres víctimas de violencia de género "vivieron un doble confinamiento al verse obligadas a vivir en un entorno de maltrato y encontrarse prácticamente paralizada la vía judicial. Son casos en los que se necesita una respuesta casi inmediata y, durante todo ese tiempo, no fue posible". Advierte que la mayoría de las mujeres que dan el paso de denunciar ante el juzgado"vienen con miedo y saber que durante el confinamiento todos los pasos eran más lentos les hacían callar y no denunciar".
En esta misma línea, María Jesús Correa asegura que uno de los motivos ante la disminución de denuncias recogidas por el repositorio del Consejo General del Poder Judicial es que las víctimas, ante la imposibilidad de poner fin a su situación durante el confinamiento estricto, "se han sometido y callado, posponiendo la denuncia". "La violencia contra la mujer es instrumental, porque quien es maltratador no deja nunca de serlo", explica la letrada aludiendo a su amplia experiencia, "excepto en los picos álgidos, que suele coincidir cuando la víctima decide irse o denunciar, es una violencia mantenida en el tiempo".
Apunta, además, que durante la pandemia, con las restricciones de movilidad, hay una nueva forma de hostigamiento: el acoso digital. "No se denuncian quiebras de órdenes de alejamiento porque en realidad, el acercamiento se produce vía digital con mensajes de wasap o en redes sociales".
Ana Rosa del Casar destaca otro de los problemas de las mujeres víctimas de violencia machista: los hijos. "No sólo por la violencia contra los menores, que suele existir, si no por el uso que se hace de los hijos en común de la pareja porque algunos maltratadores los utilizan como herramienta de sometimiento a la mujer, haciéndoles chantaje con ellos", asegura.
La abogada, que quiere dejar claro que no todos los hombres son maltratadores, pone sobre la mesa otro tema donde el maltrato puede estar presente y que también se ha visto influido por la pandemia como es el de los divorcios conflictivos. "No sucede en todos los divorcios, pero hay algunos en los que ella se ve sometida a vejaciones y abusos de poder en temas referidos cais siempre a los hijos, porque están obligados a mantener el contacto por el régimen de custodia acordado. Esto es habitual en los divorcios donde ha habido casos de violencia".
Para ello, advierte que es necesario que jueces y fiscales tengan perspectiva de género, "pero ese es un camino en el que queda mucho por recorrer". En Sevilla existen juzgados de violencia de género, pero esto no ocurre en todas las jurisdicciones. "Es necesaria una preparación específica en violencia de género de todas los agentes judiciales en este ámbito", reivindica.
María Jesús Correa va más allá. Solicita que la formación de estos agentes jurídicos sea obligatoria y considera necesario que el personal de los juzgados de Violencia de Género tengan "una especial sensibilización" con estos temas "porque todo no se aprende en los libros y en violencia de género la víctima necesita una especial protección".
Asistencia letrada y juzgados de lo penal
Para la letrada, la Ley de Violencia de Género, que cumple 16 años, necesita una serie de precisiones como la asistencia letrada a las mujeres desde el momento en el que acuden a denunciar ante la Policía o el Juzgado. Pero, sobre todo, considera imprescindible la creación de juzgados de lo penal en violencia de género.
Reconoce, que se ha avanzado en el tema de la dispensa a declarar. El Supremo estimó en julio de este año que las mujeres no se pueden atener al derecho a no declarar si son ellas las que ejercen la acusación particular. "Había algunas mujeres que, a lo largo del proceso judicial, bien por presiones del acusado o su entorno, decidían no declarar durante la vista oral, por lo que básicamente se anulaba todo".
Hasta la fecha, más de 40 mujeres han muerto por violencia machista. Entre los años 2003 y 2019 la violencia machista mató a 250 mujeres en Andalucía, según datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. Según este informe, el año en el que más casos se dieron en Andalucía fue 2006, con 21 mujeres asesinadas, mientras que el año con menos muertes fue 2019, con cuatro. Una lista de asesinatos tristemente inaugurada por Diana Yanet Vargas, asesinada en Fuengirola la noche de Reyes de 2003.
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