Los viejos rockeros nunca se rinden
Propiedad artística
El último miembro de la mítica banda de rock Triana plantea un juicio por sus derechos artísticos
"Aunque lo pierda, habré luchado por una causa justa" dice Eduardo Rodríguez Rodway
Eduardo Rodríguez Rodway, único fundador vivo de la mítica banda de rock Triana, ha llevado a los tribunales al grupo que sigue usando su nombre, al que acusa de suplantación de identidad, plagio y vulnerar sus “derechos legales e inmateriales”.
A sus 75 años, felizmente retirado en los Caños de Meca, Eduardo Rodríguez declara a este periódico que “aunque la pierda, habré luchado por una causa justa”. “Toda mi vida he llevado una carrera digna y nunca he usado el nombre de Triana para enriquecerme. Mi único beneficio fue hacer música pero no voy a permitir que otros intenten apoderarse de lo que me costó tanto construir”, asegura.
El juicio en materia de propiedad intelectual tendrá lugar el próximo 23 de febrero en el juzgado Mercantil 1 de Sevilla. Los demandados son el actual líder del grupo, Juan Reina, y su manager.
Triana, nacida en 1974, fue una de las primeras bandas de lo que se llamó el “rock andaluz” y publicó seis álbumes entre 1975 y 1983, de los que vendió cuatro millones de discos con legendarias canciones como Abre la puerta, Sé de un lugar, En el lago, Hijos del Agobio Ya está bien, Cae fina lluvia o Tu frialdad.
Sus fundadores fueron el guitarrista Eduardo Rodríguez, el cantante Jesús de la Rosa (fallecido en 1983 en un accidente de tráfico) y el batería Juan José Palacios, conocido como Tele, que falleció en 2002.
Rodríguez Rodway explica que, tras la muerte de Jesús, consintió “a regañadientes” que Tele se rodease de otros músicos para seguir actuando con el nombre de Triana. “Consentí mientras estaba Tele porque soy humano y él tenía que vivir de algo”. Pero fue a partir de la muerte de Tele cuando su viuda autorizó a los músicos reclutados por su marido seguir usando el logo y nombre de Triana y Rodríguez Rodway decidió emprender esta lucha para evitar que “otros se apoderen de lo que me costó tanto conseguir”.
“Teníamos un acuerdo según el cual si alguno moría, el grupo desaparecería. Era un acuerdo no firmado pero con testigos”, relata, y añade: “es una cuestión moral, es injusto este uso plagiario, confuso, esta suplantación de identidad de alguien a quien no han conocido y esta vulneración de nuestra obra”.
Eduardo se hace la foto para este reportaje con uno de sus orgullos, la Medalla de Sevilla que el Ayuntamiento otorgó al grupo en 2010 por haber convertido a Sevilla en “capital del pop y rock español” y como muestra del cariño de los sevillanos. Por eso una de sus espinas es que el nuevo grupo fuese contratado para actuar en la Velá de Triana. “Éramos una banda adorada en nuestra ciudad y los fans me siguen apoyando en las redes sociales”, asegura.
La demanda judicial reclama que el nuevo Triana le pague el 30% de sus beneficios en 12 años, una cantidad que Rodríguez Rodway no desea publicitar porque “yo no voy a por el dinero, solo pido lo que me han quitado".
“Han usado el nombre sin mi consentimiento, para su lucro personal y en detrimento de mis derechos legales e inmateriales”, afirma, y se lamenta: “un buen artista no suplanta a nadie”. Por eso, les propone en broma que usen como identidad alternativa "Los Mangurrinos” o incluso “Macarena”.
A la pregunta de si se imagina a su trío envejeciendo sobre el escenario, responde que “habríamos seguido cantando, porque el grupo tenía categoría”. Recuerda que cuando falleció Jesus, estaban en conversaciones para hacer una gira por universidades norteamericanas. Aquella muerte le causó una gran depresión “que superé componiendo”. Luego publicó dos discos con su propio nombre “porque nunca he usado la marca Triana para enriquecerme” y no se arrepiente de su trayectoria vital: “creo que me retiré en el momento adecuado”., afirma.
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