Anomia ambiental sevillana
Los hermanos Álvarez, una saga de empresarios y deportistas hípicos
El autor reflexiona sobre el homenaje que la tertulia Justicia y Caballo rinde a una familia que pertenece a una estirpe de grandes deportistas
En España existen grandes sagas familiares de escritores, médicos, toreros, juristas, etc..., que destacan por las especiales habilidades de sus integrantes en diferentes campos y que se trasmiten de generación en generación. Los hermanos Álvarez Domínguez son un claro ejemplo de ello, al reunir varias ramas de valiosos empresarios y deportistas que han alcanzado los mayores éxitos en diferentes disciplinas hípicas, lo que les hace merecedores del reconocimiento y homenaje de la tertulia Justicia y Caballo que cada año reconoce los méritos acumulados de una personalidad del mundo del Caballo y de la Justicia.
En el ámbito empresarial los hermanos Álvarez Domínguez han desarrollado una exitosa carrera creando importantes compañías que están fuertemente implantadas en áreas tan diversas como la agricultura, las telecomunicaciones, edificación, distribución de materiales, informática, nuevas tecnologías, energías renovables, turismo y hospedería entre otras muchas actividades a las que prácticamente han dedicado todo su tiempo y energía, por lo que resulta aún más llamativo que desde su amateurismo, hayan podido cosechar tantos éxitos en los deportes hípicos que son objeto de este reconocimiento y que destacaré a continuación.
Por vía materna, la familia Álvarez Domínguez pertenece a una estirpe de grandes personalidades vinculadas al deporte. Son nietos del Barón de Gracia Real quien fuera Presidente del Sevilla Futbol Club y sobrinos de General Domínguez Manjón instructor hípico del Rey emérito, que ha sido uno de los jinetes de salto más importantes de España, además de un gran conocedor de la técnica de la equitación y hombre de caballos.
Sin embargo, la cualidad más destacable la adquieren por vía paterna, ya que D. Antonio Álvarez Díaz de Mayorga siempre supo inculcarles que el deporte, además de una “hucha para la vejez”, era la mejor herramienta para unir a la familia y disfrutar juntos superando grandes retos, siendo esta filosofía junto a una inagotable capacidad de trabajo, los pilares en los que se han basado los éxitos deportivos y también empresariales de los hermanos Álvarez Domínguez.
Nicolás Álvarez Domínguez, ha ejercido siempre de hermano mayor disfrutando con su familia de la común afición a los deportes hípicos. Es titular de la medalla al mérito deportivo del Consejo Superior de Deportes, ha sido campeón de España en las modalidades deportivas de Remo, Galgos, Raid y Polo. Las yeguas “Clarita” y “Cumbia” han sido dos de sus mejores monturas. Ha sido presidente de la Real Federación Española de Polo durante dos mandatos en los que tras una ardua tarea organizativa ha conseguido llevar a esta entidad a las más altas cotas de resultados deportivos, siendo su hijo Nicolás integrante del equipo que ha proclamado a España como campeona del mundo de Polo de 2022. Actualmente, varios de los caballos del equipo Español de Polo que ha conseguido esta histórica clasificación, fueron cedidos por Nicolás, quien viene destacando desde hace varios años como un gran criador de caballos de Polo, habiendo conseguido por primera vez que un caballo nacido y criado en España, juegue en la máxima competición conocida como el “alto hándicap”.
Juan Álvarez Domínguez, en la disciplina de raid además de ganar numerosas pruebas nacionales, con su caballo “Don Jaime” ha sido campeón de Andalucía, campeón de la Copia de Rey, medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo de Raid de Estocolmo 1990 y de Barcelona 1992 formando parte del equipo español hasta en cuatro ocasiones. En la disciplina de galgos ha sido junto a sus hermanos Nicolás y Pascual, dos veces Campeón de España, además de contar con una medalla de plata y un bronce. En la modalidad de Polo ha ganado tres Campeonatos de España. Además de sus méritos deportivos, ha contribuido durante muchos años a la promoción de los deportes hípicos desde sus diferentes responsabilidades federativas habiendo sido Vicepresidente de la Real Federación Hipica Española y Presidente de la Federación Andaluza de Polo y de la Federación Andaluza de Galgos. Sus hijas también han destacado en las disciplinas de Salto de Obstáculos y Polo y cuenta una tercera generación de nietos jugadores de polo que ya son campeones de España en sus respectivas categorías.
Pascual Álvarez Domínguez ha sido uno de los mejores jinetes de raid españoles de todos los tiempos, durante los años 1983 y 1995 ha ganado en varias ediciones los raids de El Rocío, Jerez, Tudela, Valladolid, Badajoz, Pineda…, ha sido tres veces ganador de la Copa del Rey, medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Raid de Estocolmo 1990 y mejor español clasificado en el Campeonato del mundo de Barcelona 1992, ha recibido junto a su hermano Juan, la medalla de plata de la Real Federación Hípica Española. En Polo, ha sido campeón de España junto con sus hijos que también han destacado como grandes jugadores en esta modalidad. Pascual tiene un talento especial para conocer y entender a los caballos a los que siempre ha sacado el máximo rendimiento deportivo, entre sus mejores caballos destacaron “Eolo”, “Tremecen” y “Bruno”. En la actualidad está obteniendo un enorme éxito como criador de caballos de polo, llegando a tener a dos de sus productos jugando en el abierto de Polo de Palermo que es la máxima competición mundial, equivalente a jugar en la NBA de Baloncesto.
No quisiera dejar de mencionar a otro de los hermanos, Pedro Álvarez Domínguez empresario con una brillante trayectoria internacional que desafortunadamente se ha visto truncada por la enfermedad del olvido. Pedro, además de apoyar y acompañar a sus hermanos en numerosas pruebas de su carrera deportiva, ha sido durante ocho años Presidente del Real Club Pineda de Sevilla, uno de los clubes hípicos más importantes de nuestro país, donde realizó una importantísima labor de modernización y transformación.
Actualmente los hermanos Alvarez siguen reuniendo cada fin de semana a toda su extensa familia entorno al deporte hípico, que siguen practicando y disfrutado en compañía de sus hijos, sobrinos y nietos, por lo que podría decirse que el caballo, además de éxitos deportivos les ha otorgado la gracia de convertirse en el mejor vehículo de unión intergeneracional de esta admirable saga de empresarios y deportistas hípicos.
También te puede interesar
Lo último