"Si yo hubiera nacido en El Vacie igual no sería hoy abogado"
Juan Silva de los Reyes / Abogado
El abogado, que regenta el único despacho en España cuyos socios son todos gitanos, reivindica que ha llegado el momento de que haya gitanos en la junta de gobierno del colegio de abogados de Sevilla
Juan Silva de los Reyes (Sevilla, 1973) dirige desde hace más de 15 años el único despacho de España cuyos socios son todos gitanos. En esta entrevista, el letrado reivindica que ha llegado el momento de que los colegios de abogados incluyan a los gitanos en sus juntas de gobierno, para acabar con el estereotipo que vincula a los miembros de esta etnia con la marginación, la delincuencia y el tráfico de drogas.
-¿Por qué un despacho sólo con personas gitanas?
-Ha sido una casualidad de la vida. En el despacho están conmigo Triana Jiménez Vega y Francisco Javier Amaya Valencia. Triana viene de Madrid y volvió a Sevilla por circunstancias familiares, al barrio de Triana, mientras que Javier vino a trabajar conmigo porque no veía que evolucionaba en su anterior despacho, donde llevaba siete años como socio junior.
-No es frecuente un bufete integrado únicamente por gitanos...
-El nuestro es el único despacho de España formado genuinamente por gitanos, y en Europa me temo que es el único también. Según las estadísticas, sólo el 1% de la población gitana llega a la Universidad, uno de cada 100 jóvenes gitanos llega a la universidad, pero en la última década este porcentaje está aumentando y la mayoría son mujeres gitanas. La crisis del 2008 y la pandemia han supuesto, no obstante, un freno a la incorporación de gitanos a la universidad.
-¿Hay muchos abogados gitanos en Andalucía?
-Andalucía es algo así como la tiene prometida de los gitanos, y en Andalucía estos datos cambian absolutamente. En Granada hay más gitanos abogados que en Sevilla. Granada es la provincia con más universitarios gitanos. En Andalucía hay una tasa de profesionales que es muy elevada, es nuestra tierra, no sabemos si los andaluces se han agitanado o los gitanos se han andaluzado desde que en el año 1462 llegaron los primeros gitanos a las tierras del reino de Jaén. Yo no estoy más orgulloso de ser gitano que andaluz, para mí es lo mismo ser gitano andaluz o andaluz gitano; ser gitano es un galardón, un privilegio.
-La imagen de los gitanos universitarios contrasta con la que se ve a diario a las puertas de los juzgados...
-Esa imagen contrasta con la realidad que vemos en los juzgados todos los días. Cuando hay un detenido que es gitano, fuera hay 200 personas, y eso proyecta una imagen negativa porque la gente se asombra, porque parece que hay 500 gitanos detenidos. Pero lo que no se sabe es que eso está movido por un sentimiento de solidaridad, igual que cuando se ve un hospital lleno por un enfermo gitano. Es un sentimiento de solidaridad que debería ser exportado, mucho más allá de la foto que se suele sacar.
-¿Cómo se ve al letrado gitano en los juzgados?
-En Sevilla hay muchos colegiados gitanos. Yo no llevo ningún cartel diciendo que soy gitano, pero es tan normal que aquí la gente pasa muy desapercibida, pero no ha habido ningún gitano en la junta de gobierno del colegio de abogados, y ya es hora de que puedan incluir a algún gitano o gitana en las candidaturas al colegio de abogados.
-¿Y qué hace falta para esa incorporación a la junta de gobierno del colegio?
-Los gitanos que estamos en el colegio deberíamos sacar nuestra bandera y hacernos más visibles, porque muchas veces las referencias juegan un papel doble. En primer lugar, para la propia población gitana, al transmitir el mensaje de que quien quiere puede llegar a lo que se proponga. Y en segundo lugar, para la sociedad en general, para que no nos metan a todos en el mismo saco y no nos incluyan en un ambiente de marginación, delincuencia y drogas.
Por eso es bueno que en el colegio de abogados, en el que puede haber entre 50 y 100 colegiados gitanos, éstos se hagan visibles, porque es necesario que lancemos este mensaje a la sociedad. Tenemos que militar, romper lanzas en favor de la igualdad de oportunidades, porque al final se rechaza lo que no se conoce y al que no tiene las mismas oportunidades. Si yo hubiera nacido en el asentamiento chabolista de El Vacie igual no sería hoy abogado.
-¿Se ha sentido discriminado en alguna ocasión en su labor como letrado?
-Cuando he defendido a algún político en el ámbito penal en una ocasión un agente de la Guardia Civil le ha dicho a algunos de los detenidos que por qué habían cogido al abogado gitano. Le decían con este letrado iban a ir a prisión seguro, que le iba a sacar de este lío, cuando precisamente ha sido todo lo contrario. Cuando me enteré de esos comentarios, presenté una queja al colegio de abogados de Sevilla, que no hizo nada.
-¿En qué asuntos relevantes está actualmente actuando?
-Estamos personados como defensa en la macrocausa de los ERE, en varias piezas, y también defendiendo a diputados provinciales en la causa de La Pará de Gines. Además somos los letrados del grupo Ilunion en Andalucía Occidental, y defendemos a algunos ex alcaldes. No somos un despacho tipo empresa que va buscando una cuenta de resultados; somos abogados artesanos, de los que van quedando pocos, somos litigadores, la toga nos las ponemos todas las semanas y entendemos el ejercicio de la profesión así. Como dijo Piero Calamandrei, el abogado que se dedica al patrocinio de los demás muere pobre, y yo creo que estamos perdiendo precisamente la perspectiva de que el abogado se dedica al patrocinio, a prestar un servicio y no podemos cerrar por vacaciones.
-¿Tiene más clientes gitanos que payos?
-Eso no tiene nada que ver, tenemos más clientes no gitanos que gitanos. No por nada, porque no nos llegan. Todo depende del ámbito donde te mueves. Este tipo de despachos están condenados a extinguirse, porque llegas a hacerte amigo del cliente, nosotros tenemos muchos clientes que incluso en vacaciones nos llaman, y ahora en el mes de agosto casi siempre hacemos dos o tres asistencias, por lo que siempre estamos alguno de guardia.
-Y ya que está en el caso de los ERE, ¿cómo ve este macroproceso?
-Es un absoluto disparate como se montó y afrontó, y el afán de querer investigar más allá de los límites que establece la investigación penal dentro de un procedimiento. Cuando queremos escarbar nos encontramos que estamos montando un monstruo de siete cabezas, que no puede con su propio peso, se derrumbará y provocará el fracaso del sistema.
En este caso hemos tenido desde archivos por prescripción, archivos por no juzgar a una persona dos veces por los mismos hechos, pasando por unos atestados policiales lleno de inexactitudes que son la antesala de muchos archivos más. Y el coste económico y el colapso a la jurisdicción penal lo están pagando los justiciables de nuestra provincia. Es verdad que es el asunto de la historia judicial española que va a quedar para los anales, pero uno de los titulares que va a dar es el fracaso de la institución penal.
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