Carmona achaca al PP “pasividad y demora” frente a la campaña separatista
Entrevista al ex juez de enlace de España en Londres
El ex juez de enlace en Londres echó en falta “un discurso positivo más intenso” sobre la España actual y su ruptura con el franquismo
“Muchas grandes figuras acaban en la cárcel pese a tener un buen abogado”
“Cada vez hay más jueces vacunados contra las campañas en las redes sociales”
Sevilla/Miguel Carmona Ruano, ex presidente de la Audiencia de Sevilla, acaba de jubilarse después de cinco años como juez de enlace de España en el Reino Unido. Allí pasaban por sus manos más de 400 peticiones de colaboración al año, pero tal vez su éxito más destacado fue la entrega a España del etarra Antonio Troitiño en mayo de 2017, después de tres intentos fallidos.
Gran conocedor de los mecanismos internacionales de cooperación jurídica y de las órdenes europeas de detención, Carmona cree que el Gobierno de Mariano Rajoy “pecó de cierta pasividad y demora” para informar a la opinión pública británica sobre lo ocurrido en Cataluña, en contraste con la activa campaña de los independentistas.
Se lamenta de que la cooperación policial y judicial en Europa “se ha enfrentado siempre con problemas para avanzar” pero destaca que España es, con gran diferencia, el país que ha entregado al Reino Unido a más delincuentes reclamados.
Después de haber pasado por destinos como juez de base, magistrado, presidente de la Audiencia de Sevilla (1992-2008), y vocal del Consejo General del Poder Judicial (2008-2013), está convencido de que el sistema judicial español “ofrece a la ciudadanía una garantía real de sus derechos” y, visto desde fuera, “resiste muy bien la comparación con otros sistemas que se pintan a sí mismos como los mejores del mundo”.
-¿Como han sido sus casi cinco años de experiencia como juez de enlace en Londres?
-La experiencia profesional en Londres ha sido muy enriquecedora. Se trata de un sistema jurídico y de una organización judicial muy diferentes y que, además, presentan notables diferencias entre las distintas partes del Reino Unido. Mi trabajo también incluía relaciones con jurisdicciones que técnicamente, desde el sistema británico, no forman parte del Reino Unido, tales como las Islas del Canal e Isla de Man y los Territorios Británicos de Ultramar, parte de los cuales son plazas financieras muy importantes. Y en el plano personal y cultural, Londres es una ciudad apasionante. Si a todo ello añadimos el momento especial en que se encuentran las relaciones con Europa y el proceso de retirada de la Unión Europea, se comprenderá el especial interés que hoy tiene un puesto como el de magistrado de enlace en ese país.
-¿Como son las relaciones judiciales entre España y el Reino Unido?
-Las relaciones jurídicas entre España y el Reino Unido son muy intensas. No es de extrañar que sea así, cuando cada año visitan España más de 17 millones de británicos, hay 39 vuelos diarios entre los dos países, hay cientos de miles de británicos residentes en España y de españoles en el Reino Unido. También existe un gran volumen de flujos mercantiles y financieros. Afortunadamente la mayor parte de las asistencias judiciales se solicitan y ejecutan sin necesidad de intervención del magistrado de enlace.
-En este tiempo, ¿qué porcentaje de solicitudes cursadas por España se resolvieron favorablemente?
-No tengo cifras estadísticas, pero puedo decir que en más del 90 por ciento. Afortunadamente, las experiencias negativas son escasas, y no siempre pueden achacarse a la parte británica.
-¿La entrega del etarra Troitiño, en mayo de 2017 después de tres años de litigios, fue el mayor éxito de su estancia en Londres? ¿Se siente especialmente satisfecho de algún otro proceso?
-El asunto de Troitiño fue, ciertamente, muy laborioso y muy sonado, pero no ha sido el único. No se trata de dar nombres, pero creo que he contribuido a que se haya prestado asistencia en otros asuntos muy significativos y a que se vean desde una perspectiva diferente peticiones de reconocimiento mutuo, en especial órdenes europeas de detención y entrega, comisiones rogatorias ordinarias y las que se refieren a investigaciones financieras.
-¿Cuales son los valores de un juez de enlace: conocimiento de la legislación del país, buenas relaciones con sus homólogos, relaciones fluidas con las autoridades...?
-El valor añadido del magistrado de enlace es el conocimiento del sistema jurídico del país en el que trabaja, sus relaciones personales con quienes se encargan de tramitar y gestionar las peticiones de asistencia judicial y la facilitación de los contactos de éstos con las autoridades judiciales y con los fiscales españoles.
-¿Que se ha hecho mal en el caso Puigdemont?
-No soy quién para calificar las actuaciones de otros. Pero, a la vista de cómo se ha transmitido todo lo ocurrido a la opinión pública británica, sí puedo decir que se ha pecado de una cierta pasividad y demora en transmitir mensajes positivos de lo que hoy es España, en contraste con la activa campaña llevada a cabo por los sectores independentistas.
-¿El Gobierno español podría haber desplegado una mayor actividad informativa ante otros gobiernos o la prensa de esos países?
-Ya he señalado que, visto desde fuera, se ha echado en falta un discurso positivo más intenso sobre lo que es hoy España, cuando se estaban difundiendo machaconamente mensajes que nos anclaban en un pasado que ya empieza a ser lejano, afortunadamente.
-¿Comparte usted alguno de los razonamientos que ha hecho la Justicia belga, alemana y escocesa o el gobierno suizo en los procedimientos contra Puigdemont y otros políticos catalanes?
-Hay que empezar por decir que los tribunales escoceses aún no se han pronunciado. La vista está señalada para iniciarse el 31 de julio. Lo que sí cabe decir de otros casos es que la orden europea de detención y entrega, como primer instrumento de reconocimiento mutuo, supone una limitación estricta de las causas de denegación. Hay incluso recientes pronunciamientos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, como en la sentencia del caso Grundza, que dejan muy claro que el órgano judicial de ejecución ha de calificar los hechos tal como se describen en la euroorden, sin que le corresponda entrar a valorar su base probatoria, ya que eso es competencia exclusiva del órgano judicial de emisión de la orden.
-España ha concedido la extradición de numerosos delincuentes británicos huidos a España. ¿Por qué la Costa del Sol parece su lugar de refugio preferido?
-Según las cifras que publica la National Crime Agency (NCA), España es, de modo muy destacado, el país que ha entregado al Reino Unido más delincuentes reclamados que se habían refugiado fuera de sus fronteras. España es, como ya he dicho, un país muy atractivo para los británicos y, de modo inevitable, también lo es para sus delincuentes. Ellos encuentran en lugares como la Costa del Sol o Alicante unas condiciones ideales por clima, modo de vida, e incluso posibilidades de inversión y blanqueo de sus beneficios.
-¿Como se llega a la situación de que los jueces de un país duden de lo que hacen los tribunales de otro país que comparte y pone en práctica los mismos valores de democracia y justicia?
-Vivimos en un mundo en el que la delincuencia, en especial el crimen organizado, el terrorismo o la delincuencia financiera hace tiempo que se han internacionalizado plenamente. Y frente a ello muchos siguen anclados en fronteras y soberanías nacionales. Se habla siempre de trabajar en común y compartir tareas e información, pero luego hay muchos remisos a la hora de ponerlo en práctica. No podemos olvidar que, en el marco de la Unión Europea, la cooperación policial y judicial penal se han venido enfrentando siempre con problemas para avanzar, y que todavía hoy muchos Estados ven su sistema penal como un reducto de soberanía nacional sobre el que quieren tener un control absoluto.
-¿Hay riesgo de llegar a una justicia de élites en la que un acusado que disponga de un buen abogado defensor, conocedor de los entresijos judiciales, salga mejor parado?
-Esto no es precisamente nuevo. La literatura lo refleja desde muy antiguo. Lo que afortunadamente empieza a ser nuevo es que, pese a ello, cada vez hay más “grandes figuras” a quienes eso está dejando de valerles y las vemos condenadas y en prisión.
-¿Tienen más posibilidades de ganar su caso quienes son capaces de movilizar una campaña a su favor en la prensa o en las redes sociales?
-Sí. Por desgracia son muchos los casos que tratan de ventilarse de este modo. Están en la mente de todos, y no solo por el lado de los encausados. Pero también es verdad es que cada vez son más los jueces vacunados contra estos virus.
-¿Cómo recuerda sus años como magistrado y presidente de la Audiencia de Sevilla? ¿Está mejor o peor la Justicia?
-He pasado en Sevilla la parte más larga y significativa de mi vida profesional. Mis años en Sevilla como juez, magistrado de la sala de lo Contencioso-Administrativo o presidente de la Audiencia Provincial forman parte de lo mejor de ella. Siempre he dicho que somos los propios profesionales de la Justicia quienes más nos dolemos de sus deficiencias y quienes más querríamos su mejora. Pero, sin duda alguna, podemos decir muy alto que ha cambiado a mejor en la misma medida en que ha cambiado el país y hoy tenemos un sistema judicial que funciona, que a veces es más lento de lo deseable, es cierto, pero que a la postre ofrece a la ciudadanía una garantía real de sus derechos e intereses legítimos. Y, también con la perspectiva que da verla desde fuera de España, resiste muy bien la comparación con otros sistemas que se pintan a sí mismos como los mejores del mundo.
También te puede interesar
Lo último