"Carcaño nos prometió que cuando acabara todo diría la verdad y esperamos que diga dónde está Marta si lo sabe”
Paloma Pérez Sendino - Mónica Gallardo Bejarano / abogadas defensoras de Miguel Carcaño
Las letradas que defendieron a Miguel Carcaño muestran su escepticismo sobre el hallazgo del cuerpo, pero creen que el asesino puede guardarse alguna carta
Las abogadas Paloma Pérez Sendino y Mónica Gallardo Bejarano ejercieron la defensa de Miguel Carcaño Delgado, único condenado por el asesinato de Marta del Castillo, un caso que está resuelto desde el punto de vista de la Justicia aunque un juzgado mantiene abierta una investigación para tratar de localizar el cuerpo de la joven. La plataforma Netflix ha realizado una docuserie de tres episodios que repasa los avatares del puzle en el que se convirtió la desaparición de la joven sevillana.
–Doce años después del asesinato de Marta, la Justicia todavía investiga una última oportunidad para encontrar el cuerpo. ¿Creen que será posible?
–Paloma Pérez Sendino. Desgraciadamente yo creo que nunca se va a encontrar nunca el cuerpo. Se puede tener una idea aproximada.
–Mónica Gallardo Bejarano. Estoy totalmente de acuerdo, creo que al final no se hallará el cuerpo y no sé el clonado de los móviles los resultados que arrojará, pero no confío mucho porque la tecnología ha cambiado en 12 años muchísimo, pero no soy experta informática y no sé cómo se hacía la geolocalización en ese momento.
–El juez ha autorizado la clonación del móvil de Carcaño y la obtención de los datos crudos de los teléfonos de las otras personas relacionada con el caso…
–P.P.S. Yo personalmente no sé a qué teléfono de Carcaño se refieren, porque creo recordar que Miguel tenía tres teléfonos durante la investigación. Este último es el que se llevó a la cárcel, entre sus efectos personales, y yo dudo, a lo mejor nos llevamos una sorpresa, que fuese el teléfono que tuviera Miguel consigo el 24 de enero de 2009. Si no es ése, estamos perdidos. Supongo que también se habrán pedido los datos crudos de los otros dos teléfonos de Carcaño, aunque no lo sé.
–Durante todo este tiempo se ha hecho de todo para tratar de averiguar la verdad. Se hicieron más de un centenar de búsquedas en Sevilla, Cádiz y Huelva; Carcaño se sometió a la prueba conocida como el test de la verdad, se recurrió a la ayuda de videntes ¿Y también a la hipnosis?
–P.P.S. Cada vez que el juez autorizaba la excarcelación de Miguel una vez que fue condenado, siempre ponía la coletilla de que cualquier prueba que se realizara con él, debería estar asistido por sus abogadas. Yo personalmente estuve en dos sesiones de hipnosis que se realizaron a través de un técnico de análisis de conducta de Madrid. Se hizo en la Jefatura de Blas Infante, con las luces medio apagadas, ambiente tranquilo y se le preguntó y Miguel hizo varias manifestaciones bajo la hipnosis en el sentido de su séptima versión. No sé qué valor puede tener eso, pero al parecer tampoco sirvió para nada.
–M.G.B. Las sesiones de hipnosis fueron tres e iban orientadas a que cuando Miguel ofrece la última declaración al ubicarse en la carretera de La Rinconada, camino a la finca La Majaloba. La prueba iba orientada a ver si Miguel en ese trayecto recordaba cosas, detalles o cualquier dato relevante que diera la ubicación exacta de donde depositaron a Marta, según su séptima versión. Y recuerdo que dio detalles de unos aires acondicionados que aparecían en una venta, o un foco que pertenecía a una de las gasolineras que había allí. La hipnosis se puede asemejar a lo que quieren hacer ahora con la prueba de los datos crudos de los teléfonos.
–En más de una ocasión se criticó la actuación de la Policía. ¿Qué es lo que falló?
–P.P.S. Yo cuando me hice cargo del asunto estaba Miguel detenido y había dicho que la había llevado al río en la moto con Samuel haciendo un sándwich, también se había dado la versión de la violación. Estaba todo hecho, relativamente, porque a la Policía la única crítica que puede hacerse es que iba despavorida detrás de lo que se le ocurriera decir a Miguel, sin comprobar qué porcentaje de que lo que estaba diciendo era cierto. Eso supone que se pone en valor una manifestación de un acusado, que puede mentir perfectamente, y ahora dice que la ha tirado a la basura, y me voy corriendo al vertedero, sin mirar primero si es posible por las horas que se hubiera podido hacer eso, con quién, y si no, deséchalo. No creo que hubiera que hacer gasto del erario público y luego encima pretender que Carcaño lo pague, y todo ello aumentando el sufrimiento de los padres. Yo pienso que se iba buscando las verdades conforme Carcaño iba hablando, y eso tampoco está bien.
Aquí intervino el Grupo de Menores (Grume) porque había muerto una menor, pero no hay que olvidar que los criterios de investigación, de valoración de pruebas que utiliza la Policía de menores no pueden ser nunca igual, porque van dirigidos a una jurisdicción, la de Menores, que tiene otros principios de la formación de la convicción judicial que en un tribunal de menores. Entiendo modestamente que si hubiera actuado el Grupo de Homicidios, porque había una muerte, quizás los criterios que hubieran valorado, en lugar de creerse a pies juntillas la primera declaración tanto de Miguel como Samuel y el Cuco, hubieran indagado si era posible eso y le hubieran puesto de manifiesto la contradicción a Miguel y lo hubieran presionado, entre comillas y en el buen sentido, para decirle esto no es posible, así que dinos otra cosa porque no me lo creo. Por así decirlo, el grupo de Menores era más blandito, ponían de manifiesto lo que contaban los investigados y allá el juez que se entienda. Esa es la crítica que a mi modo de ver se puede hacer, porque por lo demás en cuanto a constancia, trabajo y ganas de encontrar el cuerpo, no ha faltado en ningún momento.
–M.G.B. Aquí hay dos partes, la primera que es cuando tiene lugar la desaparición de Marta, y una segunda, que es la que conozco de primera mano, cuando aparecemos nosotras como defensa de Miguel. Es indudable decir que ante una desaparición de una menor la actuación debe ser inminente, por lo que sobra decir que no se intervino y que pasaron muchas horas porque creo si la Policía hubiera intervenido cuando el padre de Marta denuncia la desaparición y hubiera mandado un patrullero al piso de León XIII para cerciorarse de algo como se prevé, las cosas hubieran cambiado.
Después de que pasara el fin de semana, otro error fue la prisa que había por hablar en los medios de comunicación y dar una explicación lo más lógica que pudieran, porque si no recuerdo mal a Miguel lo detienen el 13 de febrero y la desaparición fue el 24 de enero, por lo que había transcurrido casi un mes y ahí la Policía no ha intervenido, creo que lo único que intervino ese domingo por el grupo de Homicidios la famosa silla de ruedas.
Precisamente, al hilo de lo que ha dicho mi compañera, se derivó el asunto al grupo de Menores, que está en prevención de la víctima, y el grupo de Homicidios hubiera intervenido de otra manera. Creo que un error fue tratar a los detenidos como niños, en este caso hablo de Miguel, al que se trataba como un niño. Se le creía en todo. Se puede acusar de errores a la Policía, pero el grupo que llevó a cabo la búsqueda hizo una labor personal y humana incuestionable, se dejaron la piel para lograr el objetivo de encontrar el cuerpo de Marta.
No obstante, no creo que fue un error del Grume porque, en mi opinión, el grupo lo único que tenía ganas, su única intención a lo largo de todo el procedimiento, era encontrar a Marta y de que alguna manera tanto Antonio del Castillo como Eva Casanueva tuvieran el cuerpo de su hija y descansaran, y creo que en ese ímpetu de encontrar el cuerpo es donde han podido cometer el error de creer a Miguel a pies juntillas en todas y cada una de sus declaraciones. Creo que ese fue el error, creer que Miguel decía la verdad e iban a encontrar a Marta.
–Desde el año 2013 mantiene sin cambiar esa séptima versión en la que culpa a su hermano del crimen, pero que fue rechazada por el juez y la Fiscalía. ¿Ustedes creen que es la buena?
–P.P.S. Yo después de haber estudiado todo el sumario y haber visto las declaraciones de uno y de otro, y las posibilidades probatorias de cada una de las versiones y por mi experiencia yo siempre he creído que la primera declaración que hicieron los acusados es la verdadera, es decir, que tiraron al río el cuerpo de Marta. Como tardaron 14, 15 o 20 días en buscar el cuerpo y llovió tantísimo, esa verdad de que el río siempre devuelve los cuerpos aquí no se cumple, pero porque había pasado mucho tiempo. Yo por mi experiencia creo que la primera versión es la buena. ¿Quiénes la tiraron al río? No lo sé. Hay que coger esa individualidad de cada uno en lo que hicieran.
–M.G.B. Desde el inicio de la causa y con todas las entrevistas que mantuvimos con Miguel él en un momento dado nos dijo que en todas sus versiones había algo de verdad y lo demás era mentira. Yo principalmente apuesto más por la última versión, pero en el sentido de que es la versión que más credibilidad me da y que más se adapta a la verdad jurídica que existe. En la sentencia se habla de una tercera persona que está implicada en los hechos, que no se puede decir quién es, pero lo que sí tengo claro es que Miguel solo no pudo actuar, y con las circunstancias personales que tenía hacer desaparecer él solo el cuerpo, cuando el vehículo del que disponía era un ciclomotor, para mí se me hace imposible. Es por ello que la versión que más se me asemeja a la realidad es la última.
Desde el principio, cuando le preguntamos a Miguel qué motivó la muerte de Marta, siempre decía la frase una cosa llevó a la otra. A lo largo de todo el procedimiento yo no entendía qué pudo llevar a la muerte de Marta. Hoy sí que puedo entender que quizás una discusión a cuenta de la hipoteca pudo llevar a la muerte fortuita de Marta. ¿Por quién y cómo?... ahí ya no puedo contestar. La única verdad jurídica que tenemos es que quién cometió los hechos fue Miguel, pero bien es cierto que esa última versión se ha dado una vez ya la sentencia es firme. Por lo tanto, ¿qué ha dicho Miguel de verdad y qué ha dicho de mentira? Creo que todas sus declaraciones están plagadas de multitud de contradicciones pero que algunas verdades hay en ellas, y para mí la que más se adapta es la séptima, no en su integridad, por todo lo que en su día nos decía.
–Quizás de lo mejor que tiene el documental de Netflix es el testimonio de los padres de Marta. ¿Cuál ha sido su relación con ellos como abogadas de la defensa?
–P.P.S. Nosotros con la familia de Marta hemos tenido una actitud de respeto por su parte y por la nuestra de cariño hacia ellos, tratar de unir las dos investigaciones. Hemos dejado realizar pruebas, que no vamos a decir ahora, en busca de la verdad para encontrar a Marta y me consta que los padres de Marta conocen toda nuestra trayectoria e incluso después de la condena, yo fui personalmente en una ocasión a la prisión de Herrera de la Mancha motivada por la familia de Marta para ver si había posibilidades. No tengo palabras para agradecer también que la familia de Marta siempre se ha mantenido en un segundo plano, dejándonos trabajar y nunca ha salido de su boca ningún reproche que sería entendible en un momento dado contra nuestro trabajo y nos han dejado trabajar muy a gusto.
–M.G.B. La relación con la familia siempre ha sido buena. Siempre lo fue durante el procedimiento y mucho más después, cuando la sentencia fue firme por parte del Tribunal Supremo, porque en el momento en que Miguel decide colaborar con la Policía para encontrar a Marta, tanto Paloma como yo nos pusimos a disposición totalmente de la Policía e incluso de la familia para intentar que a través de nosotras, porque éramos la conexión con Miguel, y como cada actuación de la Policía requería de nuestra presencia como sus abogadas, siempre hemos estado disponibles todo el tiempo y la relación siempre ha sido muy buena. A raíz de tantas horas durante la última búsqueda en Majaloba, personalmente surgió una bonita relación con los padres, porque siempre he entendido que nos han dejado trabajar durante el procedimiento con muchísimo respeto, y claro que entiendo el dolor de estas personas.
–¿Por qué se terminó su relación profesional con Miguel Carcaño?
–P.P.S. La relación se terminó a través del mismo colegio de abogados que me nombró, porque el colegio ya no tenía constancia de que seguíamos trabajando y de que en el turno de oficio se hubieran hecho más cosas, y cuando pasan más de dos años sin que se justifique ninguna actuación el turno de oficio termina. Y además como lo que quedaba era tema penitenciario, cuando él empieza a pedir permisos, y él está radicado en Herrera de la Mancha, el juzgado competente es el de Herrera de la Mancha, pues tendría que tener abogado de aquella demarcación o pedir legalmente un abogado de oficio de Ciudad Real.
–¿Qué esperan del caso? ¿Se sabrá alguna vez lo que ocurrió aquel 24 de enero de 2009?
–P.P.S. Yo creo que no, tenemos una versión, una verdad legal, que es la de la sentencia, y tenemos diferentes versiones. Lo único real es que Marta está muerta, la forma de producirse la muerte es casi con toda seguridad la que dio Miguel, y a partir de ahí todo son incógnitas. La primera versión de un golpe con un cenicero es perfectamente compatible con haber causado bastante sangre y yo entendía que era un homicidio imprudente, pero el tribunal pensó que hubo un asesinato. De todas maneras, lo del tema de la violación, del estrangulamiento y demás, eso ni siquiera se debió de considerar, porque considerar que se podía haber producido una violación le dio alas a Carcaño para evitar el jurado. Primero antes de creerse algo los investigadores deben ver si es posible o no que eso haya sucedido así, y si se ve la reconstrucción de los hechos, el Cuco tenía que ser el pulpo Paul para desnudar a Marta y a la vez ponerle la navaja en el cuello y violarla. Eso es imposible y las confesiones no siempre son verdad, porque puede haber motivos espurios para confesar un crimen. Usted no puede ir a la Policía a decir acabo de matar a una persona de esta manera si no le aporta pruebas de dicha acusación. Y en este caso iban todos corriendo como descosidos después de que cada vez que hablaba Carcaño y esto le daba más alas a Carcaño, porque no hay que olvidar que tiene una personalidad narcisista, una psicopatía, busca ser el foco mediático, el centro de atención.
–M.G.B. Yo creo que es muy difícil que se llegue a conocer la verdad. La sentencia de menores y la de mayores son dos verdades jurídicas totalmente distintas, yo me quedo con el procedimiento en el que intervine, que es el de mayores, que ofrece una verdad jurídica, pero la verdad material, la verdad real, después de doce años es muy difícil que se sepa. La única esperanza que tengo es que como está abierta la pieza separada de la búsqueda de Marta algún día sí se pueda saber, al menos, para que la familia descanse en paz, dónde está cuerpo. No obstante, Miguel siempre nos prometió que cuando acabara todo, nos diría la verdad. Sólo espero que el día en que quede en libertad, diga la verdad y si conoce dónde está el cuerpo de Marta, lo diga.
–¿Cuándo lo dijo?
–M.G.B. Él se refería genéricamente a que cuándo acabase todo, lo diría. Si tenemos en cuenta que sería cuando acabase el juicio, la última versión la da después del juicio... ¿está ahí Miguel diciendo la verdad?
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