A juicio cinco colombianos por una pelea casi mortal junto a las discotecas de Nuevo Torneo: "Le di con la navaja tres veces por detrás"
Tentativa de homicidio en Sevilla
La Audiencia de Sevilla empieza a juzgar a cinco ciudadanos colombianos por una pelea ocurrida a finales de 2022 junto a una de las discotecas que precisamente el pasado fin de semana fueron registradas por la Policía Nacional
El principal acusado, para quien la Fiscalía pide ocho años de cárcel por herir a un ciudadano dominicano e intentar matar a un vecino de Dos Hermanas, reconoce sólo la primera agresión: "No tengo por qué pagar lo que otros han hecho, yo asumo lo mío"
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Tres días después de que la Policía Nacional organizase una macrorredada en algunas discotecas de la zona de Nuevo Torneo, a la espalda de Pino Montano, y dos semanas después de que en la misma calle tuviese que intervenir la autoridad por una pelea multitudinaria, la Audiencia de Sevilla ha empezado este martes a juzgar a cinco ciudadanos colombianos acusados precisamente de protagonizar uno de los incidentes que suelen asolar aquella parte de la ciudad durante los fines de semana. Estos hechos datan de finales de 2022, ocurrieron a la salida de uno de los locales registrados el domingo y se saldaron con dos personas apuñaladas. La Fiscalía pide ocho años de cárcel para uno de los encausados por un delito de tentativa de homicidio, cometido sobre un ciudadano español, y otro de lesiones agravadas cometido sobre un dominicano; y tres años de prisión para el resto de implicados. Tres de ellos se han acogido a su derecho a no declarar, otro ha contestado que iba "muy ebrio" y que no se acordaba de nada y el principal procesado, que además lleva casi dos años en prisión provisional, sí ha admitido que acuchilló "tres veces por detrás" a una de las víctimas con una navaja con la que ya había entrado en la discoteca.
El suceso ocurrió sobre las 6.30 de la madrugada del 10 de diciembre de 2022. Todos los acusados habían pasado la noche en la discoteca Coco Bongo, en la calle Astronomía, y la pelea se desencadenó a la salida. Según relata la fiscal en su escrito de acusación provisional, hubo una discusión entre Marco Antonio R.U., de nacionalidad colombiana y en situación irregular en España, y la primera víctima, un dominicano que también había estado en el local de ocio. Durante esa refriega, el acusado enseñó la navaja, la víctima huyó y tanto el agresor como su hijo y otros tres amigos lo alcanzaron, lo golpearon y le pincharon "en varias ocasiones". Según los médicos, las lesiones no pusieron su vida en peligro.
En el transcurso de esa discusión, un vecino de Dos Hermanas acompañado de su hijo adolescente llegó allí en coche para recoger a alguien. La primera pelea no tenía nada que ver con él, pero su vehículo recibió un golpe de quienes estaban enfrentándose y entonces se apeó. En ese momento se percató de que Marco Antonio tenía un arma blanca y le dijo a su hijo que se metiera en el coche. "Te vas a equivocar, es menor", le dijo al encausado. Este no atacó al joven pero sí al padre, que "no pudo defenderse" al ser agredido por detrás. "Si no hubiera recibido asistencia médica, la herida habría puesto en peligro su vida", constataron los forenses.
En el juicio, celebrado ante la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, Marco Antonio R.U. ha confesado que en efecto agredió a la primera víctima pero se ha desligado del segundo incidente, el realmente grave. "Yo no tengo por qué pagar lo que otros han hecho, yo asumo lo mío", ha respondido en primer lugar. "Salí de la discoteca y a quince o veinte metros vi que se formó una pelea. Después, un coche rojo [el de la segunda víctima] se llevó por delante a mi mujer y un hombre, el dominicano [la primera víctima], me dio botellazos. Yo me enfadé y reconozco lo que hice", ha explicado.
"Lo persigo y le doy con la navaja tres veces por detrás. Después salí corriendo a coger un vehículo para irme a casa", ha añadido el principal acusado, quien ha afirmado que no tocó al conductor del vehículo y que ni siquiera lo vio bajarse del coche.
El resto de enjuiciados no ha aportado absolutamente nada. De hecho, sólo Mauricio V.M. ha querido contestar a las pocas preguntas que le han hecho para narrar que esa noche bebieron "cinco o seis botellas de whisky", que "casi" se quedó dormido en la discoteca y que no se acordaba de "nada" de lo sucedido fuera. Míchel S.M., Giovani C.M. y Alexis R.B. (el hijo de Marco Antonio), por el contrario, se han acogido directamente a su derecho a no declarar.
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