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Piden once años de cárcel para un vecino de Pilas acusado de disparar a un hombre en los pinares de Aznalcázar

Tentativa de asesinato

La Fiscalía asegura que iba de copiloto en un coche que antes había realizado maniobras peligrosas delante del grupo de la víctima y que tras ese primer incidente fue a su casa a recoger un arma de fuego corta

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El suceso ocurrió en la zona de ocio de los pinares de Aznalcázar. / D.S.

La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla tiene previsto enjuiciar a partir de este lunes a un vecino de Pilas que está acusado de irrumpir en la convivencia que un grupo de amigos estaba celebrando en los pinares de Aznalcázar, disparar hasta cuatro veces con un arma de fuego para la que además carecía de licencia y herir a un hombre. El procesado se expone a una pena de once años y medio de cárcel por intento de asesinato, ya que lesionó gravemente en el pulmón a uno de los tiroteados, y tenencia ilícita de armas.

Según relata la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales, los hechos ocurrieron el 15 de mayo de 2021. A las cinco y media de la tarde, Gabriel V.G. y cuatro amigos se dirigieron en el coche de uno de ellos a esa zona que suele ser de esparcimiento en fines de semana y festivos. Él ocupaba el asiento del copiloto. Una vez allí, se dedicaron a conducir el vehículo a velocidades excesivas y realizar maniobras peligrosas, lo que les valió la reprimenda del otro grupo. Esa discusión verbal no pasó a mayores, pero lo peor estaba por llegar.

Al abandonar los pinares, siempre según el Ministerio Público, el encausado pidió al conductor que lo llevase a su casa en Pilas. Dentro apenas estuvo cinco minutos. Después, de vuelta en el coche, le solicitó que todos volvieran a Aznalcázar pero “sin hacerles partícipes de sus intenciones”. Por eso es el único procesado. Cuando se personaron de nuevo allí, circulando por un camino paralelo a la explanada donde ese sábado se concentraban varios grupos, sacó el arma de fuego corta que supuestamente había recogido en su domicilio y, “de manera sorpresiva y con la intención de limitar las posibilidades de defensa de las personas allí reunidas”, empezó a disparar cartuchos del calibre 6,35 “con ánimo de atentar contra la vida” de las víctimas.

En concreto efectuó cuatro disparos desde la ventanilla del copiloto. Uno impactó en la zona izquierda del tórax de la víctima, un joven de 33 años que suele ejercer de delegado en los equipos de cantera de un club del Aljarafe. La bala se alojó en un pulmón y todavía sigue allí, ya que no se le pudo extraer. Como consecuencia de este suceso, el herido sufrió laceración pulmonar, una hemorragia en el lóbulo izquierdo, neumotórax y hemotórax. Tuvo que ser ingresado en el hospital y necesitó dos meses para curarse, al menos físicamente. Psíquicamente tardó medio año para recuperarse de un trastorno por estrés postraumático, para lo cual tuvo que tomar antidepresivos y ansiolíticos. Y como secuela aún padece “trastornos neuróticos graves”.

Tras pasar a disposición judicial, Gabriel V.G. entró en prisión provisional el 3 de julio de 2021 por mandato del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Sanlúcar la Mayor. El número 5 ratificó esa decisión dos días más tarde.

La Fiscalía califica los hechos como un delito de asesinato en grado de tentativa, por el que reclama diez años de cárcel, y otro de tenencia ilícita de armas reglamentadas, por el que pide un año y medio. El juicio se desarrollará en la Sección Séptima y, si no hay acuerdo de conformidad previo, está previsto que dure cuatro días.

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