El TSJA eleva a seis años de cárcel la condena a un neerlandés que intentó matar al encargado de un bar de Sevilla
Tentativa de homicidio
Los jueces modifican levemente la pena de cinco años que estableció la Audiencia de Sevilla al valorar la gravedad del ataque del acusado, que atacó a la víctima con un machete y lo acuchilló con tanta fuerza que hizo que "parte de los intestinos" salieran fuera del cuerpo
El neerlandés acusado de apuñalar al empleado de un bar de Sevilla: "No tuve la intención de atacar, sólo de defenderme"
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha agravado la condena que la Audiencia de Sevilla impuso a un ciudadano neerlandés por intentar matar al encargado de un bar ubicado junto a la calle Feria. La pena, que inicialmente fue de cinco años y un día de cárcel por un delito de tentativa de homicidio, pasa ahora a ser de seis años porque la Sala valora la "reiteración en el ataque" por parte del encausado, la gravedad de las heridas que infligió a la víctima con un machete y las secuelas que le dejó.
En la primera sentencia, en la que la Sección Tercera de la Audiencia impuso a Lofti B. cinco años y un día de prisión y el pago de una indemnización de 25.541 euros, el tribunal consideró probado que el investigado estaba sobre las 5.00 de la madrugada del 7 de junio de 2019 en el bar La Bicicletería, en la entrada a la calle Palacios Malaver desde Feria, y fue expulsado por el dueño y el portero "por fumar una sustancia extraña en el interior".
Tras salió "alterado", Lofti B. quiso entrar otra vez en el local porque a su novia se le había olvidado algo. "Como no se lo permitieron, empezó a golpear la puerta, lo que motivó que salieran del bar el encargado y otras personas que le recriminaron su actitud", prosigue la sentencia, que es refrendada en casi todo por el TSJA. Empezó entonces una disputa y el acusado "esgrimió un machete de doce centímetros de empuñadura y dieciséis centímetros de hoja que guardaba en la mochila". Al acercarse el encargado "para intentar calmarlo", el atacante le asestó dos puñaladas, "una de ellas con fuerza a la zona abdominal de abajo a arriba" que provocó que "parte de los intestinos" se saliesen fuera del cuerpo y otra en la región inguinal derecha.
Según la Audiencia, el implicado era consciente de que "podía acabar con la vida de la víctima" por "la forma en que ejecutó los machetazos y la zona afectada". De hecho, "siguió intentando asestarle más puñaladas" al encargado.
El TSJA, en una sentencia fechada el 1 de octubre y facilitada por su oficina de comunicación, ahonda en el modo en que Lofti B. atacó a la víctima para estimar parcialmente el recurso presentado precisamente por el herido, que pidió una agravación de la condena.
"Partiendo de que el acusado actuó con el deliberado propósito de acabar con la vida del señor B., cuya única intervención en el altercado previo fue intentar calmarlo para que no hiciera uso del machete que extrajo de su mochila de forma inopinada, a la hora de concretar la pena ha de tenerse en cuenta la reiteración en el ataque por parte del procesado, que lanzó varias cuchilladas contra la víctima, dos de las cuales afectaron a zonas vitales, así como la gravedad de las lesiones que le produjo y las secuelas que le quedaron", argumenta el TSJA.
En este sentido, la primera puñalada en el abdomen siguió "una trayectoria de abajo a arriba", lo que "demuestra el específico propósito de ocasionar el mayor daño posible". De hecho, la Sala recalca que Lofti B. "imprimió tal fuerza" al golpe que "los intestinos salieron al exterior".
En cuanto a las consecuencias del ataque, el TSJA recuerda que la víctima sufrió una perforación intestinal y otra de válvula que "comprometieron seriamente su vida" y que lo obligaron a estar hospitalizado once días. Y, además de dos cicatrices que le provocarn "un perjuicio estético moderado", también sufre "un trastorno adaptativo" originado por esa "situación estresante", por lo que necesita ansiolíticos "de forma habitual".
"Un acto de justicia para la víctima"
"La sentencia valora la reiteración del ataque con machete, la gravedad de las heridas infligidas y las secuelas físicas y emocionales que sufre la víctima", ha destacado el abogado de la víctima, Marcos Amián, que se felicita porque el TSJA "pone fin al esfuerzo de esta acusación para que se considere la agresión como un delito de homicidio en grado de tentativa y no, como pretendía la defensa de Lofti B., como un presunto delito de lesiones agravado".
"La sentencia representa un acto de justicia para la víctima, que ha sufrido no sólo heridas físicas sino también un profundo impacto emocional y psicológico. Al elevar la pena del agresor, se reconoce la gravedad de los hechos sufridos y, por consiguiente, se le reconoce el derecho a la reparación del daño sufrido", añade el letrado, que de todas formas duda de que su cliente cobre ese resarcimiento "dadas las dificultades económicas del condenado".
"No obstante, la elevación de la pena por el TSJA compensa en la medida de lo posible esta carencia castigando de una forma más severa el delito cometido", finaliza.
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